Breve acercamiento a un título de literatura infantil, que ya tiene algunos años.
Título: Mi perro Míster
Título original: Min lille hund Mester og andre dyr
Autor: Thomas Winding (1988)
Traducción del danés: Leopoldo Rodríguez Regueira
Editorial: Ediciones SM
Primera edición: mayo 1997
Tercera edición (segunda en rústica): enero 2001
ISBN: 9788434871229
Edición: rústica
112 páginas
Colección El Barco de Vapor, 125
(A partir de 9 años).
Sinopsis: Míster es un perro muy... muy testarudo, y si no, que se lo pregunten a Thomas: un día llamó a la puerta de su casa y nunca más volvió a marcharse. A pesar de que Thomas no estaba muy convencido de tener un perro: no tenía tiempo para cuidarlo. Pero no importaba: sería Míster quien cuidaría de él.
Sobre el autor
Thomas Winding (1936-2008), fue un escritor, maestro, dibujante, locutor y productor de radio y televisión danés.
Especialmente conocido por su voz, Winding fue un auténtico icono entre los niños de los años 70 y 80.
Escribió más de 25 libros infantiles, muchos de ellos traducidos a otras lenguas.
Del perro Míster se puede disfrutar en español de tres títulos, publicados por la editorial SM:
- Mi perro Míster (el que aquí traemos)
- Mi perro Míster en la noche
- Mi perro Míster y el gato
Impresiones sobre el libro
Estamos ante un libro corto protagonizado por Thomas, el narrador, que hace partícipe al lector de sus vivencias con el que se convertiría en su perro, Míster.
En un libro repleto de diálogos y fácil de seguir, conocemos a Míster, un perro peculiar, testarudo y caradura, que no sigue las pautas que se esperarían de un perro normal. Míster se nos presenta como un personaje "humanizado": sabe hablar y está decidido a ser el perro de Thomas, así que se planta delante de la puerta de su casa y se ofrece para ser su perro guardián, aunque también se define como un buen perro de aguas. Thomas, que en principio no tiene interés alguno en tener perro, ni tiempo para cuidarlo, acabará aceptando al animal, que se convertirá en un amigo con el que conversar:
-Eres un caradura -le dije.
-Y tú serás muy amable si me dejas vivir en tu casa -aseguró Míster-. ¿Sabes una cosa?
-¿Qué?
-Vas a quererme mucho.
No sé cómo podía saberlo, pero tenía razón, porque lo quiero de verdad.
Míster solo se comporta como un "perro normal" delante de otras personas, aunque cuando va de paseo por la calle no acepta ir sujeto, porque va tan rápido que la correa casi lo estrangula, y la gente piensa que Thomas lo trata mal, aunque en realidad los dos son como colegas. El cesto que Thomas compró para que Míster durmiera y el cuenco de plástico donde debía comer se convirtieron en objetos sin uso, porque Míster, humanizado como está, prefiere comer en la mesa junto a Thomas, y no se corta a la hora de compartir cama y sofá con su dueño, a pesar de que éste no se cansa de advertirle que debe comportarse como un perro, aunque al hacer estas recriminaciones se sienta mal. En el fondo, Thomas debe demostrar que él maneja la situación, pero las peculiaridades de Míster hacen que muchas veces se salga con la suya. Se producirán situaciones de "tira y afloja" entre Thomas y Míster, que darán lugar a largas conversaciones, en las que Thomas contará a su perro historias de animales escritas por personas, fábulas que encierran una moraleja final, una enseñanza, aunque no siempre acaben bien. Según Míster, los que escriben estas historias son personas, y las personas no conocen realmente a los animales, pero aun así está decidido a escuchar las historias de animales, escritas por personas, que Thomas está dispuesto a contarle:
"...Los hombres no se aman y entonces creen que los animales somos igual de desagradables."Con ilustraciones de Wolf Erlbruch (que recibió en 1993 el Premio Alemán de Literatura Juvenil al mejor álbum ilustrado), de las que puede verse un ejemplo en la fotografía de más arriba, "Mi perro Míster" es un canto a la amistad, y un claro ejemplo de defensa de los animales, y del cariño hacia los mismos. Las conversaciones entre los protagonistas dan pie a que el lector conozca un total de diez cuentos infantiles, protagonizados casi en su totalidad por animales, recopilación de distintos países, que vienen acompañados por una reflexión por parte de los protagonistas:
"-Ah, es una vieja historia india de hombres. Los animales no somos así. A nosotros nos cazan, nos maltratan y molestan, nos meten en jaulas e, incluso, a algunos les disparan, los matan y los comen. Y nosotros, a cambio, no hacemos nada."
Impresiones
Tenía este libro por casa, prácticamente abandonado, a la espera de que algún pequeño de la familia se decidiera a leerlo (no me gusta deshacerme de libros, ni siquiera aunque estén un poco estropeados), y finalmente he sido yo la que se ha acercado a él, y debo decir que lo he disfrutado, porque su lectura me ha resultado grata. Me han gustado los personajes, especialmente Míster con su forma de actuar, y Thomas, que acaba sucumbiendo por la personalidad del que más que mascota se convertirá en su amigo. No he tenido nunca perro, pero sé que en ocasiones estos animales parecen entendernos, y creo que si pudieran hablar nos dirían realmente qué piensan de nosotros y del mundo que nos rodea. El autor ha hecho precisamente esto, dar voz a los perros, y crear un personaje caradura que sabe ver lo bueno y lo malo de los humanos, y que no duda en disfrutar de las ventajas y comodidades de las que disponemos.
Al predominar los diálogos, la historia se lee de una sentada, a lo que contribuye el que esté escrita con un lenguaje sencillo, sin utilizar palabras extrañas, con lo cual puede ser fácilmente comprendida por los niños de cualquier edad. El libro resulta una buena aproximación a cuentos tradicionales de otros países, que en mi caso no conocía. La combinación de escenas cotidianas entre un perro y su dueño, aunque tratadas desde el punto de vista de dos amigos que conviven, con la narración de cuentos tradicionales, resulta un punto interesante que a mí personalmente me ha gustado y que hacen que se avance en la lectura; además, sin darse cuenta, el joven lector está acercándose a distintos modelos de comportamiento que le llevarán a una reflexión final. En definitiva, el libro te deja pensando, y ese es un punto a su favor.
Lectura entretenida, ágil, libro divertido en ocasiones, que despierta el interés en los animales y que nos deja reflexionando (creo que a los mayores nos pasa) sobre las personas y su enrevesada forma de actuar en ocasiones. Creo que lo recomendable de este libro sería leerlo con los niños, pero si no los tenemos cerca, los mayores también podemos encontrar un hueco para disfrutarlo. Se despiertan las ganas de tener perro, aunque dudo que alguno tan peculiar como Míster se plante delante de nuestra casa para cuidar de nosotros. Realmente es una lástima que Míster se quede en personaje literario, porque no me importaría conocer, o ser amiga, de un perro así.