Vuelvo con las reseñas al blog, y lo hago con un thriller que está recién publicado, y del que he podido disfrutar de manera anticipada gracias al sorteo organizado por cuatro blogs y la posterior lectura conjunta que se llevó a cabo durante el mes de diciembre en twitter. Hemos sido unos pocos los privilegiados que hemos accedido a la lectura anticipada, y eso es algo que se agradece.
Nuestro ejemplar anticipado es en edición rústica sin solapas, aunque los datos del libro, tal como se vende en comercio, son los siguientes:
Edición: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788491290667
Precio: 18'90€
(También disponible en e-book epub a 10´99€.)
Sinopsis (tomada de la editorial):
Tu vecina te dijo que preferiría que no llevaras a tu bebé de seis meses a la cena. No es nada personal, simplemente no soporta sus llantos.
Tu marido estaba de acuerdo. Después de todo, vivís en la casa de al lado. Podíais llevaros el monitor infantil y turnaros para pasar a verla cada media hora.
Tu hija dormía cuando fuiste a comprobar por última vez. Sin embargo, en este momento, mientras subes corriendo las escaleras hasta su habitación envuelta en un absoluto silencio, confirmas que tu peor pesadilla se ha hecho realidad: ha desaparecido.
Nunca antes habías tenido que llamar a la policía. Ahora están en tu casa y quién sabe lo que pueden llegar a descubrir.
¿De qué serías capaz cuando has sobrepasado tus límites?
Pocos datos da la editorial sobre la autora del libro, Shari Lapena. De ella sólo se nos dice que "fue abogada y profesora de inglés antes de dedicarse a escribir. Ha publicado dos libros que han recibido varios premios, pero el que hoy nos ocupa ha constituido su debut en la novela de suspense."
(Quizá haya una biografía más ampliada en la sobrecubierta del ejemplar que se ha puesto a la venta, al menos eso espero, pero en la que hemos recibido no hay datos biográficos).
Impresiones sobre el libro
Es la primera vez que tengo la posibilidad de leer en primicia un libro de los publicados por una gran editorial antes de que sea lanzado al mercado (sí lo había conseguido con algún auto editado, con los consiguientes problemas de maquetación, errores tipográficos...), y debo reconocer que la experiencia esta vez ha sido bastante buena.
Así llegó el libro a nuestro poder, de la mano de un repartidor, una vez que lo sacamos del sobre de la empresa de reparto. Hay que reconocer que la editorial ha cuidado hasta el último detalle del envío, y es algo que me ha resultado muy agradable. Eso, y que el libro pertenece al género literario con el que más disfruto, han sido puntos positivos a la hora de abordarlo. Lo malo de este género es que a los amantes del mismo es difícil que se nos sorprenda, porque o bien hemos leído mucho, o bien hemos visto alguna serie o película del tema y es posible que al leer este libro se nos vengan a la memoria aspectos que parece que hayamos visto o leído en otras partes, pero tomando la historia en su conjunto, el libro se disfruta y el desarrollo de la trama hace que vayas avanzando en su lectura de una manera rápida, a lo que contribuyen capítulos cortos (treinta y siete en total), letra grande y mucho diálogo, y un uso del presente como modo verbal en el que está narrada la trama, que hace que avances en la investigación casi al mismo tiempo que los protagonistas.
El libro parte de una premisa interesante. Anne y Marco Conti, una joven pareja, padres de un bebé de seis meses, Cora, aceptan la invitación a cenar de sus vecinos de al lado, en lo que va a ser una velada sin niños. Cynthia y Graham no son padres, pero ella no soporta tener que aguantar los llantos de un bebé. Aunque la canguro ha fallado, Cora puede quedarse sola (están pared con pared y sus padres la controlan con el audio de un monitor para bebés); además, Anne y Marco se turnan cada media hora para ver cómo está la niña. No tendría que pasar nada pero, por otra parte ¿qué novela se hubiera escrito de no haber pasado nada? Un thriller no, desde luego.
La desaparición de Cora pone patas arriba la vida de la pareja protagonista, y el lector va a ser partícipe de sus temores, su sentimiento de culpa, y las mentiras y medias verdades que esconden tanto ellos como el resto de allegados. A lo largo de las páginas del libro conoceremos las particularidades de los vecinos y las inseguridades que afligen a los padres de Cora, especialmente a Anne, que ya antes de la desaparición de su hija no se consideraba una buena madre. Asimismo seremos partícipes de la actitud que toman ante la desaparición de su nieta Alice y Richard Dries, los padres de Anne. Alice es millonaria y Richard, en realidad el padrastro de Anne, pronto pondrá la fortuna familiar a disposición de su hijastra para recuperar a la que considera su nieta. A medida que vamos conociendo personajes y se van desvelando sus secretos y temores se nos amplía el abanico de culpables. Está claro que alguien ha hecho desaparecer a la niña, pero ¿quién? ¿Hay un motivo económico o la niña está muerta y hay que buscar al responsable?
Desde el primer momento, y esto es algo que quizá no me ha gustado tanto, el encargado de la investigación, el inspector Rasbach, trata el caso como si la niña hubiera muerto. En mi opinión las primeras páginas del libro deberían dejar una puerta abierta a la esperanza. Si se tratara de un hecho real y no novelado, ¿cómo estaría esa familia con esa actitud? Me gusta pensar que la esperanza es lo último que se pierde.
Si bien no hay demasiados personajes en la trama, la autora no ha profundizado demasiado en ellos, y nos ha ido dando pinceladas sobre su pasado y la forma de comportarse de los mismos para que el lector los descarte o no como sospechosos, y de qué, aunque ha sabido jugar sus cartas y ha conseguido mantener la intriga. Quizá me hubiera gustado que desarrollara más el personaje del inspector, con el que no he llegado a empatizar al 100%, quizá porque me ha faltado conocerlo algo más.
Mientras leía esta novela se me venían imágenes de la adaptación televisiva que en Francia hicieron de "La última oportunidad", de Harlan Coben (me consta que el libro es diferente a la serie), en cuanto a desaparición de niña, abuelos ricos con posibilidades de pagar un buen rescate, sentimiento de culpabilidad, engaños, verdades ocultas... Ya he dicho más arriba que es difícil que nos sorprendan, aunque en conjunto a mí particularmente la historia me ha gustado y he disfrutado con esta lectura. ¿La recomendaría? Por supuesto, se lee rápidamente y deja un buen sabor. Quizá no sea el libro más adictivo y el mejor thriller que espero leer este año, pero sí es digno de ser tenido en cuenta, porque mantiene la intriga y eso se agradece. Habrá que seguir la pista de esta autora. ¿Os animáis a leerlo?