Una nueva entrada para la #YincanaCriminal2017, otra vez de la mano de todo un clásico de la literatura. Cuando trataba de buscar un título que completara la casilla "uno de los personajes es una 'femme fatale'", pensé sin dudarlo en un título que había tenido el placer de disfrutar, tanto en su versión literaria como en su versión cinematográfica, y no he dudado en releerlo para esta ocasión. Sin más dilación, vamos con los datos del libro:
Título: El cartero siempre llama dos veces
Título original: The Postman Always Rings Twice
Autor: James Mallahan Cain
Traductor: Federico López Cruz
Formato: Tapa blanda
ISBN: 84-96246-74-4
142 páginas.
ISBN: 84-96246-74-4
142 páginas.
Editorial: Diario El País, S.L. (Colección Serie Negra)
Editado por primera vez en 1934, la edición que aquí se presenta fue publicada en el año 2004.
Sinopsis: Frank Chambers sólo pretende un plato de comida cuando entra en la fonda de Papadakis, pero la atracción hacia Cora, la joven y sensual esposa del dueño, le obliga a quedarse. Un marido viejo resulta un estorbo para dos apasionados amantes sin escrúpulos. Este clásico de la novela de suspense fue llevado al cine en dos ocasiones y lo interpretaron LanaTurner y John Garfield, en 1946, y Jessica Lange y Jack Nicholson, en 1981.
(Sinopsis tomada de la trasera del libro)
Datos sobre el autor (tomados del propio libro):
El periodista, novelista y guionista norteamericano James Mallahan Cain (1892-1977) retrata a la perfección la violencia de los bajos fondos de las grandes ciudades. El estilo cínico y descarnado con que narra el mundo del delito es característico de sus obras -esenciales dentro de la literatura negra- entre las que destaca Pacto de sangre, llevada al cine por Billy Wilder bajo el título, en España, de Perdición, e interpretada por Fred MacMurray, Barbara Stanwick y Edward G. Robinson.
Si alguien está interesado en ampliar la información sobre la vida de este autor, no tiene más que pasar por la entrada que sobre él se hace en la wikipedia.
(Fotografía del autor tomada de google imágenes).
Impresiones sobre el libro
Ya he comentado más arriba que me acordé de este título y de la protagonista femenina de esta historia cuando pensé en una "mujer fatal", especialmente si nos vamos a la definición que la wikipedia hace de este término:
"Una mujer fatal --de la expresión francesa femme fatale-- es un personaje tipo, normalmente una villana que usa la sexualidad para atrapar al desventurado héroe. Se la suele representar como sexualmente insaciable. Aunque suele ser malvada, también hay mujeres fatales que en algunas historias hacen de antiheroínas e incluso de heroínas. En la actualidad, el arquetipo suele ser visto como un personaje que constantemente cruza la línea entre la bondad y la maldad, actuando sin escrúpulos sea cual sea su voluntad."Estamos ante una historia corta, de apenas ciento cuarenta páginas, que desarrolla una apasionada historia a lo largo de dieciséis capítulos, que no dejan indiferente al lector.
La historia se inicia cuando Frank Chambers, expulsado del camión de heno donde viajaba escondido tras pasar tres semanas en Tijuana, llega a la fonda Los Robles Gemelos, en California. Frank queda retratado ante los ojos del lector como un personaje inquieto, sin oficio ni beneficio, y con un futuro incierto. Sólo tiene veinticuatro años, y el dueño de la fonda, Nick Papadakis, de origen griego, que pronto se da cuenta de que Frank no tiene dinero, le ofrece la posibilidad de trabajar allí. La llegada de la dueña de la fonda, Cora Smith, la esposa de Nick, acabará inclinando la balanza para que Frank acepte ese empleo:
"Entonces la vi. Hasta ese momento había estado en la cocina, pero entró en el comedor para recoger la mesa. Salvo su cuerpo, en verdad, no era ninguna belleza arrebatadora, pero tenía una mirada hosca y los labios salidos de un modo que me dieron ganas de aplastárselos con los míos." (Pág. 8)Frank es el narrador de la historia, y desde el primer momento se empeña en demostrar al lector que su llegada a la vida de los dueños de la fonda no ha sido más que una gota que ha colmado un vaso ya a punto de rebosar, en medio de un matrimonio infeliz, al menos por parte de Cora, que había visto truncadas sus aspiraciones de trabajar en Hollywood después de haber ganado un concurso de belleza en su pueblo, y se había tenido que conformar con un matrimonio que la sacara de la miseria en que vivía. Cora no es una mujer exuberante, es más bien menuda, morena y con el pelo rizado, de piel y dientes muy blancos, que se empeña por todos los medios en demostrarle a Frank que no es mejicana (es curioso que las dos protagonistas de las versiones cinematográficas que citamos más arriba sean rubias). Se presenta ante Frank como una mujer cuyos sueños no han podido cumplirse, y que no soporta la vida que lleva. Sus aspiraciones como actriz fracasaron porque no valía para ese oficio aunque la cara la acompañara, y acabó trabajando en un cafetín de mala muerte, dejándose pellizcar los muslos a cambio de propinas. Cuando conoció a Nick intentó serle fiel pero no soportaba "estar siempre al lado de un hombre grasiento que le revuelve a una el estómago cada vez que la toca."
Entre Frank y Cora pronto se establece una relación de dependencia, de atracción sexual mutua que traerá graves consecuencias para el trío protagonista. Escapar de la fonda juntos no supondría ninguna solución, puesto que ella terminaría trabajando en un cafetín, como aquel del que fue rescatada por Nick, y Frank acabaría en un empleo miserable del que finalmente se cansaría, y que ella tampoco soportaría. Cora se nos presenta como un personaje ambicioso, no es que haya conseguido mucho en su vida, pero no está dispuesta a perderlo bajo ningún concepto. A ella no le molesta trabajar, y no se considera mala persona, pero si para solucionar el error que cometió al casarse con Nick tiene que actuar como una arpía aunque no lo sea, nos demostrará a lo largo de la lectura que está dispuesta a hacerlo.
Son tres los personajes principales de esta obra, y a pesar de cómo se comportan entre ellos, les puedes llegar a tomar cariño, y los entiendes en algún momento, claro está que la forma que tienen de solucionar los conflictos entre ellos no es claramente la más adecuada. Recurrir al asesinato no es el mejor camino para atajar un problema, pero está claro que estamos ante una novela negra y si no hubiera un crimen poco aportaría el título escogido a esta #yincana.
Un viaje de Nick a Los Ángeles para arreglar el cartel de la fonda que había quedado destrozado tras un vendaval sirve a los otros dos protagonistas como excusa para un primer encuentro sexual, que traerá como funesta consecuencia la decisión de acabar con la vida de Nick. No sé si el narrador trata de justicarse o realmente siente pena por el griego, al que ha cogido algo de cariño, pero la atracción sexual que siente hacia su mujer se impone a la razón y está dispuesto a llevar la pasión hasta las últimas consecuencias.
En esta novela no faltan los detalles de una investigación, no estamos únicamente ante una historia de pasión con resultados nefastos. Se planifica un intento de asesinato, al que asistimos como lectores, que resultará fallido, y que quedará culminado con un desenlace fatal. Los protagonistas quieren disfrutar de una vida nueva y más fácil, sin dar con sus huesos en la cárcel o muertos en la horca, y por ello tienen que conseguir que el crimen no parezca tal, y seremos partícipes de cómo se planea y cómo se lleva a cabo. La pareja protagonista ideará una sólida coartada y buscará testigos que avalen la misma para convertir una muerte deseada en un trágico accidente, pero no contarán con la perspicacia de Sackett, el fiscal del distrito, un león con corazón de piedra que no terminará de creer la historia y facilitará el enfrentamiento de la pareja protagonista, lo que supondrá un importante resquicio en su relación. La entrada en escena de Katz, abogado de profesión y el único capaz de ganar al fiscal dará un giro a la historia, y su aparición servirá al lector para conocer diferentes vericuetos legales, ampliando los temas tratados en el libro (recomendaciones hechas por policías a presuntos culpables de posibles abogados a cambio de dinero, sobornos, tejemanejes de las compañías aseguradoras, egoísmo de los protagonistas, engaños, amor convertido en miedo, reconciliaciones, una cierta justicia divina...)
Son muchos los ingredientes que posee este libro, a pesar de no ser una historia demasiado larga la que nos presenta. Me ha gustado la forma que tiene el autor de introducirnos en ella, de la mano de un narrador que es a la vez parte importante de la trama y que va contando, en pasado, cómo se desarrollan los hechos. La narración no se hace pesada en ningún momento y también abundan los diálogos, con lo que la lectura resulta amena. Se puede notar sin dificultad la atracción que sienten los protagonistas principales, y como he comentado más arriba, llegas a entenderlos en algún momento, aunque no estés para nada de acuerdo con la manera que tienen de solucionar lo que para ellos resulta un problema. A pesar de que puedan resultarnos fríos en su manera de pensar a la hora de ejecutar su plan, se nos presentan como personas con conciencia, van madurando a medida que avanza la historia, muestran sus egoísmos y sus miedos, y eso es algo que a mí particularmente me ha llegado. Creo que muchos hemos visto las distintas versiones cinematográficas que hay de la obra, pero si tenéis oportunidad, personalmente os recomiendo la lectura de este libro, porque se le saca mucho más partido a la historia, y su lectura no nos quita demasiado tiempo. Tengo que buscar por casa alguna obra más de este autor, porque he disfrutado mucho con su prosa y su estilo directo. A veces tenemos escondidas pequeñas joyas a las que no damos la importancia debida buscando la última novedad, y se nos escapan títulos interesantes. Eso es lo que me ha pasado a mí con este autor.
Con "El cartero siempre llama dos veces" participo en la #YincanaCriminal2017 en la casilla correspondiente a la cuarta semana: Uno de los personajes es una 'femme fatale'.