Nueva lectura finalizada y disfrutada gracias a la iniciativa de #SoyYincanera y nueva reseña en el blog en la que espero que queden plasmadas las buenas vibraciones que me ha producido esta novela, que ha sido todo un descubrimiento.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Título: La ciudad de la lluvia
Autor: Alfonso del Río Moreno
Editorial: Destino
Colección Áncora y Delfín Volumen 1426
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
Primera edición: marzo de 2018
Colección Áncora y Delfín Volumen 1426
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
Primera edición: marzo de 2018
ISBN: 978-84-233-5342-2
PVP: 20'50€
624 páginas
624 páginas
Sinopsis (trasera del libro):
En el Bilbao de principios de los años ochenta, Alain Lara, un joven y prometedor jugador del Athletic, descubre una vieja fotografía de los años cuarenta que su abuelo Rodrigo había mantenido siempre oculta. Entre todos los personajes que aparecen en ella Alain reconoce a su abuelo, junto a un también joven Ignacio Aberasturi, el gran empresario bilbaíno y actual candidato a la presidencia del Banco del Norte. La repentina, extraña y coincidente desaparición de ambos, junto con otros sucesos, lo llevará a una investigación que se remontará a un pasado oculto.
En un intento por entender lo que sucede, Alain contactará con María, la hija y heredera del imperio Aberasturi. Junto a ella, en busca de respuestas, tejerán los hilos del pasado que unieron a sus familias en los años del Berlín nazi. Pero lo que obtendrán serán más preguntas, más dudas, más sospechas.
¿Qué pudo unir hace más de cuarenta años a estos dos hombres cuyas vidas nunca más volvieron a cruzarse? ¿Quiénes son los demás personajes que aparecen retratados en la fotografía? ¿Quién anda detrás de ellos y por qué?
La ciudad de la lluvia es un thriller que reúne lo mejor y lo peor que anida en el ser humano. Es una historia sobre el poder magnético de la ambición, el amor y la complicidad entre las personas, y que nos muestra que la cara oculta que todos tenemos no puede permanecer indefinidamente en la sombra.
Datos sobre el autor
Alfonso del Río (Bilbao, 1980). Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, compagina sus facetas de abogado, padre y escritor. Como abogado, trabaja en un bufete internacional; es profesor en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de Deusto; en 2017 ganó el prestigioso Forty under Forty a uno de los mejores abogados jóvenes de España; y ha sido coautor de distintos libros especializados. Pero esos libros no saciaron su inquietud literaria. Aunque no planeara convertirse en escritor, sentía pura necesidad de escribir y de sumergirse en otras vidas. Comenzó a esbozar la historia de La ciudad de la lluvia hace más de diez años, pero no fue hasta hace tres que la retomó. De ahí surgió la obra que hoy aquí reseñamos, aunque su debut literario se produjo en 2013 con "Ioannes", novela negra de tintes históricos.
Impresiones sobre el libro
Dos hojas iniciales, que se desarrollan en Bilbao, un 11 de noviembre de 1970, ponen al lector en antecedentes de una intriga que le espera nada más continuar con la lectura del libro.
"La ciudad de la lluvia" se desarrolla en dos planos temporales, uno desarrollado en Bilbao en 1983, y el otro en el Berlín de 1941, y cuenta cada uno de ellos con dos protagonistas principales: por una parte, Alain Lara, un joven jugador de fútbol que regresa a Bilbao desde Valencia para jugar en el equipo en el que ya lo hizo su abuelo, Rodrigo Lezo, protagonista secundario al que cogeremos cariño a lo largo de la lectura; por otro lado, El Extranjero, personaje enigmático que parece moverse como pez en el agua por el Berlín de la época nazi, y cuya identidad trataremos de averiguar a lo largo de todo el libro. Para completar estos dos planos temporales, como lectores asistiremos a la lectura de un manuscrito, en el que otro personaje, no menos complejo, parece contar aspectos de su vida, aunque sin seguir un orden coherente.
El descubrimiento de una vieja fotografía por parte de Alain Lara, en la que aparecen cinco personas, cuatro adultos (uno de ellos de espaldas) y un niño, será el punto de partida de una historia que aúna pasado y presente en la vida de varios de los protagonistas de la trama, principales y secundarios, máxime cuando el joven jugador descubre que una de las personas que aparece en la fotografía es su propio abuelo, que comparte protagonismo con Ignacio Aberasturi, un prestigioso empresario que lucha ahora por presidir uno de los bancos más importantes de la zona. La muerte de dos de los integrantes de esa fotografía en circunstancias no demasiado claras ponen en alerta a Alain, que tratará de bucear en el pasado de su abuelo buscando información de su relación con el empresario, intentando conocer más detalles de la vida de una persona junto a la que siempre ha convivido, a raíz de la muerte de sus padres. Aunque como lectores podemos entender que entre Alain y su abuelo se daba una fuerte relación, ese amor que el abuelo siente por el nieto le obliga a no contarle todos los detalles de su pasado y a mantener la carrera de su nieto en el plano futbolístico al margen de los errores por él cometidos de joven. Esta relación entre nieto y abuelo se convertirá en una parte importante de la trama, y en el motor para que se desarrolle toda una investigación, pero si como lectores queréis saber qué es lo que realmente ocurre, no tenéis más que acercaros a las páginas de la novela que aquí se presenta.
Si en la trama de Bilbao destaca la figura de Alain Lara, en la trama desarrollada en Berlín el personaje central será El Extranjero, cuya identidad deberemos averiguar a lo largo de la trama, y ya os adelanto que no es tarea fácil, al menos yo no he sabido dar con ella a la primera. Este audaz personaje tratará por todos los medios de vender al gobierno nazi de Alemania una máquina capaz de descifrar las comunicaciones encriptadas de forma mucho más eficaz que la que ellos mismos usaban, y tendrá toda la picardía de poner en jaque a los máximos dirigentes nazis, que no dudarán en hacer el negocio perfecto, intentando conseguir la máquina y eliminando a su vez a todo el que de ello estuviera enterado. En Berlín asistiremos a toda una auténtica trama de espionaje y contraespionaje, y de la mano de El Extranjero entraremos en contacto con personajes reales claves en esa parte oscura de la historia de Alemania, como el mismísimo Hitler, Gooebels y Hess, acompañados a su vez por personajes ficticios secundarios, como Maruska Dvorak, una joven actriz, capricho momentáneo del que era ministro de propaganda, y que no duda en vender su tiempo y sus caricias con la idea de escribir un libro que servirá para contar al mundo la realidad de la Alemania nazi. Maruska Dvorak será una secundaria de lujo en la trama, y su importancia quedará plasmada a lo largo de las páginas del libro.
El encuentro fortuito de la vieja fotografía pone en contacto a Alain Lara con María Aberasturi, la hija del empresario que aparece en la fotografía junto al abuelo de Alain. A medida que avanzamos en la historia vamos entendiendo cómo van relacionándose las distintas tramas, llegando a formar un triángulo entre el propio Alain, María y un prestigioso abogado, David Schaffer, que conocía a María de la época en la que ella trabajaba en un importante despacho de abogados. Es precisamente la historia de David la que completará la tercera trama narrada en el libro. Paralelamente a la historia narrada en el Berlín de 1941 y el Bilbao de 1983, en el libro asistimos a la lectura de un manuscrito (escrito con la tipografía de una vieja máquina de escribir, para diferenciarlo del resto de la trama) redactado por el propio David Schaffer, un prestigioso abogado que va poniendo al lector en antecedentes de cómo empezó en la abogacía, y cómo llegó a alcanzar la fama de la que hoy parece disfrutar. No se entiende muy bien al principio de la lectura qué tiene que ver la historia de un abogado prestigioso que parece que rememora su vida, escondido del resto del mundo y que teme por su seguridad, y por su propia integridad, hasta el punto de pensar que está amenazado de muerte, con la historia que parece esconder la fotografía tomada en lo que parece ser un viejo hangar de Berlín. Lo que está claro en "La ciudad de la lluvia" es que las historias están relacionadas, y Alfonso del Río ha conseguido que queramos avanzar en la lectura y que no perdamos el interés por ninguna de las partes que se nos presentan.
El autor ha sabido crear una historia potente, en la que no decae la intriga, y ha sabido acercarla al lector con una prosa cuidada, aunque empleando un lenguaje cercano en la que también tienen gran importancia los diálogos. A pesar de estar ante un libro de más de seiscientas páginas, el hecho de que vayan alternándose tres historias que acaban complementándose entre sí hace que las hojas vuelen entre nuestras manos, ya que estamos ante capítulos no demasiado extensos que se devoran, al principio de los cuales el autor hace uso de frases o pequeños diálogos entre los personajes que sirven como antecedente a lo que va a contarse con posterioridad. Entre esas frases no es difícil encontrar alguna que sale de la boca de personajes reales, a los que encontramos también en la trama desarrollada en Bilbao. El hecho de que uno de los protagonistas principales sea jugador de fútbol del Athletic de Bilbao sirve de excusa al autor para desarrollar la trama en 1983, un año épico para este club de fútbol, que consiguió un importante triunfo en la liga, y así las descripciones de cómo se vivió este triunfo en la ciudad, donde el club se considera todo un emblema, aprovechando los problemas meteorológicos que se dieron por esas fechas con unas inundaciones que desmantelaron la ciudad, y la tensión política vivida en la zona bajo la amenaza de la banda terrorista ETA hacen de Bilbao en esa fecha el escenario idóneo para convertirla en la protagonista indiscutible de la narración, donde casualmente viven, o vuelven, los personajes que aquí se nos presentan. Aunque la intriga se desarrolla principalmente entre Berlín y Bilbao, la ciudad vasca es protagonista indiscutible, de ahí el título.
Alfonso del Río ha sabido crear una historia con intriga, desarrollada en diferentes planos temporales y físicos, contando con el mérito de que esa intriga no te abandona en ningún momento a lo largo del argumento, presentando un elenco de personajes que pueden caer mejor o peor, pero que hay que reconocer están muy bien construidos, destacando entre ellos como personajes principales El Extranjero (del que trataremos de averiguar la identidad a lo largo de toda la lectura), Alain Lara, la joven promesa del fútbol bilbaíno, muy unido a su abuelo y al que el autor dota de una gran sensatez, quizá demasiado estricta para la juventud que destila el personaje, muy coherente y cabal, que tratará por todos los medios de descubrir qué oculta esa vieja fotografía que casualmente cae en sus manos, María Aberasturi, fuerte personaje que se convierte en el centro de un triángulo entre Alain y David, que se ha visto obligada toda su vida a demostrar que ha conseguido sus objetivos por méritos propios y no por ser hija de un destacado empresario, a la que cogeremos cariño a lo largo de las páginas, y por último David, un abogado ambicioso, quizá en exceso, con un marcado plan en la vida que hace que ponga por delante sus intereses profesionales y el motivo que parece regir su destino al disfrute de su vida personal, dejando las relaciones afectivas en segundo plano. Es un personaje con el que quizá no empatizas desde un primer momento, a pesar de que resulta interesante el relato que hace de sus vivencias intentando hacerse un hueco en el mundo de la abogacía, y todo ello con un punto de intriga porque pronto vamos a saber que su vida corre peligro, lo cual hace que queramos avanzar en la lectura para conocer el porqué de esa situación y a lo que mi juicio parece más interesante, y que es algo que el autor ha conseguido de una manera exquisita, mantener el interés en el lector para ver cómo enlaza esta historia personal del protagonista con los sucesos que tienen lugar en el Berlín de 1941, y qué tiene todo que ver con la vieja fotografía que parece esconder un misterio a resolver.
Dejo unas líneas para hablar de un personaje que realmente me ha gustado, Lucas Bieda, un policía irreverente poco agraciado físicamente, que va un poco por libre, que se verá involucrado en una investigación que nadie parece querer que se lleve a cabo, y que se convertirá un poco en el juguete de unos y otros, precisamente porque no se caracteriza por ser un personaje discreto a la hora de llevar a cabo sus funciones. Aunque aparece como un secundario más, acabaremos descubriendo que resulta una pieza destacada en la investigación, y lo que para mí es más importante, el autor ha conseguido que me queden ganas de conocer más aspectos de la vida de este protagonista, que creo daría mucho juego si le dedicara alguna que otra historia. Sinceramente, a mí personalmente me han quedado ganas de más, quiero conocer más datos sobre Lucas Bieda.
A modo de conclusión, "La ciudad de la lluvia" nos presenta una historia muy bien perfilada, con un amplio poso de intriga, que se mantiene en diferentes tramos temporales y ambientales, muy bien escrita y bien presentada, que consigue mantener la atención del lector hasta el final y que tiene como punto a su favor el estar ambientada en Bilbao, una ciudad que no suele aparecer como escenario de demasiados thrillers y que toma como excusa, debido a la profesión de uno de los protagonistas, la historia del mítico club de fútbol Athletic de Bilbao, algo que personalmente he agradecido, porque pese a no ser muy futbolera, ha sido un equipo que me ha acompañado a lo largo de mi infancia, por sus propias características a la hora de contratar jugadores y porque era el equipo de cabecera de alguien muy allegado a mí. No me ha molestado conocer algo más del club del que oía hablar en mi infancia y tampoco me ha importado encontrar los nombres de personajes reales vinculados al mundo del fútbol, como Del Bosque, Clemente, Iríbar, todo un acierto que ha sabido manejar el autor.
En definitiva, si queréis disfrutar de un buen thriller con todos los ingredientes de una historia que mantiene la intriga a lo largo de sus páginas, no dudéis en acercaros a "La ciudad de la lluvia", porque personalmente la recomiendo; reconozco que no sabía qué iba a encontrar entre sus páginas y a mí el autor me ha ganado con su historia.
Y vosotros, ¿lo habéis leído? ¿Os apetece?
En el Bilbao de principios de los años ochenta, Alain Lara, un joven y prometedor jugador del Athletic, descubre una vieja fotografía de los años cuarenta que su abuelo Rodrigo había mantenido siempre oculta. Entre todos los personajes que aparecen en ella Alain reconoce a su abuelo, junto a un también joven Ignacio Aberasturi, el gran empresario bilbaíno y actual candidato a la presidencia del Banco del Norte. La repentina, extraña y coincidente desaparición de ambos, junto con otros sucesos, lo llevará a una investigación que se remontará a un pasado oculto.
En un intento por entender lo que sucede, Alain contactará con María, la hija y heredera del imperio Aberasturi. Junto a ella, en busca de respuestas, tejerán los hilos del pasado que unieron a sus familias en los años del Berlín nazi. Pero lo que obtendrán serán más preguntas, más dudas, más sospechas.
¿Qué pudo unir hace más de cuarenta años a estos dos hombres cuyas vidas nunca más volvieron a cruzarse? ¿Quiénes son los demás personajes que aparecen retratados en la fotografía? ¿Quién anda detrás de ellos y por qué?
La ciudad de la lluvia es un thriller que reúne lo mejor y lo peor que anida en el ser humano. Es una historia sobre el poder magnético de la ambición, el amor y la complicidad entre las personas, y que nos muestra que la cara oculta que todos tenemos no puede permanecer indefinidamente en la sombra.
Datos sobre el autor
Alfonso del Río (Bilbao, 1980). Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, compagina sus facetas de abogado, padre y escritor. Como abogado, trabaja en un bufete internacional; es profesor en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de Deusto; en 2017 ganó el prestigioso Forty under Forty a uno de los mejores abogados jóvenes de España; y ha sido coautor de distintos libros especializados. Pero esos libros no saciaron su inquietud literaria. Aunque no planeara convertirse en escritor, sentía pura necesidad de escribir y de sumergirse en otras vidas. Comenzó a esbozar la historia de La ciudad de la lluvia hace más de diez años, pero no fue hasta hace tres que la retomó. De ahí surgió la obra que hoy aquí reseñamos, aunque su debut literario se produjo en 2013 con "Ioannes", novela negra de tintes históricos.
Foto del autor: ⒸVicente Paredes
Impresiones sobre el libro
Dos hojas iniciales, que se desarrollan en Bilbao, un 11 de noviembre de 1970, ponen al lector en antecedentes de una intriga que le espera nada más continuar con la lectura del libro.
"Pero no puede evitar que su pasado lo persiga atormentándolo cada día. Esa oscuridad, a pesar suyo, vive en su interior. Tanto es así que, para él, su pasado es presente.
No hay duda de que la suya es una historia de éxito, aunque una historia en la que ha perdido más de lo que ha ganado. Es una historia perfectamente planificada en la que solo ha cometido tres errores. Pero tres errores son demasiados". (Página 8)Este inicio potente, desarrollado en 1970, no hace más que poner un poso de intriga, que se ve completado a continuación con la lectura de un manuscrito en el que otro misterioso personaje parece contar su vida.
"La ciudad de la lluvia" se desarrolla en dos planos temporales, uno desarrollado en Bilbao en 1983, y el otro en el Berlín de 1941, y cuenta cada uno de ellos con dos protagonistas principales: por una parte, Alain Lara, un joven jugador de fútbol que regresa a Bilbao desde Valencia para jugar en el equipo en el que ya lo hizo su abuelo, Rodrigo Lezo, protagonista secundario al que cogeremos cariño a lo largo de la lectura; por otro lado, El Extranjero, personaje enigmático que parece moverse como pez en el agua por el Berlín de la época nazi, y cuya identidad trataremos de averiguar a lo largo de todo el libro. Para completar estos dos planos temporales, como lectores asistiremos a la lectura de un manuscrito, en el que otro personaje, no menos complejo, parece contar aspectos de su vida, aunque sin seguir un orden coherente.
El descubrimiento de una vieja fotografía por parte de Alain Lara, en la que aparecen cinco personas, cuatro adultos (uno de ellos de espaldas) y un niño, será el punto de partida de una historia que aúna pasado y presente en la vida de varios de los protagonistas de la trama, principales y secundarios, máxime cuando el joven jugador descubre que una de las personas que aparece en la fotografía es su propio abuelo, que comparte protagonismo con Ignacio Aberasturi, un prestigioso empresario que lucha ahora por presidir uno de los bancos más importantes de la zona. La muerte de dos de los integrantes de esa fotografía en circunstancias no demasiado claras ponen en alerta a Alain, que tratará de bucear en el pasado de su abuelo buscando información de su relación con el empresario, intentando conocer más detalles de la vida de una persona junto a la que siempre ha convivido, a raíz de la muerte de sus padres. Aunque como lectores podemos entender que entre Alain y su abuelo se daba una fuerte relación, ese amor que el abuelo siente por el nieto le obliga a no contarle todos los detalles de su pasado y a mantener la carrera de su nieto en el plano futbolístico al margen de los errores por él cometidos de joven. Esta relación entre nieto y abuelo se convertirá en una parte importante de la trama, y en el motor para que se desarrolle toda una investigación, pero si como lectores queréis saber qué es lo que realmente ocurre, no tenéis más que acercaros a las páginas de la novela que aquí se presenta.
Si en la trama de Bilbao destaca la figura de Alain Lara, en la trama desarrollada en Berlín el personaje central será El Extranjero, cuya identidad deberemos averiguar a lo largo de la trama, y ya os adelanto que no es tarea fácil, al menos yo no he sabido dar con ella a la primera. Este audaz personaje tratará por todos los medios de vender al gobierno nazi de Alemania una máquina capaz de descifrar las comunicaciones encriptadas de forma mucho más eficaz que la que ellos mismos usaban, y tendrá toda la picardía de poner en jaque a los máximos dirigentes nazis, que no dudarán en hacer el negocio perfecto, intentando conseguir la máquina y eliminando a su vez a todo el que de ello estuviera enterado. En Berlín asistiremos a toda una auténtica trama de espionaje y contraespionaje, y de la mano de El Extranjero entraremos en contacto con personajes reales claves en esa parte oscura de la historia de Alemania, como el mismísimo Hitler, Gooebels y Hess, acompañados a su vez por personajes ficticios secundarios, como Maruska Dvorak, una joven actriz, capricho momentáneo del que era ministro de propaganda, y que no duda en vender su tiempo y sus caricias con la idea de escribir un libro que servirá para contar al mundo la realidad de la Alemania nazi. Maruska Dvorak será una secundaria de lujo en la trama, y su importancia quedará plasmada a lo largo de las páginas del libro.
El encuentro fortuito de la vieja fotografía pone en contacto a Alain Lara con María Aberasturi, la hija del empresario que aparece en la fotografía junto al abuelo de Alain. A medida que avanzamos en la historia vamos entendiendo cómo van relacionándose las distintas tramas, llegando a formar un triángulo entre el propio Alain, María y un prestigioso abogado, David Schaffer, que conocía a María de la época en la que ella trabajaba en un importante despacho de abogados. Es precisamente la historia de David la que completará la tercera trama narrada en el libro. Paralelamente a la historia narrada en el Berlín de 1941 y el Bilbao de 1983, en el libro asistimos a la lectura de un manuscrito (escrito con la tipografía de una vieja máquina de escribir, para diferenciarlo del resto de la trama) redactado por el propio David Schaffer, un prestigioso abogado que va poniendo al lector en antecedentes de cómo empezó en la abogacía, y cómo llegó a alcanzar la fama de la que hoy parece disfrutar. No se entiende muy bien al principio de la lectura qué tiene que ver la historia de un abogado prestigioso que parece que rememora su vida, escondido del resto del mundo y que teme por su seguridad, y por su propia integridad, hasta el punto de pensar que está amenazado de muerte, con la historia que parece esconder la fotografía tomada en lo que parece ser un viejo hangar de Berlín. Lo que está claro en "La ciudad de la lluvia" es que las historias están relacionadas, y Alfonso del Río ha conseguido que queramos avanzar en la lectura y que no perdamos el interés por ninguna de las partes que se nos presentan.
El autor ha sabido crear una historia potente, en la que no decae la intriga, y ha sabido acercarla al lector con una prosa cuidada, aunque empleando un lenguaje cercano en la que también tienen gran importancia los diálogos. A pesar de estar ante un libro de más de seiscientas páginas, el hecho de que vayan alternándose tres historias que acaban complementándose entre sí hace que las hojas vuelen entre nuestras manos, ya que estamos ante capítulos no demasiado extensos que se devoran, al principio de los cuales el autor hace uso de frases o pequeños diálogos entre los personajes que sirven como antecedente a lo que va a contarse con posterioridad. Entre esas frases no es difícil encontrar alguna que sale de la boca de personajes reales, a los que encontramos también en la trama desarrollada en Bilbao. El hecho de que uno de los protagonistas principales sea jugador de fútbol del Athletic de Bilbao sirve de excusa al autor para desarrollar la trama en 1983, un año épico para este club de fútbol, que consiguió un importante triunfo en la liga, y así las descripciones de cómo se vivió este triunfo en la ciudad, donde el club se considera todo un emblema, aprovechando los problemas meteorológicos que se dieron por esas fechas con unas inundaciones que desmantelaron la ciudad, y la tensión política vivida en la zona bajo la amenaza de la banda terrorista ETA hacen de Bilbao en esa fecha el escenario idóneo para convertirla en la protagonista indiscutible de la narración, donde casualmente viven, o vuelven, los personajes que aquí se nos presentan. Aunque la intriga se desarrolla principalmente entre Berlín y Bilbao, la ciudad vasca es protagonista indiscutible, de ahí el título.
Alfonso del Río ha sabido crear una historia con intriga, desarrollada en diferentes planos temporales y físicos, contando con el mérito de que esa intriga no te abandona en ningún momento a lo largo del argumento, presentando un elenco de personajes que pueden caer mejor o peor, pero que hay que reconocer están muy bien construidos, destacando entre ellos como personajes principales El Extranjero (del que trataremos de averiguar la identidad a lo largo de toda la lectura), Alain Lara, la joven promesa del fútbol bilbaíno, muy unido a su abuelo y al que el autor dota de una gran sensatez, quizá demasiado estricta para la juventud que destila el personaje, muy coherente y cabal, que tratará por todos los medios de descubrir qué oculta esa vieja fotografía que casualmente cae en sus manos, María Aberasturi, fuerte personaje que se convierte en el centro de un triángulo entre Alain y David, que se ha visto obligada toda su vida a demostrar que ha conseguido sus objetivos por méritos propios y no por ser hija de un destacado empresario, a la que cogeremos cariño a lo largo de las páginas, y por último David, un abogado ambicioso, quizá en exceso, con un marcado plan en la vida que hace que ponga por delante sus intereses profesionales y el motivo que parece regir su destino al disfrute de su vida personal, dejando las relaciones afectivas en segundo plano. Es un personaje con el que quizá no empatizas desde un primer momento, a pesar de que resulta interesante el relato que hace de sus vivencias intentando hacerse un hueco en el mundo de la abogacía, y todo ello con un punto de intriga porque pronto vamos a saber que su vida corre peligro, lo cual hace que queramos avanzar en la lectura para conocer el porqué de esa situación y a lo que mi juicio parece más interesante, y que es algo que el autor ha conseguido de una manera exquisita, mantener el interés en el lector para ver cómo enlaza esta historia personal del protagonista con los sucesos que tienen lugar en el Berlín de 1941, y qué tiene todo que ver con la vieja fotografía que parece esconder un misterio a resolver.
Dejo unas líneas para hablar de un personaje que realmente me ha gustado, Lucas Bieda, un policía irreverente poco agraciado físicamente, que va un poco por libre, que se verá involucrado en una investigación que nadie parece querer que se lleve a cabo, y que se convertirá un poco en el juguete de unos y otros, precisamente porque no se caracteriza por ser un personaje discreto a la hora de llevar a cabo sus funciones. Aunque aparece como un secundario más, acabaremos descubriendo que resulta una pieza destacada en la investigación, y lo que para mí es más importante, el autor ha conseguido que me queden ganas de conocer más aspectos de la vida de este protagonista, que creo daría mucho juego si le dedicara alguna que otra historia. Sinceramente, a mí personalmente me han quedado ganas de más, quiero conocer más datos sobre Lucas Bieda.
A modo de conclusión, "La ciudad de la lluvia" nos presenta una historia muy bien perfilada, con un amplio poso de intriga, que se mantiene en diferentes tramos temporales y ambientales, muy bien escrita y bien presentada, que consigue mantener la atención del lector hasta el final y que tiene como punto a su favor el estar ambientada en Bilbao, una ciudad que no suele aparecer como escenario de demasiados thrillers y que toma como excusa, debido a la profesión de uno de los protagonistas, la historia del mítico club de fútbol Athletic de Bilbao, algo que personalmente he agradecido, porque pese a no ser muy futbolera, ha sido un equipo que me ha acompañado a lo largo de mi infancia, por sus propias características a la hora de contratar jugadores y porque era el equipo de cabecera de alguien muy allegado a mí. No me ha molestado conocer algo más del club del que oía hablar en mi infancia y tampoco me ha importado encontrar los nombres de personajes reales vinculados al mundo del fútbol, como Del Bosque, Clemente, Iríbar, todo un acierto que ha sabido manejar el autor.
En definitiva, si queréis disfrutar de un buen thriller con todos los ingredientes de una historia que mantiene la intriga a lo largo de sus páginas, no dudéis en acercaros a "La ciudad de la lluvia", porque personalmente la recomiendo; reconozco que no sabía qué iba a encontrar entre sus páginas y a mí el autor me ha ganado con su historia.
Y vosotros, ¿lo habéis leído? ¿Os apetece?