Volvemos a la carga en #SoyYincanera con las reseñas en el blog. Espero encontrar tiempo y tratar de pasarme más por aquí, al menos es lo que me he propuesto en este inicio de año.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro.
Título: ¿Quién es Olimpia Wimberly?Impresiones sobre el libro
No es la primera vez que me acerco a los libros escritos por María Frisa. La descubrimos gracias a #SoyYincanera y pudimos disfrutarla en su "Cuídate de mí", y también en "El nido de la araña". Si queréis conocer mis impresiones sobre estos dos títulos anteriores, no tenéis más que pinchar en los correspondientes enlaces. Si no conocéis a la autora y no habéis leído estos dos libros, no sabéis lo que os estáis perdiendo; merecen la pena, estamos ante lecturas trepidantes.
El libro que hoy nos trae hasta aquí, ¿Quién es Olimpia Wimberly? es algo distinto. Al inicio de la trama parece que la historia arranca con bastante ritmo. La protagonista, Olimpia Wimberly, y su equipo, intentan solucionar una "crisis", y los acontecimientos no se desarrollan todo lo bien que deberían. La novela arranca con ritmo. Conocemos a Olimpia, una joven atractiva, ágil, con las ideas claras, de buena familia, y que dedica su tiempo a dos actividades principales: una relacionada con el mundo del arte, al frente de una prestigiosa galería, y su verdadera vocación, oculta a su familia y conocidos y con la que de verdad disfruta, solucionando "crisis" que afectan a altas esferas del poder o a familias pudientes, que prefieren contratar sus servicios y los de su equipo para solventar los problemas que no terminan de arreglar las fuerzas del orden ni los efectivos del FBI. Este "trabajo" al que Olimpia dedica su tiempo se desarrolla en ocasiones al margen de la legalidad, y la galería de arte sirve como tapadera para el cobro de sus servicios. Para llevar a cabo su fin, cuenta con la ayuda de un equipo experto que ella misma ha reclutado, formado por Jacob, especialista en temas informáticos, que coordina el equipo y se encarga de las investigaciones; Erika, buena para pasar desapercibida en cualquier momento y situación, ideal para obtener así todo tipo de información, y Blake, un tipo fornido que suele ser resolutivo en los momentos más complicados. Personalmente me hubiera gustado conocer más datos de los personajes que componen este curioso equipo, porque la trama se va a centrar más en el pasado de Olimpia y su familia, y aunque la autora perfila a los secundarios que trabajan con Olimpia, dejando entrever que ellos mismos guardan secretos, y la propia Olimpia los contrata para descubrir datos que afectan a su familia, me ha faltado más protagonismo para ellos, que creo que hubieran dotado a la historia con algo más de ritmo.
La trama se inicia en marzo de 2018, en el aniversario de un día fatídico para el recuerdo de Olimpia. El 20 de marzo se cumple la efeméride de un hecho culpable de las pesadillas que atenazan a la protagonista, y como lectores vamos a ir descubriendo, poco a poco, qué ocurrió en esa fecha y cómo afectan los acontecimientos del pasado a los hechos que se desarrollan en el presente.
El 20 de marzo no es el mejor día para llevar a cabo una misión para solucionar una de las "crisis" a las que se enfrentan Olimpia y su equipo, y los hechos no se desarrollan todo lo bien que debieran, por lo que la protagonista, de normal precavida en su "trabajo", acaba en el hospital, donde casualmente se va a encontrar con un anciano que ha llegado allí inconsciente, y que la llama por su nombre. Este personaje, que aporta un punto de intriga a las primeras páginas de la trama, es un viejo escritor que al parecer ha permanecido secuestrado durante muchos años, y que tendrá mucho que ver con el pasado de Olimpia.
La autora desarrolla la trama en Estados Unidos, entre las ciudades de Washington y Nueva York, y en dos épocas distintas: la actual, que se desarrolla en el año 2018, y otra pasada, que se desarrolla por los años ochenta del siglo pasado. Gracias a los pasajes que transcurren en el pasado conoceremos datos sobre la historia de la familia de Olimpia, de sus padres, Aaron Wimberly y Pía, y de su tía, Carlotta di Corbera, hermana mayor de Pía, con la que sigue manteniendo un vínculo especial; a pesar de ser una persona fuerte, Olimpia se siente casi como una niña ante su tía, al lado de la que se fue formando tras la muerte de su madre.
La autora echa mano de capítulos cortos, intercalando escenas que se desarrollan en los ochenta, en las que se ponen de manifiesto las fiestas que se llevaban a cabo en Nueva York, a las que acudía lo más granado del mundo del espectáculo y del arte, a las que eran invitadas las familias pudientes, que se relacionaban en lugares tan emblemáticos como el famoso Studio 54, donde se mezclaban artistas de todos los ámbitos y escritores, fiestas en las que lo más importante era disfrutar, sin importar que se abusara de sustancias nada beneficiosas como el alcohol y las drogas. Este ambiente de lujo y glamour no apto para todos los públicos, solo para algunos privilegiados, es "disfrutado" por las hermanas Corbera, Carlotta y Pía, aunque será Pía, la madre de la protagonista, la que más disfrute de esta situación, ante la atenta tutela de su hermana mayor, preocupada por evitar que su hermana pequeña caiga en malas tentaciones. Este ambiente de desenfreno hará que Pía, la madre de la protagonista, conozca al que será su marido en un futuro, Aaron, y también a un escritor venido a menos, Robert Kerr, que tendrá un papel relevante en la vida de las hermanas y en el presente de nuestra protagonista.
No quiero revelar mucho de la trama, porque ya adelanta bastante la sinopsis. Si me centro en mi opinión personal sobre esta novela, comentar que a mí personalmente me ha gustado. Me consta que ha habido críticas sobre este libro, en cuestión de opiniones ya se sabe, hay tantas como personas que puedan opinar. La autora nos tenía acostumbrados, con sus dos anteriores obras, a unas tramas que se caracterizaban por su ritmo, que no decaía en ningún momento, y siempre dejaba una sorpresa final. El libro que hoy comentamos resulta un poco más pausado. Si bien arranca con una situación extrema, con el equipo en pleno desarrollo de su trabajo, y la protagonista herida, a punto de costarle la vida, a medida que avanzamos en la lectura el ritmo se ralentiza, no es tan frenético, pero a pesar de eso, vamos asimilando los acontecimientos que se van narrando y tomamos conciencia de que los hechos del pasado repercuten en el presente, en concreto en el presente de Olimpia, que se convierte en el siguiente trabajo a desarrollar por el equipo: desentrañar aspectos del pasado de su familia, que afectan a Olimpia porque tienen que ver con la muerte de su madre, que ocurrió siendo ella una niña.
La autora va intercalando escenas del pasado, que siguen un hilo temporal, con escenas que se desarrollan en el presente, y que hacen que como lectores entendamos la sucesión de los hechos. El pasado encierra un secreto, la muerte de Pía, la madre de Olimpia, y la investigación y juicio en torno al responsable de ella. El coincidir en el hospital con un anciano moribundo que la llama por su nombre hace que Olimpia se interese en investigar ese pasado, queriendo acabar con los fantasmas que pueblan sus pesadillas, aunque la investigación le lleve a dudar de su propia familia.
La autora ha sabido jugar con los tiempos, y con la dualidad entre poder y riqueza y desgracias, porque si hay algo claro en esta vida es que el dinero no siempre da la felicidad y el poder no lo compra todo, y los pudientes también se tienen que enfrentar a dificultades en su vida, aunque parezca que los problemas no los acechan.
El hecho de haber incluido pasajes desarrollados en el pasado y en el presente hace que sean muchos los personajes que pululan por la historia, con lo que es posible que en algún momento nos parezca que quedan algo desdibujados. Personalmente ceo que la autora ha sabido dibujar pinceladas adecuadas de cada uno de ellos, suficientes para dejarnos con la miel en los labios, y hacer que deseemos, al menos es lo que me ha ocurrido a mí, reencontrarnos con algunos de ellos en un futuro no lejano. Tiene pinta de que este libro puede ser el principio de una saga, y personalmente no me importaría que así fuera. Aunque es una historia conclusiva, me han quedado ganas de leer algo más sobre el equipo Wimberly, y verlos en plena acción; estoy segura de que si la autora decide continuar con la saga, en nada que invente una historia protagonizada por este equipo nuevamente, la trama será mucho más rápida. El centrarse en el pasado de la familia Wimberly-Corbera ha hecho que el ritmo quede algo ralentizado, por lo que no podemos hablar de thriller, en mi modesta opinión. Con todo y con eso, personalmente he disfrutado de la trama, y el libro en general me ha gustado. Además, la autora deja una sorpresa casi al final en la que yo no caí, metida como estaba en la resolución del caso.
Y otra cosa que debemos agradecerle a la autora, es la cantidad de datos que da a la hora de avanzar en la trama, en cuanto a temas médicos, para justificar el lujo o contar alguna que otra anécdota que enriquece la trama. A mí personalmente no me molestan estos datos, y en ocasiones tomo nota de ellos, porque creo que también leyendo novelas de intriga se puede aprender.
En definitiva, una novela que personalmente he disfrutado, porque me he dejado llevar por ella. Me he acercado sin tener las expectativas por las nubes, a pesar de que había disfrutado y mucho con las dos anteriores novelas de la autora, y sin leer ninguna opinión a favor ni en contra de este libro. Creo que es mejor acercarse a las lecturas sin saber qué opinan los demás, para no llevarnos chascos.
Me sigue gustando cómo escribe la autora, le seguiré la pista, sin duda, y si en un futuro retornan las historias protagonizadas por Olimpia Wimberly, no me importará seguir leyéndolas, ahora que sí sé quién es esta protagonista, porque con este libro la autora nos ha presentado al personaje, y hemos conocido su pasado y el de su familia, y tiene potencial al frente del equipo que ha formado. Espero encontrarla de nuevo en un futuro.
No sé si os habré convencido de la lectura de este libro, pero creo que podéis darle una oportunidad. A pesar de que supera las 400 páginas, se lee de forma rápida, y no te pierdes en la trama. El binomio pasado-presente está bien desarrollado, la intriga se mantiene y en las páginas hay alguna que otra sorpresa. Recomendable sin duda.
¡Nos leemos!