Con motivo de la Lectura conjunta, organizada por el blog de Mari Carmen Morante, Adictos a los libros, y gracias a la Editorial Baile del Sol, os traigo hoy la reseña de "La prisión de los espejos", que viene de la mano de un joven autor.
Como es costumbre en este blog, nos acercamos primero a la figura del autor para centrarnos luego en el título motivo de la reseña.
Rafael Martín Masot nació el 29 de diciembre de 1989 en Granada. Según la web del autor compagina los estudios de sexto curso de Medicina con la creación literaria, aparte de hacer lo necesario para vivir con intensidad historias no escritas e inconfesables.
Con 14 años publicó su primera novela, Abulagos (Editorial Atrio), con la que pretendió dar una visión completamente diferente, y más cierta, de la vida cotidiana de los jornaleros andaluces durante los años del franquismo que la que ha quedado en la retina de los habitantes de otras tierras durante décadas. Con su segunda novela, La luna eclipsada, publicada por Rocaeditorial (Barcelona, 2006), se adentró, con una narrativa tan tortuosa y compleja como los sentimientos, en el frustrante mundo interior de una mujer relegada de su propia existencia a la sumisión y la monotonía.
En marzo de 2010 la editorial Baile del Sol publicó su tercera novela, La prisión de los espejos, a la que nos acercaremos en la reseña. Además de los libros, el autor ha participado junto a otros escritores en la publicación de varios libros de relatos. (Datos del autor extraídos del propio libro y de su página web).
©Fotografía autor: Marta Martín Masot
Se puede conocer más sobre el autor visitando su página web:
Autor: Rafael Martín Masot
Editorial Baile del Sol, 2010.
234 páginas.
ISBN: 978-84-92528-98-1
Formato: Tapa blanda con solapas.
Sinopsis: ¿Cómo reaccionaría una persona normal si, por azares de su profesión, llegase a tener pruebas de una monumental confabulación entre políticos corruptos, tiburones de las finanzas y distinguidos miembros de la más exquisita burguesía de su ciudad? El psicólogo Marc Viadiu puede que no sea una persona normal, pero el descubrimiento de esta trama de poder, sobornos, cohechos y maldad que no se detiene ante nada y es responsable del asesinato de uno de sus pacientes, lo lleva a una arriesgada determinación. Se presenta en la apartada y lujosa mansión de uno de los dirigentes de la perversa, "honorable sociedad" y le expone sus condiciones. Es un pacto que, sabe, "ellos" no van a aceptar.
Argumento: El psicólogo Marc Viadiu Navarro es el titular de una clínica ubicada, desde hace menos de un año, en la quinta planta de un edificio de la calle Aragón, en Barcelona. No respetaba la ley antitabaco que había entrado en vigor un año antes, y en opinión de la que era su secretaria desde hacía doce años, Gemma Figueroa, debía tener una aventura por la extraña forma de comportarse desde hacía unos días.
Marc tenía costumbre de grabar las conversaciones con sus pacientes para luego escucharlas a solas, en busca de detalles que podrían habérsele pasado. Son precisamente las conversaciones con uno de estos pacientes, Andreu Jofresa, las que le llevan a conocer una de las mayores confabulaciones de todos los tiempos en la que están involucrados miembros de la capa más selecta de la sociedad.
En lugar de denunciar los hechos, Marc Viadiu pretende sacar partido de ellos, y por ello acude al barrio de Pedralbes, a la mansión de Joan Vinyals, empresario sexagenario, dueño de seis grandes empresas y accionista mayoritario de más de una decena de sociedades muy importantes, para el que había trabajado Andreu Jofresa. En opinión del psicólogo, Joan Vinyals era el sujeto menos peligroso de los involucrados en la trama, y posiblemente el más fácil de atemorizar.
Como prueba de que conoce toda la trama, entrega al empresario un disco con todas las conversaciones grabadas; vende su silencio a cambio de un millón de euros. Tiene la espalda cubierta porque ha tenido la precaución de entregar una copia del disco a un amigo, y saldrá a la luz si a él le pasa algo. En este breve encuentro en el que pone cartas arriba su chantaje, Marc Viadiu se entera de que Andreu Jofresa falleció meses antes, víctima de un accidente de tráfico, seguramente nada fortuito. El mismo empresario fallece minutos después de la visita del psicólogo, al parecer víctima de un infarto.
Estos hechos apenas ocupan veinte páginas del libro, y a partir de ahí los acontecimientos se suceden.
Marc tenía costumbre de grabar las conversaciones con sus pacientes para luego escucharlas a solas, en busca de detalles que podrían habérsele pasado. Son precisamente las conversaciones con uno de estos pacientes, Andreu Jofresa, las que le llevan a conocer una de las mayores confabulaciones de todos los tiempos en la que están involucrados miembros de la capa más selecta de la sociedad.
En lugar de denunciar los hechos, Marc Viadiu pretende sacar partido de ellos, y por ello acude al barrio de Pedralbes, a la mansión de Joan Vinyals, empresario sexagenario, dueño de seis grandes empresas y accionista mayoritario de más de una decena de sociedades muy importantes, para el que había trabajado Andreu Jofresa. En opinión del psicólogo, Joan Vinyals era el sujeto menos peligroso de los involucrados en la trama, y posiblemente el más fácil de atemorizar.
Como prueba de que conoce toda la trama, entrega al empresario un disco con todas las conversaciones grabadas; vende su silencio a cambio de un millón de euros. Tiene la espalda cubierta porque ha tenido la precaución de entregar una copia del disco a un amigo, y saldrá a la luz si a él le pasa algo. En este breve encuentro en el que pone cartas arriba su chantaje, Marc Viadiu se entera de que Andreu Jofresa falleció meses antes, víctima de un accidente de tráfico, seguramente nada fortuito. El mismo empresario fallece minutos después de la visita del psicólogo, al parecer víctima de un infarto.
Estos hechos apenas ocupan veinte páginas del libro, y a partir de ahí los acontecimientos se suceden.
Sería muy difícil extorsionar a la Organización, que era como Andreu Jofresa llamaba a la asociación de malhechores para la que trabajaba. El edificio donde se centralizaban todas las operaciones era conocido como la isla de las gaviotas. La Organización basaba su poder en los datos que interceptaba a través de los móviles, y a partir de ellos actuaba (nadie dejaba de hablar porque hubiera cerca un teléfono móvil desconectado).
Aunque pueda parecer que las motivaciones del psicólogo eran de tipo económico, Marc Viadiu pensaba en suicidarse desde el 2005, pero era incapaz de matarse a sí mismo. Estaba cansado de deambular por una vida de días apagados e iguales. Llevando a cabo su plan conseguiría tarde o temprano que alguien acabara con él, y dejaría dinero a su mujer (aunque el algunos momentos no queda demasiado claro si la quiere o no). La cobardía del psicólogo para acabar con su vida traerá consecuencias...
El libro está estructurado en cincuenta y ocho capítulos, de corta extensión. La trama se sucede a un ritmo bastante rápido, a lo que contribuye que haya más diálogos que descripciones. A veces podemos pensar que estamos ante un guión cinematográfico.
Aunque son varios los personajes que se suceden a lo largo de la historia, con los que va a tener relación el protagonista principal, no se incide demasiado en la descripción de los mismos. Los conocemos a través de sus diálogos con el psicólogo y por su forma de actuar, algunos de ellos tal como salen desaparecen. Sí que hay un personaje que pulula a lo largo de toda la novela, la mujer de Marc, que aunque no es una protagonista real, siempre está en los pensamientos y sueños del psicólogo. Es una pieza clave de la historia, al igual que una supuesta bala desaparecida.
Aunque la trama se desarrolla principalmente en la ciudad de Barcelona, transcurre también por Gerona, Zaragoza y Madrid. Casualmente es en Madrid donde el protagonista recuerda a un amigo suyo, que intentó triunfar en la época de la movida madrileña, cuyo nombre coincide con el autor de la novela.
La primera parte del libro está escrita en tercera persona, pero desde el punto de vista del protagonista, Marc Viadiu. Desde el capítulo veinte, un nuevo personaje entra en escena, Teresa Muntal, y será ella la encargada de narrar la historia a partir de aquí, en primera persona. Se agradece este cambio en la forma de narrar, porque así podemos ver qué piensan otras personas del protagonista, y las motivaciones que parecen guiarle, todo desde otro punto de vista.
Mis impresiones
El libro me ha llamado bastante la atención. Reconozco que no sabía nada de la existencia de este joven autor, y no me ha defraudado su forma de escribir.
Los capítulos cortos y la abundancia de diálogos en detrimento de la narración, hace que la historia se devore, porque quieres saber qué pasa con el protagonista, que a medida que avanzan las páginas acaba metido en más y más líos.
Trata varios temas interesantes: el manejo de información en manos de unos cuantos influye en la supremacía de unos sobre otros, el ansia de poder ante todo, aunque al final parece un juego de depredador y presa, una lucha por la supervivencia.
Ya he comentado más arriba que la historia parece un guión cinematográfico en algún momento, y quizá ahí hay un problema. Se agradecen los diálogos que hacen que avance la trama, pero puede que la trama no sea verosímil en algún momento. Está claro que es un libro, y depende mucho de la imaginación de su autor, pero es difícil creer que en la vida real un solo hombre, que se siente mal cuando coge una pistola entre sus manos, que no se atreve a acabar con su vida, sea capaz de enfrentarse a una organización defendida por matones, con apenas rasguños. ¿Suerte?
La suerte o las casualidades además hacen que el protagonista sea ayudado en su empeño. Según el autor:
"...nunca son más de siete los eslabones humanos que separan a una persona de cualquier otra en este mundo".
Quitando ese pequeño componente de superhombre que en algunos momentos parece atribuirse al protagonista, la historia no me ha defraudado; además, es de destacar el giro total que da el libro en sus últimas treinta páginas, y que cierran la historia.
Hay malos y buenos, pero no es novela negra, sino más bien un thriller de acción, en mi opinión. Parte de la base de que el conocimiento da poder, aunque sea a través de un simple soborno. Esto es lo que lleva al protagonista a actuar de forma inverosímil en algún caso, y lo que da pie a la historia. Otra cosa es saber cómo nos hubiéramos comportado nosotros si dispusiéramos de la misma información que tenía Marc Viadiu.
En mi opinión, es una lectura recomendable. No se tarda demasiado en leer la historia, y es entretenida. Los diálogos ayudan a avanzar, y tienes ganas de llegar al final. El protagonista principal también tiene un punto oscuro, no siempre parece sincero, y esa característica ayuda a mejorar el resultado final.
En cuanto al título, curioso, decir que hay unas palabras de Teresa Muntal, que pueden ayudarnos a entender su elección:
...el espejo era un objeto estúpido, quiso decirme, a partir de un día inconcreto, que yo era mis carnes, y por eso dejé de mirarle a la cara, no quería que me encarcelara en su prisión, es invisible, pero tiene unos barrotes tan gruesos que apenas dejan pasar entre ellos a las ilusiones, te encierran en el pasado.
Esta lectura conjunta me ha dejado buen sabor de boca, y no me importaría nada leer algo más de este autor, que a mi modo de ver se desenvuelve con bastante soltura en el mundo de las letras, gracias a su lenguaje claro y directo, pero esta no es más que mi modesta opinión.
Como de una lectura conjunta se trata, si queréis conocer la opinión de los demás participantes, no tenéis más que visitar el blog de Adictos a los libros; picando en este enlace podréis echar un ojo al resto de reseñas.
me alegro que te haya gustado
ResponderEliminarLa verdad es que me ha resultado grato descubrir a este autor.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con tu reseña!!!!!
ResponderEliminarSaludosss
Gracias, Zeno.
EliminarAunque parece que no ha gustado a todos, hay que reconocer que los hechos se suceden a un ritmo muy rápido, y eso es mérito del autor.
Saludos, y gracias por comentar.
A mí, sin embargo, me defraudó mucho y no logré conectar ni con el protagonista ni con la historia. Si no fuese por la lectura conjunta, no creo que lo acabase...
ResponderEliminarBesos,
La trama prevalece sobre los personajes, que se suceden sin calar hondo en el lector. Quizá al libro le hubieran faltado algunas páginas más para poder profundizar en ellos, pero son meros instrumentos de la historia.
EliminarSé que a algunos participantes el libro no les ha gustado, pero yo lo hubiera terminado de todos modos, porque soy más cabezota que los libros que leo, y me gusta dar oportunidad a los finales, que a veces salvan el libro.
Gracias por comentar, Carmen, y por quedarte por aquí.
Besos.