Continuando con las reseñas en homenaje a Agatha Christie, os traigo
Un crimen "dormido", la última novela protagonizada por Miss Marple.
Datos del libro
Título: Un crimen "dormido"
Autora: Agatha Christie
Título original: Sleeping murder
Publicado en 1976
Traductor: Ramón Margalef Lambrich
Volumen 7 Obras Completas, Editorial Orbis.
Páginas totales del volumen: 512, de las cuales 150 corresponden a "Un crimen <dormido>"
ISBN: 84-7530-253-8 (Volumen 7)
Argumento e impresiones sobre el libro
Gwenda Reed, recién casada de veintiún años, se adelanta a su marido Giles en su regreso a Inglaterra para comprar una casa en el sur, y la población elegida será Dillmouth. La casa escogida será Hillside, propiedad de la viuda Hengrave, y allí se instalará Gwenda para decorar la estancia a su gusto a la espera de la llegada de su marido. Lo único que le importa a la joven a la hora de comprar su nueva casa es que ésta no cuente con una historia truculenta a su alrededor; la casa había pasado por varios propietarios en los últimos años, pero no parecía haber en torno a ella ningún episodio oscuro. A pesar de que nunca antes había estado en Inglaterra ni por supuesto en la casa, Gwenda descubre en ella cosas que le resultan familiares: un armario empotrado cerrado con llave en la habitación que ella ocupa estaba empapelado con el tipo de papel que ella había elegido para una futura habitación de niños, descubre un antiguo sendero en el jardín ahora en desuso y prácticamente desaparecido, y lo que era una puerta de comunicación tapiada en una pared del comedor...
Una visita a familiares de su marido en Chelsea la pone en contacto con Miss Marple, que resulta ser la tía preferida de uno de ellos (suele pasar en la obra de Agatha Christie que los personajes están más o menos relacionados entre sí). Durante la asistencia a una obra de teatro Gwenda huye despavorida, porque la escena que ve representar allí le recuerda a alguien a quien ella vio morir estrangulada: Helen. Pero una nueva pregunta se le plantea, ¿quién era Helen?
Gwenda pronto traba amistad y confianza con Miss Marple, una adorable anciana que sabe escuchar y aconsejar y no tardará demasiado en ponerla en antecedentes de las sensaciones que tiene en su nueva casa. Según opinión de Miss Marple, los posibles recuerdos de la casa y la imagen de alguien asesinado pueden deberse a recuerdos de infancia, aunque según Gwenda, no resulta probable, porque aunque ella nació en la India, al morir su madre pronto se trasladó a vivir a Nueva Zelanda a vivir con sus tíos, ya que su padre fallecería tiempo después. A instancias de Miss Marple, Gwenda pedirá información a su tía sobre su infancia y pronto descubrirá que vivió durante un corto espacio de tiempo en Inglaterra, con su padre (que fallecería en una clínica) y con su madrastra, aunque el matrimonio de éstos acabaría mal. Miss Marple no es partidaria de remover el pasado porque algo puede ir mal, pero Gwenda y Giles están dispuestos a todo para saber qué pasó en realidad, sobre todo ahora que tienen constancia de que Helen, la madrastra de Gwenda, pudo ser la mujer que ella vio morir estrangulada, y de cuyo asesinato su padre se culpaba, a pesar de que había pruebas de que ella lo abandonó.
Entre el joven matrimonio y Miss Marple pronto se establecerá un vínculo especial: para ellos la anciana será una persona en la que confiar; para Miss Marple ellos serán alguien de quien cuidar, porque remover hechos del pasado puede traer nefastas consecuencias para quien lo hace. Miss Marple decidirá por tanto trasladarse desde St. Mary Mead, la pequeña población en la que vive, a Dillmouth, con el beneplácito de su médico y amigo, el doctor Haydock, que le receta "un cambio de aires" buscando el "poder curativo del mar" para mejorar su salud y enfrentarse junto al joven matrimonio a un "crimen dormido".
Miss Marple echará mano de sus amistades (en Dillmouth se hospedará en un hostal regentado por una antigua cocinera de una buena amiga de su población) que le abrirán puertas para ir reconstruyendo hechos del pasado; su capacidad de observación y el saber escuchar ayudarán al joven matrimonio y al mismo lector a desentrañar qué ocurrió realmente en esa casa y quiénes fueron los protagonistas de unos hechos que se van descubriendo a medida que se avanza en la lectura.
En esta historia la autora nos sitúa ante una población no demasiado extensa, donde al parecer todos se conocen o conocen hechos que tuvieron lugar en el pasado, lo cual va a permitir al propio lector y a los protagonistas la reconstrucción de unos sucesos que se dieron hace años pero que van a ser recordados tomando en consideración los pensamientos de los mayores del lugar (Miss Marple se va a encargar de hablar con las dependientas más mayores de las tiendas y de trabar amistad con gente de la zona para descubrir quién era Helen y qué pasó finalmente con ella). Las pesquisas de la anciana y los anuncios en prensa que el joven matrimonio pone buscando información sobre familiares o amigos de la propia Helen van a permitir (a ellos mismos y al lector) reconstruir una historia "dormida" que como suele pasar en los libros de Agatha Christie, va a tener repercusiones en el presente de los protagonistas y encierra a su vez un nuevo caso más fácil de adivinar; aquí también encontramos el principio de que quien guarda información porque cree que va a poder utilizarla a su favor encuentra algo que en realidad no buscaba.
Las pesquisas de unos y otros van a llevar al lector a reconstruir una historia, la del pasado de Gwenda, su padre y su madrastra, que estaba "dormida" en la mente de una niña de pocos años. A medida que se avanza en la lectura iremos conociendo aspectos desconocidos de la vida de Helen, la presunta víctima en el pensamiento de Gwenda, y quiénes fueron los que tuvieron relación con ella y su pasado, entre amigos y familiares, con algunos de los cuales el matrimonio protagonista y la propia Miss Marple van a tener que enfrentarse para reconstruir ese pasado que tanto interesa conocer a Gwenda.
La lectura de "Un crimen dormido" no es más que un puzle del pasado en el que el lector va a ir reconstruyendo, a la largo de veinticinco capítulos, una historia, con las pocas piezas que en principio se van aportando pero que en conjunto da un buen resultado final. Si alguien está interesado en recordar las dotes de observación de una adorable anciana, en una comunidad no demasiado extensa, donde todos parecen conocerse y alguno que otro guarda determinada información, puede resultar un título entretenido, porque en él se da la pizca de misterio que traen en general los libros de Agatha Christie, y aunque no es difícil descubrir qué pasó, hay que tener en cuenta el quién y el por qué, y eso no siempre es fácil de descubrir en los libros de esta autora.
En general, he disfrutado con este libro. No recuerdo si lo leí en su momento (a pesar de tener muchos libros de esta colección recuerdo que iba leyéndolos alternativamente, según me atrajera el título), pero ahora lo he disfrutado. Me ha gustado acercarme de nuevo al personaje de Miss Marple (aunque debo reconocer que yo era más de Poirot), una anciana que no deja de ser un poco "cotilla" pero que tiene un buen corazón y no duda en ningún momento en echar una mano a aquellos que ella cree que están en peligro precisamente por querer saber y remover cosas que a otros no les gustaría que se removiesen. Esa actitud de unos y otros es el germen del libro que hoy traemos cuya lectura me ha resultado bastante grata (siempre he disfrutado con los libros de Agatha Christie). Como todos los libros de esta autora, estamos ante una lectura ágil, no exenta de misterio y que permite al lector convertirse en investigador para descubrir los hechos, lo cual resulta un aliciente añadido si al final "acertamos" con lo que realmente pasó. Desde luego, que ni decir tiene que son lecturas para pasar un buen rato y que siempre vienen bien para desatascar si en algún momento no sabemos qué leer y buscamos una lectura ágil y amena, buenos adjetivos para definir este libro.
Estoy disfrutando bastante con este homenaje, desde luego está resultando una buena excusa para releer o hacerse eco de títulos que tenemos perdidos en nuestra biblioteca y a los que hace tiempo no prestábamos atención. De vez en cuando viene bien retomar la obra de autores que nos despertaron el gusto por la literatura, ¿no os parece?.