Cuando Teresa, del blog "Leyendo en el bus" propuso una lectura en la red como homenaje a Agatha Christie, en el aniversario de su muerte, no dudé en apuntarme, porque a mí, como supongo que le ha pasado a muchos de vosotros, me entró el gusanillo de la novela negra en particular y de la lectura en general después de haber leído los libros de esta autora. Como creo que os pasó a muchos, comencé con la serie de "Los cinco" de Enid Blyton y todos los libros de aventuras que escribió, y un poco más mayor, con unos doce años creo recordar, cayó en mis manos el primer libro que leí de esta autora que hoy homenajeamos, Agatha Christie; era "La muerte visita al dentista", y aunque he leído muchos libros de los que en ocasiones no recuerdo el argumento o quién era el culpable, de éste en particular me acuerdo bastante.
Tenía muchos libros de esta autora publicados por la Editorial Molino, pero cuando Orbis sacó la obra completa de esta autora no dudé en hacerme con ella. A la hora de escoger títulos para el homenaje cualquiera hubiera resultado adecuado, puesto que reconozco que tengo bastante olvidada la obra y no recuerdo en ocasiones ni el argumento ni al culpable, como bien he dicho más arriba. Cualquier título hubiera sido perfecto, pero me he decantado por este volumen, el nº 7 de la colección, para recordar títulos en los que hay variados protagonistas, Poirot en "Las manzanas", Miss Marple en "Un crimen dormido" y los Beresford, Thomas y Tuppence, en el caso de "La puerta del destino". Además de homenajear a la escritora, el volumen resulta un grato acercamiento a los tres protagonistas principales de sus obras. En esta primera entrada pretendo reseñar "Las manzanas", que es el primer título que he leído de este volumen.
Tenía muchos libros de esta autora publicados por la Editorial Molino, pero cuando Orbis sacó la obra completa de esta autora no dudé en hacerme con ella. A la hora de escoger títulos para el homenaje cualquiera hubiera resultado adecuado, puesto que reconozco que tengo bastante olvidada la obra y no recuerdo en ocasiones ni el argumento ni al culpable, como bien he dicho más arriba. Cualquier título hubiera sido perfecto, pero me he decantado por este volumen, el nº 7 de la colección, para recordar títulos en los que hay variados protagonistas, Poirot en "Las manzanas", Miss Marple en "Un crimen dormido" y los Beresford, Thomas y Tuppence, en el caso de "La puerta del destino". Además de homenajear a la escritora, el volumen resulta un grato acercamiento a los tres protagonistas principales de sus obras. En esta primera entrada pretendo reseñar "Las manzanas", que es el primer título que he leído de este volumen.
Datos del libro
Título: Las manzanas
Autora: Agatha Christie
Título original: Halowe'en party
Publicado en 1969
Traductor: Ramón Margalef Lambrich
Volumen 7 Obras Completas, Editorial Orbis.
Páginas totales del volumen: 512, de las cuales 173 páginas corresponden a "Las manzanas"
ISBN: 84-7530-254-8 (Volumen 7)
Argumento e impresiones sobre el libro
Ariadne Oliver, famosa escritora de novelas de misterio pasa unos días en Woodleig Common, en casa de Judith Butler, viuda a la que conoció en un crucero por las islas griegas. Esos días de asueto llevan a Ariadne a participar en los preparativos de una fiesta que tiene lugar en Apple Trees (Los manzanos), para homenajear a los jóvenes mayores de once años de la zona. En el transcurso de la celebración una adolescente, Joyce Reynolds, aseguró que una vez vio cometer un asesinato. Nadie pareció tomar en serio sus palabras por la fama de mentirosa e imaginativa que Joyce tenía entre los que la conocían, pero la aparición de su cuerpo sin vida ahogado en un cubo lleno de agua y manzanas hace pensar a Ariadne que las palabras que dijo podían ser ciertas.
Una fiesta destinada a jóvenes donde se ponían en marcha juegos tan inocentes como intentar sacar una moneda de un pastel de harina sin mancharse demasiado, conseguir que las jovencitas vieran reflejados en unos espejos las caras de sus futuros maridos o coger unas jugosas manzanas con la boca de dentro de un cubo de agua acaba en tragedia, y Ariadne Oliver, que no conocía demasiado a ninguno de los participantes en la fiesta, sabedora de que el o los culpables del crimen de Joyce estaría entre las veinte o treinta personas que de ella disfrutaron, se desplaza a Londres para pedir la ayuda de su amigo Hércules Poirot, un policía belga retirado, famoso por hacer trabajar su materia gris, que aunque ya está algo mayor, tendrá la capacidad de desentrañar hechos del pasado que den con la solución al crimen cometido.
En Woodleig Common Hércules Poirot echa mano de su amistad con el superintendente retirado Spence, al que ayudó en un crimen pasado, el de la señora Macginty, y de su hermana Elspeth Mackay, conocedora de todos los secretos que pudieran guardar sus vecino.
Ni la anfitriona de la casa donde se celebró la fiesta, Rowena Drake, ni los hermanos de Joyce, Leopold y Ann, que también asistieron, ni la propia madre de Joyce, ni los más allegados llegaron a creer las palabras en las que Joyce confesaba haber presenciado un crimen tiempo atrás. Todos tachaban a Joyce de incorregible embustera, que siempre buscaba significarse. Quizá fuera una muchacha mentirosa, pero lo cierto era que alguien había acabado con su vida y siendo una chica joven era posible que hubiera sido testigo de algo que hubiera ocurrido en su entorno algunos años atrás, por lo que en opinión de Poirot había que centrar las investigaciones en muertes que podrían haber sido asesinatos, y que podían estar relacionadas entre sí.
Como suele ocurrir en los libros de Agatha Christie, todos los protagonistas parecen relacionados entre sí, bien por hechos del pasado, bien por su pertenencia a una determinada comunidad, y en "Las manzanas" no vamos a tener un caso distinto. Las indagaciones de Poirot llevan a retomar casos del pasado, como la supuesta muerte natural de la anciana señora Llewellyn-Smythe, que murió sin hijos testando a favor de Olga, una chica extranjera que cuidó de ella en los últimos tiempos y que andaba desaparecida desde entonces, acusada de haber falsificado el testamento con ayuda de Lesley Ferrier, que trabajaba como pasante de abogados y murió apuñalado. Por si fuera poco, también por la zona asesinaron a golpes a una joven aprendiz de dependienta, Charlote Benfield, y estrangularon a Janet White, una joven profesora del colegio "Los Olmos" donde habían estudiado Joyce y muchos de los participantes en la fiesta. Era posible que Joyce, viviendo en la zona, hubiera sido testigo de alguno de estos casos, aunque sin tener claro que estaba ante un crimen, y ahora el o los responsables quisieran acallarla para que nada saliera a la luz. La labor de Poirot, el superintendente Spence y Ariadne Oliver será hablar con unos y otros para desentrañar el misterio.
Estamos ante una típica historia policíaca, con crimen, personas que conocen hechos del pasado que pueden tener relación con el presente, gente que guarda datos para sacar provecho propio y cuya actuación puede tener nefastas consecuencias y, como sello propio de la autora, el jugar al despiste con el lector, puesto que en este libro se ofrecen muchos casos pasados que no están del todo cerrados y que hacen volar nuestra imaginación intentando descifrar no sólo al autor del crimen, sino el porqué del mismo. Son muchos frentes abiertos los que la autora plantea en esta historia, y alguno que otro se intuye a medida que avanzamos en la lectura. En cuanto al caso principal, queda perfectamente cerrado, y si bien puede ser descubierto con una atenta lectura del texto (la autora siempre deja pistas claras que en ocasiones se nos pasan), los numerosos frentes abiertos que plantea la trama, muy relacionados entre sí hacen que el final resulte algo sorprendente, como suele pasar con los títulos de esta autora. En general, he disfrutado bastante con la lectura de esta obra (no recordaba haberla leído), y aunque no es de las primeras escritas por Agatha, hace que manejemos nuestra propia materia gris para descubrir al culpable y el porqué de su actuación, y debo decir que casi lo consigo. En definitiva, una buena aproximación a la obra de la autora que en estos días homenajeamos, protagonizada por su detective más conocido, Poirot, al que todos los amantes del género de novela negra le guardamos un cariño especial.
Suele ser corriente en mi blog que hable un poco del autor del libro que reseño, pero como dediqué una entrada en su momento a Agatha Christie, cuando este blog no era más que un trabajo de un cursillo del paro, os remito a la entrada que hice en su momento, donde me extendí sobre su biografía; si os interesan datos sobre Agatha Christie no tenéis más que pinchar en el enlace que os dejo más abajo:
Agatha Christie. Recordando los clásicos.En Woodleig Common Hércules Poirot echa mano de su amistad con el superintendente retirado Spence, al que ayudó en un crimen pasado, el de la señora Macginty, y de su hermana Elspeth Mackay, conocedora de todos los secretos que pudieran guardar sus vecino.
Ni la anfitriona de la casa donde se celebró la fiesta, Rowena Drake, ni los hermanos de Joyce, Leopold y Ann, que también asistieron, ni la propia madre de Joyce, ni los más allegados llegaron a creer las palabras en las que Joyce confesaba haber presenciado un crimen tiempo atrás. Todos tachaban a Joyce de incorregible embustera, que siempre buscaba significarse. Quizá fuera una muchacha mentirosa, pero lo cierto era que alguien había acabado con su vida y siendo una chica joven era posible que hubiera sido testigo de algo que hubiera ocurrido en su entorno algunos años atrás, por lo que en opinión de Poirot había que centrar las investigaciones en muertes que podrían haber sido asesinatos, y que podían estar relacionadas entre sí.
Como suele ocurrir en los libros de Agatha Christie, todos los protagonistas parecen relacionados entre sí, bien por hechos del pasado, bien por su pertenencia a una determinada comunidad, y en "Las manzanas" no vamos a tener un caso distinto. Las indagaciones de Poirot llevan a retomar casos del pasado, como la supuesta muerte natural de la anciana señora Llewellyn-Smythe, que murió sin hijos testando a favor de Olga, una chica extranjera que cuidó de ella en los últimos tiempos y que andaba desaparecida desde entonces, acusada de haber falsificado el testamento con ayuda de Lesley Ferrier, que trabajaba como pasante de abogados y murió apuñalado. Por si fuera poco, también por la zona asesinaron a golpes a una joven aprendiz de dependienta, Charlote Benfield, y estrangularon a Janet White, una joven profesora del colegio "Los Olmos" donde habían estudiado Joyce y muchos de los participantes en la fiesta. Era posible que Joyce, viviendo en la zona, hubiera sido testigo de alguno de estos casos, aunque sin tener claro que estaba ante un crimen, y ahora el o los responsables quisieran acallarla para que nada saliera a la luz. La labor de Poirot, el superintendente Spence y Ariadne Oliver será hablar con unos y otros para desentrañar el misterio.
Estamos ante una típica historia policíaca, con crimen, personas que conocen hechos del pasado que pueden tener relación con el presente, gente que guarda datos para sacar provecho propio y cuya actuación puede tener nefastas consecuencias y, como sello propio de la autora, el jugar al despiste con el lector, puesto que en este libro se ofrecen muchos casos pasados que no están del todo cerrados y que hacen volar nuestra imaginación intentando descifrar no sólo al autor del crimen, sino el porqué del mismo. Son muchos frentes abiertos los que la autora plantea en esta historia, y alguno que otro se intuye a medida que avanzamos en la lectura. En cuanto al caso principal, queda perfectamente cerrado, y si bien puede ser descubierto con una atenta lectura del texto (la autora siempre deja pistas claras que en ocasiones se nos pasan), los numerosos frentes abiertos que plantea la trama, muy relacionados entre sí hacen que el final resulte algo sorprendente, como suele pasar con los títulos de esta autora. En general, he disfrutado bastante con la lectura de esta obra (no recordaba haberla leído), y aunque no es de las primeras escritas por Agatha, hace que manejemos nuestra propia materia gris para descubrir al culpable y el porqué de su actuación, y debo decir que casi lo consigo. En definitiva, una buena aproximación a la obra de la autora que en estos días homenajeamos, protagonizada por su detective más conocido, Poirot, al que todos los amantes del género de novela negra le guardamos un cariño especial.
Suele ser corriente en mi blog que hable un poco del autor del libro que reseño, pero como dediqué una entrada en su momento a Agatha Christie, cuando este blog no era más que un trabajo de un cursillo del paro, os remito a la entrada que hice en su momento, donde me extendí sobre su biografía; si os interesan datos sobre Agatha Christie no tenéis más que pinchar en el enlace que os dejo más abajo:
Del mismo modo, si queréis más información sobre la iniciativa organizada por Teresa en su blog homenajeando a la autora (hay de plazo hasta el 15 de febrero para leer obras suyas) no tenéis más que pasar por este enlace.
Tengo leídos un par de libros más de la autora, y he sido afortunada con el sorteo inicial organizado por Teresa (estoy esperando "El misterioso caso de Styles"), así que volveré con más reseñas, espero no tardar demasiado.
Precisamente hoy terminé este libro. Publiqué una reseña en mi blog, te lo dejo por aquí por si quieres pasarte y echarle un vistazo https://misinsajoblog.wordpress.com/2017/07/19/las-manzanas/
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