Nos gusta la novela negra en #SoyYincanera, pero de vez en cuando apostamos por otros géneros, y disfrutamos con una buena dosis de novela histórica, que especialmente agradezco, sobre todo si trata una época no tan recordada por mí en cuanto a estudios se refiere, centrada en la España de finales del XIX, con el asedio carlista a la ciudad de Bilbao, unos hechos históricos que la autora ha sabido acercarnos con gran maestría.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Título: La mirada de la ausencia
Autora: Ana Iturgaiz
Editorial: Roca Editorial de Libros, S.L.
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-17305-00-0
Primera edición: septiembre de 2018
384 páginas.
PVP: 18'90€
Sinopsis (tomada del propio libro):
El 21 de febrero de 1874 el ejército carlista pone cerco a la ciudad de Bilbao. En ella se encuentran Javier Garay, un fotógrafo de retratos eróticos, e Inés Otaola, una planchadora que ha perdido su trabajo.
Sin embargo, las aspiraciones de Javier no pasan por quedarse encerrado en la ciudad sitiada. Tampoco Inés sospecha que el fotógrafo es su oportunidad para recuperar lo que nunca debió haber perdido.
Un perfecto retrato de las aspiraciones y fracasos de los hombres y mujeres de finales del siglo XIX, un alegato pacifista en una época de cambios donde la fotografía se convierte en testigo del horror y la pasión.
Datos sobre la autora
Ana Iturgaiz nació en 1965 en Getxo, una ciudad al borde del mar Cantábrico. Después de graduarse en Historia, se mudó a Madrid para trabajar en el mundo de las bibliotecas y los archivos. Los libros y los documentos antiguos son parte de su vida. Le encantan la documentación, los lugares con pasado y las viejas fotografías, y plasma esas pasiones en sus historias.
En 2010 quedó finalista del Premio Novela Romántica 2010, organizado por Ediciones B y, desde entonces, ha publicado cinco novelas más. También escribe pequeños relatos que comparte con sus lectores y que pueden encontrarse en su web: http://www.anaiturgaiz.com/
Impresiones sobre el libro
La historia que refleja "La mirada de la ausencia" tiene lugar en torno a la ciudad de Bilbao, en 1874, poco antes del inicio de la llamada tercera guerra carlista, guerra civil que se desarrolló en España, entre los partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista con el nombre de Carlos VII, y los gobiernos de Amadeo I, de la Primera República y de ALfonso XII. Tenía su origen en las pretensiones de Carlos, hermano del que fuera rey Fernando VII, de acceder al trono de España por encima de Isabel II, la hija de Fernando VII. Además de una guerra cruenta, fue un choque de ideologías entre los combatientes, entre el liberalismo defendido por unos y el absolutismo defendido por otros, con la excusa de la tierra por la que guerrear. Partidarios de liberales y carlistas tendrán representación en la páginas de "La mirada de la ausencia" y las conversaciones que mantendrán unos y otros en los inicios del libro, y cuando la contienda ya alcance sus mayores cotas de dramatismo serán magistralmente descritas por Ana Iturgaiz en su libro, que arranca con el asedio de la ciudad de Bilbao en la que es conocida por algunos como Tercera Guerra Carlista. La autora ha sabido dibujar muy bien el escenario histórico y geográfico en el que transcurre la novela, de forma que los que no tenemos el placer de conocer esa parte tan bonita de la geografía española hemos podido hacernos una perfecta foto de lugar de los escenarios narrados y del tiempo histórico en el que la autora ha querido hacer transcurrir su obra, un acercamiento a un período histórico no demasiado tratado en la literatura, con cuyas pinceladas he disfrutado mucho, porque no se trata de contar fechas y datos de cuánta gente participó en el conflicto, o de las bajas que éste ocasionó, sino de acercar los motivos de la lucha, de la supervivencia de los habitantes de la zona por conseguir mejorar sus condiciones de vida, algunos bajo unos ideales y otros dándose cuenta de que lo importante es sobrevivir al día a día y disfrutar el momento que la vida les brinda. Todo eso lo encontramos en el libro que hoy traemos aquí, de la mano de sus dos protagonistas principales, Javier Garay Zabala e Inés Otaola Azcona, dos representantes de una clase humilde que luchan por mejorar sus condiciones de vida por un lado y alcanzar un estatus y un reconocimiento por la sociedad en la que convive en el caso de Javier, y procurar el sustento económico a su familia en el caso de Inés.
Inés, pilar fundamental de la historia, es una chica humilde que debe sacar adelante a su abuela y su hermano pequeño, desde que tuvieran que abandonar las tierras familiares que quedaron a cargo de su hermano mayor, que no dudó en expulsar a la familia obligándoles a huir a la ciudad, buscando una vida mejor. Para conseguir el sustento de los tres y una educación a la que ella no pudo acceder para su hermano, trabaja como planchadora en casa de una familia pudiente, hasta que por error caen en sus manos unas fotografías de una mujeres que posan ligeras de ropa, que el señor guardaba en uno de sus cajones. Como los secretos de una familia se quedan en esa familia, la dueña de la casa para la que trabaja no dudará en prescindir de los servicios de Inés, que a partir de entonces, y en un panorama desfavorable, con la ciudad sitiada, sin trabajo, con escasez de alimentos y la miseria que pulula por las calles, se ve en la necesidad de buscar al fotógrafo que elabora esas fotos para poder seguir llevando alimento a los suyos. El fotógrafo no es otro que Javier, un joven idealista, que trabaja como ayudante de su futuro suegro, un afamado fotógrafo de Bilbao que en opinión de Javier pierde su tiempo porque no evoluciona, empeñado solo en hacer retratos de personajes de bien de la clase pudiente de la ciudad. Javier aspira a más, quiere ser reportero de guerra, contar al mundo lo que de verdad pasa en uno y otro lado de los dos bandos enfrentados en esta guerra fraticida, pero mientras encuentra su lugar, algo difícil en la época retratada, no duda en hacer fotografías algo picantes, con un punto de erotismo, de chicas más o menos necesitadas, que luego vende a los hombres de las clases sociales más estables de la ciudad de Bilbao. Y será precisamente en este contexto en el que se conozcan los personajes, sin saber que la guerra que se está desarrollando va a acabar uniéndolos más de lo que se hubieran podido imaginar.
"A pesar de querer terminar cuanto antes, a pesar de los nervios, a pesar de la necesidad de tener la ganancia en el bolsillo, no fue derecha a la calle de la Pelota. Por eso vio a niños, mujeres y hasta a un grupo de monjas mercedarias a los que los carlistas no habían permitido la salida, regresar por la calle Achuri de vuelta a sus jaulas. Por eso comprobó, al pasar por la calle Ronda, que las balas de los cañones carlistas habían arrancado de cuajo el mirador de un tercer piso que ahora se encontraba en medio de la calle. Junto a los cascotes, unos vecinos se santiguaban por la suerte que habían tenido de que no les cayera encima. Por eso supo que mientras ella se decidía a mostrar a un desconocido partes de su cuerpo que nadie había visto a cambio de unas monedas con las que llenar la olla de su familia, otros protegían la puerta de sus casas con lujosas barricadas fabricadas con piezas de terciopelos, sedas y rasos. «Y es que ante la angustia y el miedo, la riqueza no sirve para nada.»" (Página 80)"La mirada de la ausencia" no es un libro romántico, pero en él encontramos amor, a la pareja, a la familia, a aquellos que nos ayudan y forman parte de nuestro día a día y en los que podemos confiar, a pesar de que con ellos no nos una un vínculo de sangre, amor a la tierra que se trabaja, por la que se lucha, amor a unos ideales, a una necesidad de cambiar el mundo, de hacer llegar al resto las cosas tal y como son realmente y no manipuladas por uno u otro bando en conflicto, deseo de prosperar, de sobrevivir al día a día, de vivir el momento en muchos casos. Estamos ante una bella recreación histórica con la que sinceramente he disfrutado. Debo reconocer que sí conocía a la autora, de hecho tengo un libro suyo esperando en mi estantería, pero el hecho de que fuera etiquetado como novela romántica ha contribuido a que lo dejara de lado. Ahora, leyendo el libro que hoy os traigo, reconozco que voy a darle una nueva oportunidad a la autora, porque si bien juega con el amor y los sentimientos, el trasfondo histórico en el que transcurre la obra y la manera de narrar que tiene Ana hacen que el libro se lea bien, que las páginas avancen rápidamente entre nuestras manos y que sin duda den ganas de seguir leyendo algo más sobre el período histórico aquí retratado. Reconozco que no sabía qué iba a encontrar entre las páginas de "La mirada de la ausencia", a pesar del contexto histórico que retrataba. El tema de las fotografías subidas de tono me hacía pensar que los derroteros iban a girar por ahí, pero no, nada más lejos de la realidad; esas fotografías y la necesidad de unos y otros de posar como modelos, crear las imágenes e incluso comprarlas no hace más que acercar al lector a los problemas de la época en las distintas escalas de la sociedad. La fotografía es una buena excusa para retratar los problemas de una guerra cruenta que se cebó en hermanos, vecinos y familiares, y ha sido una grata sorpresa acercarse a este momento histórico gracias a la prosa de Ana Iturgaiz. Además, ha sido un verdadero placer acercarnos al mundo de la fotografía, a través de las explicaciones que Javier hace de su arte en las páginas del libro, así como del amor por la tierra.
"... Las tierras de los Otaola serán ahora para uno de tus hijos, para un Azcona. Eso está bien. Tú hazles saber lo orgullosos que tienen que estar de su padre, enséñales a amar la tierra que un día heredarán. ¿Qué hay para un hombre más valioso que eso? Nada. Ser propietario del lugar por donde pisa, trabajar su propia tierra. Tú sabes que tu padre y yo no tuvimos esa suerte. Nunca poseímos nada, ni el tejado que nos cubría. Unos simples jornaleros, no éramos más que eso. Íbamos de un sitio a otro buscando quien nos quisiera emplear. -La anciana movió la cabeza a uno y otro lado-. Este país nuestro no es bueno para los que no poseen nada." (Página 76)En definitiva, y a modo de conclusión, una mirada certera a la sinrazón de una guerra a través de los ojos de unos potentes protagonistas, eso es lo que nos ofrece Ana Iturgaiz con una lenguaje claro y directo en "La mirada de la ausencia", una historia que sin duda se quedará mucho tiempo en nuestro recuerdo, y que por supuesto no dudo en recomendar a todo aquel que disfrute con una buena novela histórica.
Y vosotros, ¿os animáis a conocer a Inés y Javier?
¡Nos leemos!
Soy un fiel seguidora de la autora desde hace varios años. Me he leído todos sus libros y, La mirada de la ausencia es uno de los más brillantes que he leído de su autoría. Es una novela tan completa en el sentido bélico y en el más tierno que son los sentimientos de sus personajes. Me ha parecido perfecta desde el punto de vista narrativo a través de una prosa muy cuidada y exquisita. Comparto la mayoría de tus apreciaciones, aunque no me limitaría a llamarla solo novela histórica.
ResponderEliminarPor las reseñas que llevo leídas hasta ahora, creo que a la mayoría nos ha parecido lo mismo en cuanto a que no es propiamente un libro romántico pero sí encontramos en él distintos tipos de amor. A mí desde luego me ha encantado, creo que seguiré leyendo a la autora porque me parece que escribe maravillosamente.
ResponderEliminarDe acuerdo con Espe, a mí no me ha parecido un libro romántico en ningún momento, es evidente que tiene una gran historia de amor, pero lo veo más como libro histórico, y como tal, está muy bien documentado y sus personajes muy bien trazados. Una autora que seguiré en un futuro. Muy buena reseña Loli, un beso.
ResponderEliminarGran reseña. Como a ti, me ha encantado poder ahondar más en los motivos políticos y sociales de esta época que llevaron a una guerra entre "hermanos". Leer sobre el proceso fotografico,que tan lejos nos queda con los móviles ha sido otro aliciente más. Una novela redonda y con multitud de artistas. Un beso.
ResponderEliminarMuy buena reseña. La parte histórica magistral. Y como bien relatas el dramatismo de las contiendas entre ambos bandos te dejan el corazón encogido. La historia de amor, un dulce. Besos.
ResponderEliminarMuy buena reseña, me gusta como describes la parte histórica y por su puesto que es una novela muy bien escrita. Besos
ResponderEliminarEs un libro que aborda muchos temas, y creo que todos tratados de forma exquisita por su autora.
ResponderEliminarLa verdad es que la parte histórica es fascinante y ayuda mucho a ello el que transcurra en un momento histórico apenas tratado en literatura. No obstante, ha sido una experiencia increible el modo en que la autora nos lo ha acercado, aderezado, además, con una historia de amor de las que ya no se dan.
ResponderEliminarUn beso.
Una novela preciosa, que creo que te ha gustado más a ti que a mí, pero que coincidimos en muchas opiniones. Absolutamente recomendable si te gusta la novela histórica y los romances.
ResponderEliminarHola. Desde luego que Ines es el pilar de la novela. Es la fuerza para todos y la que transmite amor sin medida. Que suerte tuvo Javier en encontrarse con ella. Me ha entado su lectura. Besos.
ResponderEliminarUna reseña magnífica Loli, con la que coincido totalmente. La novela, para mí, ha sido una sorpresa enorme pues no conocía a la autora ni de nombre. Con una parte histórica perfectamente documentada y una trama romántica muy bien encajada en los acontecimientos, ha confeccionado una historia creíble y muy bien relatada. Un beso.
ResponderEliminarYo la tenía por romántica pero la verdad es que me ha sorprendido muchísimo. Tien bastante más peso la historia en si mísma que el romanticismo.
ResponderEliminarCómo he comentado en alguna otra ocasión, me quito el sombrero ante la documentación de la autora. La historia de amor y supervivencia de los personajes dentro de la atrocidad de una guerra, me han tenido en vilo. Muy muy recomendable. Besos
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