viernes, 28 de septiembre de 2012

No acosen al asesino. José María Guelbenzu.


José María Guelbenzu nació en Madrid en 1944. Realizó estudios de Derecho y Dirección de Empresas. En 1964 se incorporó a la recién fundada revista "Cuadernos para el Diálogo" como colaborador. Codirigió el influyente cine-club Imagen de Madrid y colaboró en diversos periódicos y revistas literarias de la época.
En 1970 se incorpora a la editorial Taurus y en 1977 asume la dirección editorial de la misma. En 1982 asume también la dirección de la editorial Alfaguara, cargos que mantendrá hasta 1988, fecha en la que abandona las dos editoriales para poder dedicarse en exclusiva a la literatura.
Es colaborador habitual de las secciones de Opinión y Cultura del diario El País, en el que escribe desde su fundación, ahora como crítico en el suplemento Babelia.
Ha sido jurado de varios premios literarios, como el Nadal y el Café Gijón de novela.
Su primera novela fue El mercurio (1967), con la que fue finalista del Premio Biblioteca Breve. Algunas de sus obras son: La noche en casa (1977), El río de la luna (1981), que recibió el Premio de la Crítica, El esperado (1984), La mirada (1987), La Tierra Prometida (1991), ganadora del premio Plaza&Janés, El sentimiento (1995), Un peso en el mundo (1999)... Recibió el Premio Fundación Sánchez Ruipérez de Periodismo en 2007 y el Premio Torrente Ballester de Narrativa en 2010.
En el 2001 comenzó la serie de la Juez Mariana de Marco, con el título que hoy comentamos, No acosen al asesino, que cuenta ya con seis libros, el último publicado este mismo año. Componen la serie:
- No acosen al asesino (2001)
- La muerte viene de lejos (2004)
- El cadáver arrepentido (2007)
- Un asesinato piadoso (2008)
- El hermano pequeño (2011)
- Muerte en primera clase (2012)
Se puede ampliar la información sobre el autor y su obra en la página web:
http://www.jmguelbenzu.com

Después de la aproximación al autor, la reseña del libro:

No acosen al asesino

Editorial Alfaguara
Grupo Santillana de Editores, 2001.

© 2001, José María Guelbenzu
ISBN: 84-204-4301-8
© Cubierta: Proforma
416 páginas.

Sinopsis: 'Sabemos quién es el asesino y aún queda todo por descubrir'. Así presenta la Editorial Alfaguara este libro en su contraportada. Estamos en una elegante colonia de veraneo cerca de Santander y asistimos al asesinato del Juez Medina, un viejo Magistrado retirado, de brillante historial. Carlos Sastre entra en la casa del Magistrado y lo degüella con una navaja de barbero, aprovechando una hora en la que todos parecen estar durmiendo la siesta en una calurosa tarde. Conocemos la identidad del asesino desde el primer momento, pero no se desvelarán los motivos del crimen hasta el final.
Carlos Sastre pasa sus vacaciones invitado por un matrimonio amigo, los Arriaza, y se aloja en "La Cabaña", una casita alquilada propiedad de otro de los veraneantes, compartiendo eventos con la colonia veraniega. El asesinato del Juez había sido planeado y ejecutado en 72 horas, gracias al buen tiempo. Si al principio parecía que Carlos había tomado toda serie de precauciones para no ser descubierto, éstas empiezan a no ser suficientes a medida que avanzan los días.
La Juez Mariana de Marco, Juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Pedro del Mar, es la encargada del caso. Pronto califica el asesinato como algo muy refinado, no como algo brutal y explosivo que caracteriza a la gente del campo. Ese refinamiento, y el hecho de que no se hubiera producido robo alguno es lo que hace centrar las investigaciones del juzgado en los integrantes de la colonia veraniega. Las precauciones tomadas por el asesino antes, durante y después del crimen (destruyó y dispersó los objetos que lo incriminaban) y su perfecta coartada (en el momento del asesinato supuestamente dormía la siesta en casa de los Arriaza), no parecen ser suficientes a medida que pasan los días. La Juez está convencida de que el asesino forma parte del círculo veraniego y que en algo ha debido fallar. Los interrogatorios a los asiduos de la colonia, así como a algunos miembros de su servicio doméstico permiten estrechar el círculo. La Juez está convencida de que algún detalle conocido al que no se le diera importancia puede ayudar a solucionar el caso, únicamente habría que atar cabos...
Los propios veraneantes, que ven peligrar sus vacaciones ante las pesquisas de los investigadores, proponen crear un grupo para cazar al asesino. El crimen es el tema principal de todas las reuniones de este grupo social de veraneantes habituales que coinciden todos los veranos y no quieren renunciar a su modo de vida. Precisamente el libro destaca por la descripción de estos retratos de grupo. El propio Carlos Sastre es descrito como un soltero empedernido, de buena posición, bien integrado en el grupo, que tiene que luchar entre un amor apasionado que encuentra en la colonia y su propia conciencia tras el acto cometido.
Aunque el libro consta solo de seis capítulos y un epílogo, se lee rápido, puesto que cada capítulo enlaza, cada pocas páginas, conversaciones, pasajes, y reflexiones que hacen que la historia avance. El retrato de los distintos personajes, sus conversaciones y sus pensamientos (incluidos los del propio asesino) ayudan al desenlace del libro, que mantiene la intriga hasta el final, pese a conocer desde un primer momento al responsable del crimen. La historia acaba con una explicación emocional; Carlos Sastre tenía razones para convertirse en asesino, aunque en el fondo supiera que se estaba sacrificando a sí mismo.

En mi opinión No acosen al asesino es un libro entretenido, de lectura fácil y rápida, y original. El libro se sale de los convencionalismo de asesinato y búsqueda del culpable; aquí el culpable se nos presenta desde el primer momento, lo que hay que descubrir son los motivos que lo llevaron al crimen, y cómo actúa el asesino  ante el avance de las pesquisas de la Juez y su equipo.
Teniendo en cuenta que este mismo año José María Guelbenzu ha publicado un nuevo título Muerte en primera clase (al que todavía no he tenido acceso), protagonizado por la Juez Mariana de Marco, ¿por qué no dar importancia a la saga empezando por el primer título de la misma? El libro me ha dejado un buen sabor y no descarto seguir con la lectura de las andanzas de la protagonista.  ¿Alguien se anima...?








jueves, 6 de septiembre de 2012

Reyes Calderón: Los crímenes del número primo

Retomamos el blog reseñando 'Los crímenes del número primo', un libro de Reyes Calderón, publicado en 2008.
Reyes Calderón Cuadrado nació en Valladolid en 1961, aunque reside en Pamplona. Tiene 9 hijos. Doctora en Economía y en Filosofía, es profesora y vicedecana primera de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Navarra. Profesora visitante en La Sorbona y en la Universidad  Berkeley de California, desarrolla su labor profesional alrededor del buen gobierno y la anticorrupción. Articulista y conferenciante habitual, combina su labor académica con la escritura.
Es autora también de los libros Ego te absolvo, Gritos de independencia, Las lágrimas de Hemingway, El expediente Canaima (estos dos últimos comparten personajes, el inspector Juan Iturri y la juez Lola MacHor, con el libro que hoy reseñamos ).
En el 2010 se publicó su libro El último paciente del doctor Wilson, también protagonizado por la juez, y ahora podemos acercarnos a su último título, La venganza del asesino par, publicado en el 2012, donde aparece Rodrigo, el alter ego del doctor Wilson.


Los crímenes del número primo
Editorial: RBA Libros, S.A.
Primera edición: enero 2008
ISBN: 978-84-9867-011-0
Tapa dura.
480 páginas.

Sinopsis: Pello Urrutia, el abad del monasterio benedictino de Leyre, ha desaparecido. Fermín Chocarro, el sacristán del monasterio, es el primero en notar que algo va mal. En el monasterio no sólo habrán de hacer frente a la desaparición del abad, sino también al robo de las formas consagradas. Aunque Chocarro no era más que el fraile sacristán, contaba con una licenciatura en ciencias exactas, pero no estaba ordenado sacerdote. Sus superiores en el convento (entre ellos el padre Ignacio, el rector), no querían que la noticia trascendiera. El abad últimamente había dado muestras de no encontrarse muy bien y temían que hubiera sido él el responsable de la sustracción de  las formas. En el convento se correrá la noticia de que estaba visitando a un familiar para no levantar sospechas.
Sin embargo, los acontecimientos se suceden, y en el arzobispado se recibe un paquete dirigido al arzobispo Cañarte: un dedo humano amputado en el interior de una cajita en forma de ataúd. El paquete viene acompañado de un pergamino, al parecer antiguo, escrito en arameo y latín, al que han añadido una forma supuestamente consagrada. El mensaje del pergamino y la recepción de la forma hacen creer al arzobispo y a su secretario, Andueza, que el dedo pertenece a alguien de la iglesia y que por tanto hay que tratar de solucionarlo sin levantar demasiado polvo. En lugar de acudir a las fuerzas policiales, el arzobispo trata de ponerse en contacto con las abadías de la zona, por si algún abad ha desaparecido, y al mismo tiempo pide ayuda al inspector Juan Iturri, al que considera amigo de fiar, y que está en la Interpool, quien ya resolvió un robo en el Palacio episcopal en 1990. Iturri, que se encuentra en  Bayona (Pontevedra), con un importante caso de pederastia entre manos, promete ayudar en la investigación.

El libro está estructurado en tres partes: Perfume de azufre (Libro 1º), Color infierno (Libro 2º) y  La infinidad de los números primos (Libro 3º). Si la primera parte sirve a la autora para presentar los hechos y acercarnos a la trama, la segunda parte nos acerca al personaje central del libro, la juez Lola MacHor, que  a partir de aquí será la narradora de la historia. Como juez de guardia, tiene que enfrentarse a la experiencia más terrible de su carrera: dos cuerpos vestidos con hábitos clericales rasgados, son encontrados en una remota ermita, en Mendigorría, brutalmente asesinados. Junto a los cadáveres aparece una gran cantidad de dinero y un antiguo Lignum Crucis, al parecer de gran valor. Aunque hacen lo posible porque la noticia no trascienda, pronto circulará por internet.
Si en un primer momento se ocupa de la investigación el inspector Álvarez, será separado del caso puesto que a la juez no le gustan sus métodos. Pronto el inspector Juan Iturri,  respondiendo a la llamada del arzobispo, se suma al caso. Los dos se conocen desde hace tiempo, cuando Iturri liberó a Lola de una injusta acusación de homicidio. Iturri está secretamente enamorado de Lola, aunque ella está casada y es madre.
El desarrollo de los hechos y el avance de la investigación parecen indicar que el asesino está retando a la policía con un juego que responde a alguna regla matemática. Según el sacristán Chocarro, que ayudará a la juez en la investigación, los números primos son considerados desde la antigüedad "los números más misteriosos, puros e impredecibles de todo el lenguaje matemático". La relación entre el arzobispo de Pamplona y el abad del monasterio de Leyre, según Chocarro, es que son los números 1 y 2 de la Iglesia navarra (ambos números primos).
La novela transcurre por los ambientes palaciegos de la Iglesia navarra, nos acerca a monasterios humildes y nos traslada a la ciudad de Marbella, todo ello para dar caza a un asesino que parece movido por ansias de venganza.
La historia atrapa desde el primer momento, y las descripciones de ambientes son enriquecedoras. La autora se centra también en la descripción de los personajes, sobre todo los principales, y así conocemos la relación de Lola con su familia y con los que la rodean. Si hay que poner un "pero" al libro es que el azar parece un personaje más en la historia, puesto que las resoluciones de los distintos casos que se plantean a lo largo del libro se solucionan de manera muy "fácil" en las últimas páginas, casi por casualidad.
Con todo, el libro engancha, y los personajes atraen. El ambiente religioso que se respira te puede atraer más o menos, pero confronta temas actuales como la pederastia y el maltrato de género, con la tranquilidad que se respira entre las piedras de viejos monasterios.
En general, a mí me ha gustado. ¿Alguien se anima?