"Tú te vas, tú te quedas", de M. J. Arlidge.

La reseña de este libro forma parte de la lectura conjunta que se ha desarrollado en la blogosfera gracias a la iniciativa de varios blogs y a la editorial Suma de Letras, que cedió los ejemplares para el sorteo.

Datos técnicos

Título: Tú te vas, tú te quedas
Título original: Eeny Meeny
Autor: M. J. Arlidge
Traducción: Amaya Basáñez
Editorial: Suma de Letras
Primera edición: marzo de 2015
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-8365-808-6
384 páginas

Sinopsis (tomada del propio libro):

Dos opciones. Un único superviviente.
Una chica sale del bosque casi moribunda. Su historia parece increíble. Pero es verdadera. Cada una de las terribles palabras que pronuncia.
Días después otra persona aparece en similares circunstancias. Poco a poco comienza a quedar claro un modo de actuar. Alguien está secuestrando a sus víctimas por parejas, las recluye y les hace afrontar un dilema: matar o morir.
¿Qué preferirías: perder la vida o perder la razón?
La inspectora de policía Helen Grace ha tenido que hacer frente a sus propios demonios y ha llegado a lo más alto. Mientras dirige esta investigación para dar caza al monstruo que anda suelto descubre que quizá sean los propios supervivientes quienes tengan la clave para resolver el caso.
Y, a menos que lo consiga, morirán más inocentes.


Sobre el autor

M. J. Arlidge ha trabajado en la televisión británica los últimos quince años, donde se ha especializado en la producción de series de calidad. Ha producido series dramáticas y policíacas de máxima audiencia como Torn, The Little House y Undeniable. Actualmente es guionista de Silent Witness y prepara un proyecto de serie de suspense para cadenas británicas y estadounidenses. Tú te vas, tú te quedas ha sido un gran éxito de ventas en Reino Unido, con más de 120000 ejemplares vendidos en los primeros seis meses. Los derechos de traducción han sido comprados en otros veinte países.



Argumento e impresiones sobre el libro

Aunque la sinopsis cuenta bastante sobre el argumento del libro, al leerla no se nos quitan las ganas de iniciar su lectura, en mi opinión es un aliciente para zambullirnos en ella.

Una pareja de novios, Amy Anderson y Sam Fisher han sido secuestrados y llevan diez días encerrados en una piscina abandonada de la que es imposible salir. Sin comida ni agua, su desesperación alcanzará límites insospechados. No tienen contacto con el exterior ni con la persona que les ha secuestrado, aunque un teléfono móvil a sus pies y una voz distorsionada les propone un dilema: vivir a cambio de matar al otro con la única bala con la que está cargada la pistola que hay a sus pies en el suelo de la piscina.

Hay que reconocer que el planteamiento de la trama es original. En pocas líneas el autor nos pone en antecedentes de cómo han llegado los protagonistas a esta situación. Somos partícipes de su miedo y de su dolor, del sufrimiento por el que pasan privados de alimento, sin entender muy bien el motivo por el que están allí. A pesar de la relación que les une, la situación por la que pasan plantea un fuerte dilema: ¿vivir a cambio de matar al otro?

"La confianza es algo frágil, difícil de conseguir y fácil de perder. Ya no estoy seguro de nada. Lo único que sé es que uno de nosotros va a morir." (página 14)

Aunque el relato del secuestro, donde el lector tiene acceso a los pensamientos y actos de las víctimas, puede resultar escabroso en algún momento, ayuda a entender el dilema que a las víctimas se les plantea, haciendo que el lector a su vez se plantee qué hubiera hecho de estar en esa misma situación, algo difícil de imaginar y asumir.

A través del bosque y como un fantasma, desmejorada y esquelética, Amy llega a la feria navideña del centro comercial de Sampson y lo único que pueden sacarle es su nombre y que acaba de asesinar a su novio.

El caso será investigado por la comisaría de Southampton y al frente de la investigación estará la inspectora de policía Helen Grace, una mujer sin ataduras que vive por y para su trabajo. En un principio, la policía trata el caso como una pelea de novios por celos o malos tratos, y no creen la versión de Amy de que una mujer les obligó a que se mataran entre ellos a cambio de su propia vida, pero el estudio de los restos hallados en la piscina y en el cuerpo de las víctimas parecen verificar la historia contada por Amy. Además otro posible secuestro, esta vez de dos hombres de negocios, Ben Holland y Peter Brighston confirmará la teoría de un "asesino en serie" que tendrá en vilo a la policía y que despertará la curiosidad de la prensa.


Los capítulos cortos de los que está formado el libro, con abundantes diálogos, permiten avanzar rápidamente en la trama. El autor ha echado mano de este recurso con gran acierto, puesto que a medida que vas adentrándote en la lectura quieres saber qué pasa con las víctimas y cómo avanza la investigación criminal. El hecho de que los capítulos tengan pocas páginas favorece la rápida lectura de la historia, anima a seguir leyendo un poco más, y cuando te das cuenta el libro se ha terminado.

Alternando con la historia que se centra en los secuestros (habrá varios a lo largo de la trama) y en la investigación de los mismos, de la mano de un narrador omnisciente, encontraremos capítulos centrados en hechos pasados, escritos en letra cursiva y narrados en primera persona por una mujer que relata aspectos duros de su infancia, plagada de malos tratos y de recuerdos infelices. Estos capítulos escritos en cursiva mantienen en vilo al lector intentando imaginar qué relación tienen con los casos ocurridos en el presente y a su vez qué relación pueden tener con Helen Grace, en torno a la cual parece estrecharse el círculo de la investigación a medida que ésta avanza.

Estamos ante un thriller con marcado carácter psicológico, que deja pensando al lector sobre cómo actuaría en el caso de las víctimas; no todas las víctimas tienen el mismo comportamiento durante el secuestro, y los que sobreviven tienen que cargar con las consecuencias de sus actos. ¿Qué haría cualquiera de nosotros en la misma situación?

En un libro con un ritmo tan marcado son varios los personajes que intervienen, ya sean las víctimas de los secuestros o sus familiares, pero en este caso estamos ante protagonistas más bien secundarios, aunque con personalidades más o menos marcadas para que el lector pueda entender su reacción ante el peligro al que deben enfrentarse.

Como protagonista principal destaca la inspectora de policía Helen Grace, una mujer fuerte, que mantiene una coraza de protección frente al resto de compañeros y que no ha tardado demasiado en ascender en una profesión con la que disfruta, viviendo por y para el trabajo. Aunque Helen se nos presenta como una mujer dura, tuvo una infancia difícil, y el lector intuye que estas dificultades pueden dar juego en la trama, algo que se va descubriendo a medida que se avanza en la lectura. Helen tiene sus secretos, y no es amiga de airearlos. Al parecer, el libro forma parte de una serie, así que esperemos que el personaje de la inspectora se haga un poco más agradable, porque por algunos de sus actos es difícil empatizar con ella, aunque también demuestra corazón ayudando a una madre y una hija que viven casi en la miseria, y a su compañero de comisaría, Mark Fuller, que está pasando por un mal momento debido a su divorcio y que tiene graves problemas con el alcohol. Junto a Mark, otra protagonista será la agente Charlene (Charlie) Brooks, joven diligente que tendrá un papel destacado en la investigación.

Aunque estamos ante el inicio de una serie, no debemos asustarnos, porque la historia que relata "Tú te vas, tú te quedas" queda totalmente cerrada, aunque es difícil que el lector se haga idea de quién puede ser el responsable (la responsable en este caso) de los hechos investigados. Lo único que queda claro desde el principio es que la secuestradora es una mujer, pero las descripciones físicas que de ella hacen los supervivientes en cada caso no coinciden para nada. Debo reconocer que me hacía mis cábalas mientras avanzaba en la lectura, pero el desenlace final ha sido una sorpresa para mí.

En definitiva, debo decir que la historia me ha gustado, he disfrutado con el devenir de la trama, aunque en algún momento haya resultado un poco repetitiva, y me ha sorprendido el final. Aunque hay alguna escena escabrosa que tiene que ver con los días que las víctimas pasan privadas de todo, personalmente no me han importunado. Estamos ante un libro con ritmo, fácil de leer, en el que predominan los diálogos y que sin duda disfrutarán todos los amantes del thriller. A mí personalmente me ha gustado, y aunque el personaje de Helen Grace no resulte muy cercano, me han quedado ganas de ver cómo evoluciona en futuras historias; si caen en mis manos, casi seguro que le daré una nueva oportunidad a esta inspectora británica.