Era un poco reticente a la hora de participar en la #YincanaCriminal2017, y la verdad es que estoy disfrutando con la experiencia. Si es cierto que ya tengo leídos un par de títulos totalmente novedosos, publicados en este mismo 2017, cuya reseña deberé afrontar en su momento, cuando pensé en esta experiencia me vino a la cabeza afrontar o retomar la lectura de títulos algo más antiguos, que se habían quedado pendientes en mi estantería; esta yincana sería una buena excusa para acabar con algunos pendientes, y qué decir tiene que en mi caso particular los pendientes en novela negra nunca se terminan, porque es lo que más suelo adquirir, pero no me arrepiento.
Tomando en cuenta esta premisa, a la hora de afrontar una novela policíaca cuya acción transcurriera en un ambiente rural, con la que poder participar en la reseña de la tercera semana, he echado mano de todo un clásico, un título de una autora que ya ha aparecido en el blog y que me acompañó durante mi etapa de lectora adolescente. Creo que ya he comentado en alguna ocasión en la blogosfera que empecé a leer a Agatha Christie después de devorar los libros de Enid Blyton, y que fue la escritora que me acercó al mundo de la novela de intriga, y eso que agradezco. Tomando como premisa la definición más o menos acertada de novela policíaca, en la que el crimen, la investigación y la intriga son los elementos principales, sin tener en cuenta la posible crítica social, y teniendo en cuenta que muchas de las novelas de esta autora se desarrollan en pequeños pueblos donde los habitantes tienen mucho que ocultar, me he decidido a retomar la lectura de "El asesinato de Roger Ackroyd", de Agatha Christie, para completar la casilla "La acción transcurre en un ambiente rural". Estamos ante una novela policíaca, por tanto, con su correspondiente crimen, pero debido a que se desarrolla en un pequeño pueblo inglés, el título viene que ni pintado para la casilla de ambiente rural.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Título: El asesinato de Roger Ackroyd
Título original: The murder of Roger Ackroyd
Autora: Agatha Christie
Traducción: G. Bernard de Ferrer
Editorial: Santillana Ediciones Generales, S.L.
Formato: Rústica
Colección: El País. Serie Negra.
Edición: Junio, 2004
256 páginas
"El asesinato de Roger Ackroyd" fue publicado originariamente en 1926, y fue la obra que lanzó a su autora a la fama.
Sinopsis: Roger Ackroyd, viudo y terrateniente, aparece con una daga tunecina clavada en la espalda. Es la tercera muerte sospechosa en poco más de un año. En King's Abbot se respira inquietud y sospecha. Por suerte, el nuevo vecino -un apacible jubilado de origen belga y espectacular bigote- abandona el relajante cultivo de calabacines para resolver el caso.
Impresiones sobre el libro
Tras una breve "Nota de la autora" en la que justifica su libro y un poco su desconcierto ante la adaptación del mismo a la escena, bajo el título de "Coartada", se presentan los "dramatis personae", como suele ser corriente en todas las obras de esta escritora, puesto que, a pesar de ser novelas no demasiado extensas, son muchos los personajes, principales y secundarios, que pululan por las historias, y normalmente todos ellos, o bien tienen algo que ocultar, o bien ofrecen algún pequeño detalle que puede servir como pista al lector más avezado, o más bien al contrario, consiguen que éste se descentre del todo.
Son veintisiete capítulos los que conforman la trama, lo que da una ligera idea de la reducida extensión de los mismos, aunque en mi opinión suficiente para dar las pinceladas de una historia que poco a poco se va desarrollando, complicándose a medida que se avanza en la lectura y que queda culminada por un sorprendente final (no se recomienda leer las tres últimas páginas, a no ser que queramos chafarnos la historia a nosotros mismos).
Será el doctor James Sheppard el encargado de acercarnos la trama y ya en las primeras líneas se nos habla de la muerte de Mistress Ferrars la noche del 16 al 17 de septiembre en extrañas circunstancias, al parecer por una ingesta excesiva de veronal. La muerte de esta viuda rica pone al descubierto los secretos que se esconden en un pequeño pueblo donde "la principal diversión consiste en hacer largos comentarios sobre las menores incidencias de la vida ajena".
El hecho de que Roger Ackroyd haya sido asesinado en su propia casa, con un arma de su propiedad, abre el abanico de sospechosos a todo aquel que tuvo alguna relación con él, incluyendo al servicio (criados, ama de llaves, secretario...) y a los familiares (un hijastro desaparecido, una cuñada y una sobrina que viven de su generosidad...) Eran muchos los que podían tener un motivo para asesinar al empresario, porque todos podían sacar un beneficio más o menos grande con su muerte, y también eran muchos los que tuvieron la oportunidad (por el hecho de encontrarse en el momento y lugar propicios), incluido un extranjero que merodeaba por los alrededores de la casa en el momento del crimen.
En las obras de Agatha Christie, y la que hoy presentamos no es ninguna excepción, no se trata únicamente de adivinar quién es el culpable de la muerte de turno, que en algunos casos puede resultar fácil, a veces por descarte, sino también de encontrar el motivo y la ocasión. Hay que reconocer que estas obras ponen a trabajar nuestra "materia gris", como diría Poirot, y no es extraño que a medida que vamos avanzando en la lectura vayamos sospechando de todo y de todos, y esto se debe principalmente a que la autora sabe trazar una telaraña de engaños y secretos que afectan a todos los protagonistas, en menor o mayor medida, lo que hace que las sospechas hacia todos ellos aumenten desde el lado del lector. A ello contribuye el personaje de Poirot, que parece ir un poco por delante, alardeando de poner en funcionamiento sus "células grises".
He intentado seguir los pasos del detective a la hora de resolver la trama, el quién y el porqué del asesinato, y he ido descartando a sospechosos a medida que se han ido revelando más datos sobre ellos, pero el final me ha sorprendido, y eso es algo que se agradece, sobre todo si estamos ante una historia no demasiado extensa, que sabe mantener la intriga. Si algo me ha quedado claro ante la lectura de este libro es que voy a buscar tiempo para leer más obras de la autora (tengo la colección completa que salió publicada por Orbis hace ya mucho tiempo, y algún que otro título suelto publicado por la editorial Molino, El País, o algún que otro título publicado con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, así que no tengo excusa); está claro que la memoria no me acompaña, y lo leído con catorce o quince años no siempre se mantiene en mi cabeza, así que es una manera de encontrar un motivo para retomar estas lecturas. Como solemos decir, nos falta vivir otra vida para leer y releer todo lo que quisiéramos, pero lo haremos en la medida de nuestras posibilidades.
Si alguien no se ha acercado a la figura de Agatha Christie y de su detective Hercule Poirot, algo que me parece casi imposible, sin duda se lo recomiendo, porque son lecturas entretenidas y que ponen en funcionamiento nuestra capacidad de deducción, y como no podía ser de otro modo, son historias que quedan totalmente cerradas en las que además del crimen e investigación de turno puedes encontrar celos, odios, engaños... toda una amalgama de problemas que amenizan la trama y hacen que disfrutemos con ella. El hecho de que muchas de estas historias se desarrollen en pequeños núcleos de población, lo que a priori podría reducir el número de sospechosos, no quita mérito a la intriga, puesto que la autora sabe jugar con el lector y a lo largo de la trama le planteará dudas y secretos guardados por los personajes, lo que en determinados momentos hará que se aparte del camino correcto para llegar a la verdad, y como ejemplo de todo esto, el libro que hoy aquí presentamos, que es recomendable 100% en mi humilde opinión.
Si alguien se anima a acercarse al personaje de Poirot, conviene leer los títulos en orden, al menos es lo que yo hubiera hecho si hubiera tenido más información. Son historias conclusivas, de eso no hay duda, pero particularmente me hubiera gustado saber el orden de publicación y haber afrontado su lectura en orden cuando era más joven; a lo mejor si lo hubiera hecho así tendría más claro cuáles había leído y qué títulos me interesaba completar. Aquí os dejo la relación de las siete primeras obras en las que aparece Poirot:
1. El misterioso caso de Styles (1920)
2. Asesinato en el campo de golf (1923)
3. Poirot investiga (1924)
4. El asesinato de Roger Ackroyd (1926)
5. Los cuatro grandes (1927)
6. El misterio del tren azul (1928)
7. Peligro inminente (1932)
Y la lista sigue, y sigue...
Si os animáis, va a merecer la pena. Para los que ya la conocéis, merece la pena dedicar un poco de tiempo a acercarse a la obra de esta autora.
Es costumbre en este blog hacer una pequeña biografía del autor o autora cuya obra se reseña, pero a Agatha Christie ya le dediqué en su momento una entrada especial, así que si alguien se anima a saber más datos sobre su vida, no tiene más que pasarse por el enlace de la reseña correspondiente, una de las primeras publicadas en el blog: Agatha Christie. Recordando los "clásicos".
Con esta reseña participo en la tercera semana de la #YincanaCriminal2017, esta vez en plazo porque he modificado criterios (gracias, jefas), en la categoría de "La acción transcurre en un ambiente rural".
Tras una breve "Nota de la autora" en la que justifica su libro y un poco su desconcierto ante la adaptación del mismo a la escena, bajo el título de "Coartada", se presentan los "dramatis personae", como suele ser corriente en todas las obras de esta escritora, puesto que, a pesar de ser novelas no demasiado extensas, son muchos los personajes, principales y secundarios, que pululan por las historias, y normalmente todos ellos, o bien tienen algo que ocultar, o bien ofrecen algún pequeño detalle que puede servir como pista al lector más avezado, o más bien al contrario, consiguen que éste se descentre del todo.
Son veintisiete capítulos los que conforman la trama, lo que da una ligera idea de la reducida extensión de los mismos, aunque en mi opinión suficiente para dar las pinceladas de una historia que poco a poco se va desarrollando, complicándose a medida que se avanza en la lectura y que queda culminada por un sorprendente final (no se recomienda leer las tres últimas páginas, a no ser que queramos chafarnos la historia a nosotros mismos).
Será el doctor James Sheppard el encargado de acercarnos la trama y ya en las primeras líneas se nos habla de la muerte de Mistress Ferrars la noche del 16 al 17 de septiembre en extrañas circunstancias, al parecer por una ingesta excesiva de veronal. La muerte de esta viuda rica pone al descubierto los secretos que se esconden en un pequeño pueblo donde "la principal diversión consiste en hacer largos comentarios sobre las menores incidencias de la vida ajena".
"El pueblo de King's Abbot es similar a cualquier otro pueblo. La ciudad más cercana es Cranchester, situada a unos quince kilómetros de distancia. Tenemos una importante estación de ferrocarril, una oficina de Correos y dos comercios rivales donde venden de todo. Los hombres acostumbran a dejar la localidad en su juventud; pero es rico en solterones y oficiales retirados. La principal diversión consiste en hacer largos comentarios sobre las menores incidencias de la vida ajena." (pág. 20)King's Paddock y Fernly Park son las dos casas de alguna importancia en el pueblo, y los propietarios respectivos, la viuda fallecida y el empresario Roger Ackroyd, verdadera alma del pueblo, mantenían algo más que una amistad. El repaso que el doctor Sheppard hace de los habitantes del pueblo de King's Abbot y de los secretos y cotilleos que atañen tanto a los personajes de más renombre como al resto de vecinos, tanto allegados como servidumbre, acercan al lector una realidad no tan idílica en la que tienen cabida chantajes, problemas económicos que bien podrían solucionarse con una buena herencia, inversiones fallidas, amores ocultos, deseos de ascender... y en general toda una serie de secretos que acaban con la vida del alma máter del pueblo, lo que trae consigo la entrada en la investigación del detective Hercule Poirot, que se dedicaba en su retiro en el pequeño pueblo al cultivo de calabazas. Roger Ackroyd, que acaba asesinado en el despacho de su casa con una daga tunecina de su propiedad clavada en su espalda, sí conocía al detective y sabía a qué se dedicaba, pero a petición del propio Poirot éste era uno de los secretos que los habitantes del pueblo más ansiaban conocer, especialmente Caroline, la hermana soltera del doctor, que guarda en su interior alma de detective y a la que gusta estar al corriente de todo lo que ocurre en la zona.
El hecho de que Roger Ackroyd haya sido asesinado en su propia casa, con un arma de su propiedad, abre el abanico de sospechosos a todo aquel que tuvo alguna relación con él, incluyendo al servicio (criados, ama de llaves, secretario...) y a los familiares (un hijastro desaparecido, una cuñada y una sobrina que viven de su generosidad...) Eran muchos los que podían tener un motivo para asesinar al empresario, porque todos podían sacar un beneficio más o menos grande con su muerte, y también eran muchos los que tuvieron la oportunidad (por el hecho de encontrarse en el momento y lugar propicios), incluido un extranjero que merodeaba por los alrededores de la casa en el momento del crimen.
En las obras de Agatha Christie, y la que hoy presentamos no es ninguna excepción, no se trata únicamente de adivinar quién es el culpable de la muerte de turno, que en algunos casos puede resultar fácil, a veces por descarte, sino también de encontrar el motivo y la ocasión. Hay que reconocer que estas obras ponen a trabajar nuestra "materia gris", como diría Poirot, y no es extraño que a medida que vamos avanzando en la lectura vayamos sospechando de todo y de todos, y esto se debe principalmente a que la autora sabe trazar una telaraña de engaños y secretos que afectan a todos los protagonistas, en menor o mayor medida, lo que hace que las sospechas hacia todos ellos aumenten desde el lado del lector. A ello contribuye el personaje de Poirot, que parece ir un poco por delante, alardeando de poner en funcionamiento sus "células grises".
"...Nada más que eso, monsieur. Cada uno de los aquí presentes me esconde algo -levantó una mano al alzarse un coro de débiles protestas-. Sí, sí; sé lo que digo. Puede ser algo sin importancia, trivial, que se supone no tiene que ver con el caso; pero ahí está. Cada uno de ustedes tiene algo que esconder. Confiésenlo, ¿no tengo razón?
Su mirada, cargada de acusación y de reto, dio la vuelta a la mesa, y todos bajaron los ojos ante los suyos..., incluso yo.
-Ya me han contestado -dijo Poirot con una risita extraña. Se levantó-. Les hago un llamamiento... ¡Díganme la verdad, toda la verdad! -hubo un silencio-. ¿Nadie quiere hablar?
Volvió a reir.
-C'est dommage! -dijo, y salió. (Págs. 137-138)Seguramente será éste un título que muchos hayan leído, creo que incluso yo lo leí hace mucho tiempo, pero debo reconocer que lo he disfrutado, porque no recordaba casi nada de la historia, y aunque tenía la mosca detrás de la oreja, recordándome que la trama me sonaba, me ha sabido sorprender, de ahí que no me haya arrepentido en ningún momento de acercarme de nuevo a esta autora, a la que había dejado un poco de lado y cuya lectura retomé hace un par de años cuando por la blogosfera se celebró una especie de homenaje en el aniversario de su muerte.
He intentado seguir los pasos del detective a la hora de resolver la trama, el quién y el porqué del asesinato, y he ido descartando a sospechosos a medida que se han ido revelando más datos sobre ellos, pero el final me ha sorprendido, y eso es algo que se agradece, sobre todo si estamos ante una historia no demasiado extensa, que sabe mantener la intriga. Si algo me ha quedado claro ante la lectura de este libro es que voy a buscar tiempo para leer más obras de la autora (tengo la colección completa que salió publicada por Orbis hace ya mucho tiempo, y algún que otro título suelto publicado por la editorial Molino, El País, o algún que otro título publicado con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, así que no tengo excusa); está claro que la memoria no me acompaña, y lo leído con catorce o quince años no siempre se mantiene en mi cabeza, así que es una manera de encontrar un motivo para retomar estas lecturas. Como solemos decir, nos falta vivir otra vida para leer y releer todo lo que quisiéramos, pero lo haremos en la medida de nuestras posibilidades.
Si alguien no se ha acercado a la figura de Agatha Christie y de su detective Hercule Poirot, algo que me parece casi imposible, sin duda se lo recomiendo, porque son lecturas entretenidas y que ponen en funcionamiento nuestra capacidad de deducción, y como no podía ser de otro modo, son historias que quedan totalmente cerradas en las que además del crimen e investigación de turno puedes encontrar celos, odios, engaños... toda una amalgama de problemas que amenizan la trama y hacen que disfrutemos con ella. El hecho de que muchas de estas historias se desarrollen en pequeños núcleos de población, lo que a priori podría reducir el número de sospechosos, no quita mérito a la intriga, puesto que la autora sabe jugar con el lector y a lo largo de la trama le planteará dudas y secretos guardados por los personajes, lo que en determinados momentos hará que se aparte del camino correcto para llegar a la verdad, y como ejemplo de todo esto, el libro que hoy aquí presentamos, que es recomendable 100% en mi humilde opinión.
Si alguien se anima a acercarse al personaje de Poirot, conviene leer los títulos en orden, al menos es lo que yo hubiera hecho si hubiera tenido más información. Son historias conclusivas, de eso no hay duda, pero particularmente me hubiera gustado saber el orden de publicación y haber afrontado su lectura en orden cuando era más joven; a lo mejor si lo hubiera hecho así tendría más claro cuáles había leído y qué títulos me interesaba completar. Aquí os dejo la relación de las siete primeras obras en las que aparece Poirot:
1. El misterioso caso de Styles (1920)
2. Asesinato en el campo de golf (1923)
3. Poirot investiga (1924)
4. El asesinato de Roger Ackroyd (1926)
5. Los cuatro grandes (1927)
6. El misterio del tren azul (1928)
7. Peligro inminente (1932)
Y la lista sigue, y sigue...
Si os animáis, va a merecer la pena. Para los que ya la conocéis, merece la pena dedicar un poco de tiempo a acercarse a la obra de esta autora.
Es costumbre en este blog hacer una pequeña biografía del autor o autora cuya obra se reseña, pero a Agatha Christie ya le dediqué en su momento una entrada especial, así que si alguien se anima a saber más datos sobre su vida, no tiene más que pasarse por el enlace de la reseña correspondiente, una de las primeras publicadas en el blog: Agatha Christie. Recordando los "clásicos".
Con esta reseña participo en la tercera semana de la #YincanaCriminal2017, esta vez en plazo porque he modificado criterios (gracias, jefas), en la categoría de "La acción transcurre en un ambiente rural".
Me ha hecho gracia saber que pasaste de Enid Blyton a Agatha Christie, porque a mi me pasó igual. Será cosa de la época ¿verdad?.
ResponderEliminarCon respecto a esta novela en particular, hace miles de años que la leí, pero me la has recordado gracias a esta estupenda reseña a la que no le falta un detalle.
Un beso.
Será la época o será la edad, quién sabe.
EliminarGracias por pasarte y comentar. Besos.
Este fue el primer libro que leí de la autora, muy jovencita. A partir de aquí surgió mi afición por la novela policial :)
ResponderEliminarBesos!
Recuerdo perfectamente el primer título que leí de Agatha, "La muerte visita al dentista", con once o doce años. Me lo prestó mi prima buscando que me diera miedo, y lo que consiguió es despertar mi gusto por lo policíaco.
EliminarBesos.
Tiepo ha que lo leí. ¡Qué tiempos aquellos en que los problemas no eran problemas!
ResponderEliminarY tanto, Eva. Creo que me apetece retomar estas lecturas para acordarme de esos tiempos.
EliminarYo creía que había leído casi todas las novelas de esta autora, pero acabo de descubrir que no han debido ser tantas pues esta no la recuerdo; como en la biblioteca municipal tienen muchas novelas de la autora la buscaré pues me apetece mucho. Besos
ResponderEliminarTambién me ha pasado con muchos de sus títulos. O creía que los había leído o bien no los recordaba. La yincana puede ser una buena excusa para retomar a la autora, y la biblioteca una buena aliada para encontrarla.
EliminarBesos.
Es una autora de referencia sobre todo en este género, que podría añadir que ella invento y a unque la novela negra ha evolucionado tanto, mucho le debemos a esta autora.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, Nacho. Y en mi caso particular, sus libros fueron los que me aficionaron al género.
EliminarPues...si había alguna duda, con esta reseña ha quedado disipada ¿Que tendrá Agatha que encanta? Creo que en mi adolescencia leí algo de ella pero voy a tomar tu consejo y pronto la retomaré. Nos leemos😉
ResponderEliminarMuy buena reseña. A mí es una autora que me fascina, y aunque ahora releo menos, no sé la de veces que habré leído algunos de sus libros.
ResponderEliminarBesos
A mi Agatha me gusta mucho y esta me ha encantado. La verdad es que me has dejado ganas de releer algo suyo, veré que tengo ñir casa o en la biblioteca. Besinos.
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