miércoles, 10 de abril de 2019

Los miércoles salvajes. Susana Hernández.

Nueva reseña en el blog, siguiendo con la iniciativa de #SoyYincanera.

Datos técnicos del libro


Título: Los miércoles salvajes
Autora: Susana Hernández Marcet
Editorial: MilenioPublicaciones, S. L.
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-9743-856-8
Primera edición: enero de 2019
A la venta en febrero de 2019
216 páginas.

Sinopsis (tomada del propio libro)


Samanta y Hugo, amigos desde la infancia en las duras calles de Ciudad Meridiana, en el extrarradio barcelonés, trabajan juntos en la empresa de seguridad propiedad de Hugo. Sam necesita dinero, mucho más dinero del que gana como escolta privada, para procurarle un tratamiento a su novio que padece una grave lesión medular desde hace doce años. Su amigo y jefe le propone un trabajo ilegal y muy bien pagado que los arrastrará a ambos al oscuro mundo del tráfico de medicamentos en un espiral de violencia y traiciones. "Los miércoles salvajes nos lleva desde las chabolas de Accra, en Ghana, donde Sirhan y Lewa luchan por conseguir medicinas que traten la diabetes tipo 1 que aqueja a su madre, a los entresijos del tráfico ilegal de medicinas comandado por María y Joao, dos hermanos portugueses, y al frío y hermético universo de la industria farmacéutica.


Datos sobre la autora

Susana Hernández (Barcelona) ha estudiado Imagen y Sonido, Integración Social, Investigación Privada y Psicología. Ha colaborado en diversos medios de comunicación ejerciendo como crítico musical, redactora de deportes, y locutora de radio. Ha publicado las novelas: La casa roja, La puta que leía a Jack Kerouac, Curvas peligrosas, Contra las cuerdas, Cuentas pendientes (ganadora del premio a la mejor novela negra en el Festival Cubelles Noir 2016), Males decisions (Premio Cubelles Noir a la mejor novela negra en catalán 2018) y La reina del punk. Ha participado en las antologías: Elles també maten, Fundido en negro, Diez negritos, nuevas voces del género negro, Obscena, Lecciones de asesinos expertos, Hnegra y Barcelona, viatge a la perifèria criminal. Es autora de diversas piezas de teatro breve. En su haber cuenta con diversos premios de relato, novela y poesía. Imparte talleres literarios desde 2011.


Impresiones sobre el libro

Ha sido un verdadero placer acercarse a un nuevo libro de Susana Hernández, autora a la que tenía un poco olvidada, y no será porque algunos de sus anteriores libros no me están esperando en el kindle (el señor Cronos no deja tregua y las lecturas se acumulan, qué le vamos a hacer).

En "Los miércoles salvajes" la autora nos acerca a un mundo para nada desconocido, aunque quizá ya forme parte de nuestro día a día y por ello no le demos tanta importancia. Con un lenguaje claro, sencillo y cercano, plagado de diálogos, toma como referencia el mercado negro de medicamentos, para que como lectores nos adentremos en temas no menos importantes que el tráfico de los mismos, que ha sustituido en muchos casos al más perseguido tráfico de drogas, entre ellos la locura de los laboratorios por conseguir un fármaco antes que cualquier otra empresa de la competencia, el robo de patentes, la dependencia que de esos milagros farmacéuticos tiene la especie humana en su lucha contra las enfermedades...

Estamos ante un libro no demasiado extenso, que apenas supera las doscientas páginas, pero en el que la autora ha sabido plasmar una serie de problemas sociales que en realidad nos afectan a todos, aunque en ocasiones queramos desviar nuestra vida hacia otros temas y no preocuparnos de esa realidad que nos envuelve. El negocio de la salud ha alcanzado cotas importantes en la sociedad de hoy día y ha traído consigo "buitres" que intentan aprovecharse de esa problemática que en mayor o menor medida nos afectará a todos a lo largo de nuestra vida, y esa es una realidad que la autora ha querido plasmar en el libro, tomando como referencia unos personajes creíbles, con sus luces y sus sombras, que a pesar del escaso número de páginas con el que cuenta el libro, han calado hondo en nuestro espíritu lector. La autora ha dividido el libro en tres partes, tituladas "Ambición", "Traición" y "Venganza" respectivamente, divididas en capítulos cortos, a modo de track, como si de un disco se tratara, con sus caras A y B, protagonizadas por los distintos personajes, tanto los de mayor peso como los secundarios, que despiertan al lector ante una realidad que parece demasiado asumida en la actualidad, para desgracia de todos.

Entre los personajes principales destaca María, la portuguesa, una mujer cruel, fría como el hielo, despiadada, que ha sufrido en su vida pero que ha volcado todo su odio en los que le rodean, a la que no le tiembla la mano a la hora de tomar drásticas decisiones, aunque ellas afecten a la vida de sus colaboradores. Personaje de gran fuerza, al que no le coges cariño en ningún momento, pero que es parte importante de la trama, porque junto a su hermano Joao regenta un negocio de tráfico ilegal de medicamentos, aunque la relación entre los dos hermanos no es precisamente idílica, y es algo que queda bien reflejado en el texto, porque las decisiones tomadas por María no siempre son del agrado de su hermano, que guarda un odio no disimulado hacia ella y que va a repercutir en sus acciones a lo largo de la trama, para mayor deleite en el lector. Hay que reconocer el mérito que ha tenido Susana a la hora de crear unos personajes fuertes que mantienen la tensión a lo largo de toda la lectura, a lo que ayudan también los capítulos cortos y la aparición de otras subtramas dentro de este mundo del tráfico ilegal de medicamentos al que nos acerca la autora. La historia no sería la misma sin la aparición de Sam y Hugo, amigos desde niños, criados en un barrio marginal de Barcelona, Ciudad Meridiana, del que consiguieron escapar, al menos a priori, porque las circunstancias actuales de su vida les llevarán a ambos a embarcarse en una aventura para nada lícita, Hugo buscando conseguir dinero rápido con el que hacer frente a los gastos médicos de su novio, postrado en una cama desde hace muchos años a consecuencia de una paliza, y del que Sam se siente responsable en el fondo.
"Hubo muchos hombres por el camino durante aquellos doce años. Ninguno se quedó. Sam no tenía espacio en su vida. El omnipresente Néstor era un obstáculo insalvable, un palo en las ruedas de cualquier relación incipiente. Ni el amante más comprensivo del mundo toleraría que lo visitara a diario, que pasara los fines de semana empujando la silla por los jardines de la residencia, que ahorrase cada céntimo para costear sus cuidados y que cada dos por tres viajara a la otra punta del planeta a consultar con un especialista, conocer una clínica experimental o un tratamiento revolucionario del que había leído en un foro de internet."
 A Samanta no le importará dejar de lado su trabajo como escolta personal de alguna que otra celebridad para embarcarse en un negocio peligroso, ofrecido por el propio Hugo, que tiene que ver con el mundo farmacéutico, y el robo de la patente de un supuesto medicamento revolucionario que acabará con una enfermedad, o hará más fácil la vida de los pacientes, aunque este compuesto pueda ser clonado por algún indeseable con mayor o menor fortuna, porque si algo se presenta en este libro es una voraz crítica social hacia lo desaprensivos que pueden resultar los laboratorios farmacéuticos en general y los indeseables que trafican con el dolor ajeno. Este es un punto a favor de la novela, que, gracias a una trama ágil, narrada con un lenguaje exquisito y cercano, pone al lector ante una problemática que nos rodea y que no está suficientemente perseguida en ocasiones.
"(...) mueven auténticas fortunas. Mucho más que los traficantes de drogas. Piensa que solamente un porcentaje de la población se droga de manera más o menos asidua, en cambio todo el mundo, sin excepción, se medica en algún momento de su vida. Los clientes potenciales son infinitos. Esos malnacidos se forran a costa de la salud de las personas."
"(...) la industria farmacéutica se nutre de la enfermedad. Siempre ha sido así y siempre lo será. Hay muchas enfermedades que podrían estar curadas y no lo están porque la buena salud no es rentable."
Si el tema de las farmacéuticas más preocupadas por ganar dinero que por solucionar verdaderamente los problemas de salud de la gente está bien plasmado en el libro en lo que al primer mundo se refiere, no hay que dejar de lado la crítica que Susana Hernández hace a la situación que se vive en los países menos favorecidos, trasladando la acción a Ghana, donde dos hermanos, Sirhan y Lewa luchan por conseguir tanto legalmente como de forma ilegal un medicamento para luchar contra la diabetes tipo 1 que sufre su madre, y para ello se matarán a trabajar intentando vender el pescado que tanto le cuesta conseguir a Sirhan, o vendiendo parte de su integridad en el caso de su hermana Lewa, y todo por cuidar de la salud de su madre, de lo que se aprovechan los desaprensivos a los que no importa abusar de su situación de superioridad, o aquellos a los que no importa vender un medicamento que para nada responde a la necesidad de los pacientes, a sabiendas de que están vendiendo humo.
"Entre los mayoristas que negociaban los precios de los medicamentos en buen estado y de procedencia legal, los traficantes campaban a sus anchas, colocaban la mercancía adulterada con harina, triza o almidón a precios de saldo y se marchaban a las fronteras con Togo y Burkina Faso, a por nuevos cargamentos que llegarían en barco desde Mumbai, La India, destino a Ghana o Nigeria prestos a inundar las calles de Accra y de otras ciudades africanas con total impunidad otro día más. La gente de María vendió sin mayores problemas todo el excedente de medicamentos caducados o en mal estado que llevaban consigo."
"El negocio de los medicamentos falsificados funcionaba como un reloj y resultaba bastante menos arriesgado que el tráfico de estupefacientes, muchísimo más lucrativo y en el peor de los casos, las penas de cárcel, gracias a la laxitud de las leyes y las lagunas jurídicas existentes en la mayoría de países, menos severas."

Estamos sin duda ante una buena novela negra, que ha sido capaz de mantener el ritmo a lo largo de sus páginas, que no deja respiro al lector, que nos acerca a temas de candente actualidad, aunque algunos de los mismos nos pasen desapercibidos porque no tenemos la sensación de que nos afecten, cuando el tema de la salud y su tratamiento debería ser prioritario y algo más controlado, porque como bien se dice en el libro todos somos susceptibles de tener que depender de los medicamentos en algún momento de nuestra vida. Y si el libro no da respiro, gracias a un ritmo ágil, unos personajes potentes, con sus tonos grises, los malos muy malos y los buenos con su lucha interior hacia lo que deben hacer y lo que quieren hacer para conseguir un fin que puede estar más o menos justificado, con unos diálogos ágiles, que hacen que la lectura avance de forma espectacular en nuestras manos, de forma que si no deseamos reflexionar sobre lo que la autora nos quiere contar y sobre la crítica que este libro nos plantea, podría durarnos poco más de una tarde, pero que se disfruta, y te hace reflexionar, y eso se agradece. Sin duda, estamos ante una lectura recomendable, que hace hincapié en el mundo del tráfico de drogas, la fabricación y distribución de medicamentos ilegales, sin importar las consecuencias, la avaricia de las empresas farmacéuticas preocupadas solo por ganar dinero y no tanto por acabar con las enfermedades, porque eso supondría el fin de sus negocios, la gente sin escrúpulos a la que no importan las consecuencias de sus actos... Todo esto y mucho más lo encontraremos en la lectura de "Los miércoles salvajes", sin duda muy recomendable, que a mí personalmente me ha dado ganas de retomar la obra de Susana Hernández, autora de la que he descubierto que va ganando en estilo, que sigue con su crítica incisiva, al menos aquí queda muy bien plasmada, y que acerca problemas sociales, muy bien tratados, consiguiendo que el lector se quede pensando en la realidad que le rodea, porque la lectura de este libro nos deja un pellizco en el alma en algunos momentos destacados. No sientes empatía por los personajes más malos, puedes llegar a comprender las actitudes de aquellos que se enfrentan a sus miedos y deseos, y sientes rabia y pena por otros muchos. En definitiva, estamos ante una novela que no deja a nadie indiferente, que se disfruta, que vuela entre nuestras manos y que es altamente recomendable. Personalmente, me he alegrado mucho de retomar la obra de Susana, y espero tener un hueco para volver a sus libros. Si no la conocéis, os estáis perdiendo una buena autora y una buena obra, os lo garantizo, al menos en #SoyYincanera sin duda la hemos disfrutado. Además, este libro no forma parte de ninguna serie, se puede leer de forma independiente, y sin duda se disfruta. Personalmente yo lo he hecho, y no puedo más que recomendarlo. Ya contaréis si os animáis con él, sin duda no os defraudará.

9 comentarios:

  1. Compruebo que te ha gustado la novela tanto como a mí, una reseña como siempre muy trabajada y en la que coincido palabra por palabra. Sobre todo cuando hablas de los pesonajes.

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  2. Ha hecho pleno esta lectura. Y una reseña fantástica para un libro que se lo merece.
    Besotes!!!

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  3. Veo que coincidimos en prácticamente, es una novela muy negra con personajes potentes y mucha crítica social sobre elementos muy peliagudos.
    Besos

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  4. Creo q es imposible no reflexionar con la lectura de esta novela con la que he disfrutado de la primera a la última página. Un beso.

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  5. Buena reseña para un libro que me ha encantado, su historia es dura, de esas que te llegan y hacen pupa. Un libro magnifico!

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  6. Hola. Me gustó Los miercoles salvaje por que como bien dices que no deja respiro al lector y por el tema que trata, una realidad que esta pasando y a media desconocemos porque no nos vemos afectado con ello, pero que otros por no tener la oportunidad económica, sufre las consecuencia. Esa pequeña hisotira de la familia que hace los posible en buscar medicina, me estremecio y dolio. Que gran reseña. Besos.

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  7. Hay tantos libros y tantos autores por conocer que no me da la vida. Para la lista!

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  8. Totalmente de acuerdo contigo con lo de Mr Kronos pero, es que habáis tan bien de esta novela que denería darle entrada en algún momento.

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  9. Coincido plenamente contigo, ha sido una lectura espectacular y descubrir a esta autora una alegría; seguiré leyendo sus novelas pues me ha gustado mucho su pluma. Un beso

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