jueves, 23 de octubre de 2014

"Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven", de Albert Espinosa.

Primera aproximación a la lectura de los libros de este autor, y no descarto volver a retomarlo, cuando tenga ganas de un momento de lectura ligera y entretenida.

Datos sobre el autor


Albert Espinosa (Barcelona, 1973). Actor, director, guionista de cine, teatro y televisión e ingeniero industrial superior químico.
Es creador de las películas "Planta 4ª", "Va a ser que nadie es perfecto", "Tu vida en 65'", "No me pidas que te bese porque te besaré" y "Héroes". Entre sus trabajos más destacados como actor se encuentra el personaje del doctor Utrera en la serie de TVE "Abuela de verano", que le proporcionó el premio al actor revelación del año. Colaborador habitual en prensa (columna semanal en El Períódic de Catalunya) y radio. Asimismo, es creador y guionista de los trece capítulos de la exitosa serie de televisión "Polseres vermelles" ("Pulseras rojas"), emitida por televisión.
"El mundo amarillo", su primer libro de no ficción (Grijalbo, 2008) fue un rotundo éxito con más de quince ediciones, al igual que su primera novela "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" (Grijalbo, 2010), que ha superado las ventas del anterior y que ha sido publicada en Alemania, Francia, Italia, Polonia y Portugal. En 2013 publicó "Brújulas que buscan sonrisas perdidas", también con la editorial Grijalbo.


Datos sobre el libro

Título: Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven
Autor: Albert Espinosa Puig
Editorial: Grijalbo
1ª edición: marzo 2011
4ª edición: abril 2011
© 2011 Albert Espinosa Puig
© 2011 Random House Mondadori, S.L.
ISBN: 978-84-253-4607-1
Formato: Rústica con solapas
204 páginas

Sinopsis (tomada del libro): Dani se dedica a buscar niños desaparecidos. En el mismo instante en que su pareja hace las maletas para abandonarle, recibe la llamada de teléfono de un padre que, desesperado, le pide ayuda. El caso le conducirá a Capri, lugar en el que aflorarán recuerdos de su niñez y de los dos personajes que marcaron su vida: el señor Martín y George. El reencuentro con el pasado llevará a Dani a reflexionar sobre su vida, sobre la historia de amor con su pareja y sobre las cosas que realmente importan.

Mis impresiones

Como ya he indicado, la lectura de este libro ha supuesto para mí la primera aproximación a Albert Espinosa como escritor; ya conocía su faceta artística como actor y guionista, y debo reconocer que me gusta el conjunto en general.

Estamos ante un libro corto que se lee de tirón, aunque a lo largo del mismo encontramos algún que otro pensamiento que es digno de ser anotado o al menos reflexionado. En apenas veintidós capítulos asistimos a un momento crucial en la vida de Dani, el protagonista, un hombre de cuarenta años que se dedica a buscar niños desaparecidos, siempre que cumplan su regla: nunca busca a niños menores de once años y de su desaparición tienen que haber pasado más de tres días y menos de dos años. Un niño desaparece en Capri, y su padre, juez, que ha llevado muchos casos de pederastia, teme que su hijo haya caído en manos de un antiguo inculpado. La desaparición del niño, de diez años, precisamente en Capri, lugar que descubriremos como pieza importante en la vida de Dani, hará que acepte el caso y se traslade allí para la búsqueda, aunque lo menos importante del libro es la búsqueda en sí del chico desaparecido; lo realmente importante del libro es el reencuentro que Dani hace de sí mismo y de su vida.

Narrado en primera persona, por el propio protagonista, asistimos en la lectura a un momento crucial de la vida de Dani. Su pareja lo está dejando en el momento en que recibe la llamada de un padre desesperado solicitando su ayuda, y él no parece hacer nada por evitar que ella se vaya. Tampoco nos explica a los lectores el porqué de esta ruptura, será algo que cuente más adelante, pero para que entendamos las cosas nos retrotrae a momentos de su pasado, a lo largo de su infancia, cuando con diez años conoció en un hospital al Sr. Martín, un anciano al que iban a operar de los pulmones, compañero de habitación cuando a él iban a operarlo de amígdalas, y cuando con trece años conoció a George, un hombre de sesenta y tres años que le ayudaría a encontrarse a sí mismo, precisamente en Capri.
"Ella le hizo las preguntas que siempre quiso que alguien le hiciera: ¿Quieres o no quieres controlar tu vida? ¿Quieres o no quieres ser dueño de todos tus momentos? Y él dijo el sí más alto y potente de sus cuarenta años de vida."
Dani se vale de su propia historia para introducirnos en la historia de Izan, el niño desaparecido. La historia está contada desde su punto de vista:
"Las casualidades son mi debilidad; son las únicas cosas de la vida que consiguen quebrantar mis reglas."
El libro es un continuo guiño al lector, parece que el protagonista se resguarda en la persona que tiene al otro lado para dar rienda suelta a sus pensamientos. El narrador guarda varios secretos que irán apareciendo a medida que avanza la historia, para ser más exactos, a medida que él decide contárnoslos.
"Ya, ya sé que al principio os conté que podía haber casi quince razones para mi ruptura. Y no os engañaba, las hay, existen...
Pero siempre ha prevalecido una, siempre la misma. En nuestros trece años de relación siempre ha estado el niño presente."

Aunque esta forma de narrar puede que no guste a todos, a mí personalmente no me ha decepcionado la forma en la que el autor enlaza las historias (la suya misma, la del niño desaparecido y la de los dos personajes que tuvieron un papel relevante en su vida); es cierto que con este sistema no lleva al lector en un camino recto hacia el desenlace final, sino que el narrador, a la vez protagonista, opta por aportar pinceladas de su vida y de su entorno personal que hacen que vayamos conociéndole, así como las difíciles circunstancias que le han rodeado a lo largo de su vida, aunque se trata de un personaje tramposo, porque no quiere contar al lector el motivo principal responsable de su ruptura sentimental en las primeras páginas y prefiere ir dando tumbos por hechos que han marcado su vida para, tras pinceladas de una historia bien hilvanada, llegar a un desenlace del que finalmente disfrutaremos con todas las piezas del rompecabezas a nuestra disposición.

No hay demasiados protagonistas en el libro, a excepción del principal, que como se ha indicado es también el narrador. Se habla de la familia de Dani (sus padres y hermano) de una manera casi casual, de forma que ayuden a comprender las circunstancias que el protagonista pasó a lo largo de su vida, y de su actual pareja, aunque de ésta conocemos datos casi al final. Si hay dos protagonistas importantes en la historia, de los que Dani guarda un gran recuerdo y que le ayudaron a formarse como persona son sin duda el señor Martín, un anciano que tiene importancia en la infancia del protagonista y al que el lector coge cariño, y George, al que Dani conocerá en Capri y que será fundamental para forjar su carácter en la adolescencia. Las anécdotas y recuerdos que Dani tiene de estos dos personajes ayudan a entender la trama y a que la historia avance, aunque siempre bajo el capricho de los propios recuerdos del protagonista principal.

Ya he comentado que la desaparición del niño se queda en pura anécdota; no es el tema principal, es más bien una excusa para que el protagonista se encuentre a sí mismo. Quizá el autor podría haber sacado más partido a este tema de la desaparición, o extenderse en la explicación, pero a mi modo de ver cumple bien su función, y si no nos acercamos al libro sólo por este hecho, la lectura en conjunto no decepciona.

Me gustan las historias de intriga, pero debo reconocer que no me he acercado a este libro por su título ni por su sinopsis, que aunque puede resultar atrayente es algo engañosa, porque evidentemente no estamos ante un libro de misterio. Conseguí este libro dando una vuelta por la biblioteca que frecuento, y aunque he leído tanto críticas positivas como negativas de los libros de Albert Espinosa, decidí darle una oportunidad para hacerme mi propia idea de la forma de escribir de este autor. No es un libro demasiado largo y el espaciado entre las líneas y los capítulos más bien cortos hacen que se devore; además, viene bien para adelantar retos (25 españoles y Autores de la A a la Z).

En definitiva, un libro ameno, que se lee rápido, que casi podría ser "devorado" de una sola sentada, aunque conviene analizar alguna de las frases que el autor nos plantea; quizá el libro tenga un punto de literatura de "auto-ayuda", pero a mí no me ha molestado. La única recomendación es acercarse a él con idea de disfrutarlo, y no creyendo que va a ser un libro de investigación sobre desapariciones de niños, porque nada más lejos de la realidad.

Este primer acercamiento a los libros de Albert Espinosa me ha resultado positivo, aunque como he comentado más arriba, son muchas las críticas tanto positivas como negativas que he podido leer sobre su obra. Creo que en algunos casos lo tachan de un autor repetitivo, en cuanto a los temas y al abuso que hace en sus obras de la enfermedad y los hospitales. Como no he leído más libros, no puedo opinar en este caso, pero no descarto una lectura futura de alguno de sus otros títulos. Lo que he sacado en claro es que estamos ante una lectura amena y que se lee con rapidez, ideal para pasar unas horas.

Por si queréis saber más cosas sobre el autor, os dejo el enlace a su página web y a su blog.

Y vosotros, ¿qué experiencia habéis tenido con este autor?

3 comentarios:

  1. A mí no me gustó. Encontré muy molesta su forma de narrar la historia, que por su parte es muy infantil y a veces parece no tener ni pies ni cabeza. Pero son impresiones mías.
    saludos

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  2. Es un autor con el que no me animop por el contenido de sus libros.

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  3. No he leído este. Leí el de brújuas que buscan sonrisas perdidas (o algo así), que me gustó mucho. Pero el de "todo lo que podróamos haber sido..." no me gustó nada. Un besote!

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