Datos técnicos del libro
Título: El tren de los huérfanos
Título original: Orphan Train
Autora: Christina Baker Kline
Traducción: Javier Guerrero
Editorial: Ediciones B, S. A.
Primera edición: enero de 2015
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-666-5519-4
Precio: 18€
360 páginas.
Título: El tren de los huérfanos
Título original: Orphan Train
Autora: Christina Baker Kline
Traducción: Javier Guerrero
Editorial: Ediciones B, S. A.
Primera edición: enero de 2015
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-666-5519-4
Precio: 18€
360 páginas.
Sinopsis: Para evitar ser enviada a un centro de menores, la joven Molly Ayer se ve obligada a ayudar a una mujer de noventa años a ordenar su desván. Aunque al principio la tarea le resulta algo fastidiosa, a medida que revisa con Vivian Daly sus recuerdos y posesiones, descubre que ella y la anciana no son tan diferentes. La novela, inspirada en hechos reales, nos habla de pérdidas, oportunidades y de amistad inesperada.
Datos sobre la autora
Christina Baker Kline nació en Cambridge, Reino Unido, en 1964, y se educó primero allí y luego en el sur de Estados Unidos y en Maine. Es novelista, ensayista y editora.
Se licenció en Yale, Cambridge, y en la Universidad de Virginia, donde obtuvo una beca Henry Hoyns en Escritura de Ficción. Entre 2007 y 2010 una beca de la Universidad de Fordham le permitió dedicarse en exclusiva a escribir. Sus ensayos, artículos y reseñas han aparecido en medidos como el San Francisco Chronicle, The Literarian, Coastal Living, More y Psychology Today. Además de El tren de los huérfanos, que ocupó el número uno en las listas de libros más vendidos del New York Times, ha publicado las novelas Bird in Hand, The Way Life Should Be, Desire Lines y Sweet Water.
Vive en una vieja casa en Montclair, Nueva Jersey, con su marido y tres hijos.
(Datos sobre la autora tomados del propio libro).
©Fotografía: Karin Diana
Argumento e impresiones sobre el libro
En "El tren de los huérfanos" encontramos dos tramas paralelas: la más reciente se desarrolla en Spruce Harbor, Maine, en 2011; contada en presente por un narrador omniescente tiene como protagonista a Molly; la más antigua abarca desde 1929 a 1943 y en estas páginas conoceremos la historia de Niamh/Dorothy/Vivian de la mano de la propia protagonista, una ñiña irlandesa que ha perdido a su familia y que formará parte de los llamados "trenes de huérfanos", que entre 1854 y 1929 partían regularmente de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar.
Molly Ayer es una chica de diecisiete años que ha pasado por varios hogares de acogida y utiliza su imagen de gótica como coraza ante los demás. Medio india penobscot por parte de padre, que falleció cuando ella tenía ocho años, y con una madre incapaz de cuidarla, está en el sistema de acogida desde los nueve años, y ha aprendido a no esperar nada de nadie. Lectora empedernida, tímida en el fondo, no se atrevió a pedir en la librería que le trajeran un ejemplar de "Jane Eyre", su novela favorita, y tampoco quiso pedirle a su madre de acogida, con quien no se llevaba del todo bien, su número de tarjeta para comprarlo por internet. Como vio tres ejemplares en la biblioteca intentó quedarse con el más estropeado. Aunque los estudios le van bien, el incidente de la biblioteca puede hacer que acabe en un reformatorio, así que Jack, su novio, del que respeta sobre todo su inteligencia, le propone hacer las cincuenta horas de servicio a la comunidad que le han impuesto como castigo en la casa donde trabaja su madre, ayudando a la dueña, la anciana Vivian Daly, a vaciar su desván de papeles viejos y trastos. La anciana y Molly tendrán más en común de lo que pueda parecer en un primer momento, a pesar de los años que las separan.
Vivian, nacida Niamh Power, llega a Nueva York con sus padres y hermanos desde Irlanda buscando un futuro mejor, pero la desgracia hará que pierda a su familia en un incendio que tuvo lugar en el pequeño apartamento en el que vivían, y a partir de ahí pasa a depender de la Sociedad de Socorro a la Infancia, que se ocupa de niños sin familia que acarrean consigo historias tristes.
Christina Baker centra la trama del libro en la historia de dos niñas que quedaron huérfanas casi a la misma edad, aunque en épocas distintas, dando importancia a los hechos acaecidos desde 1929, protagonizados por Vivian y narrados por ella misma, y permite al lector acompañar a la protagonista en sus recuerdos de infancia por una lejana Irlanda, evocando la figura de su abuela paterna, que le regaló un claddagh (cruz irlandesa) que le acompañaría durante toda su vida, y en sus duras experiencias desde el momento en que es elegida por una familia entre los huérfanos del tren pese a lo difícil que esto parecía:
Escrita con un ritmo ágil, el hecho de tratar la indefensión de los niños sin hogar desde dos planos de tiempo distintos, pasado y presente, bajo el punto de vista de la historia de sus dos protagonistas, no rompe para nada la trama y ayuda a avanzar en la lectura. Los paralelismos que encontramos entre los recuerdos de Vivian, materializados en los objetos que van apareciendo en su desván y las vivencias de Molly, que acabará identificándose con la anciana, dan pie a una novela emotiva, y dura, aunque fácil de leer, que además de acercar al lector a retazos de la historia americana (primeros nativos, Gran Depresión y Segunda Guerra Mundial) le ponen frente a un tema complicado, qué hacer con los niños sin familia, que plantea una difícil situación tanto en el pasado, donde en muchas ocasiones serán considerados como mano de obra gratuita a cambio de cobijo y comida (sin que nadie garantizara que fueran tratados con amabilidad), como en el presente, donde en ocasiones solo suponen una fuente de ingresos extras para las familias de acogida, que no siempre se esfuerzan en dar un mínimo cariño a esos niños sin hogar.
Lo duro de la historia y la forma de narrarla, alternando entre pasajes del pasado y un presente en el que convergen las dos protagonistas hacen que empatices rápidamente con ellas, especialmente con el personaje de Vivian, que resulta el motor de la historia, aunque ésta solo se centre en sus primeros veintitrés años de vida, los que le dieron forma como persona. Estamos ante protagonistas de marcado carácter, que se han visto obligadas a hacerse las fuertes para sobrevivir, y que pese a lucir una coraza han querido y quieren pertenecer a algo, formar parte de un todo, aunque las dos mantienen sus raíces (Vivian conserva el Claddagh que le regaló su abuela y Molly no se ha separado de un amuleto indio que le regaló su padre). Pese a la diferencia de edad, estamos ante dos protagonistas que compartirán secretos y anhelos (Molly será la primera en escuchar de Vivian su experiencia en el tren) y ganas de saber. Un trabajo en el instituto sobre Historia americana centrado en el "acarreo" que llevaron a cabo los indios wabanakis decidiendo qué guardar y qué descartar en sus viajes sirve de excusa para que Molly pregunte a Vivian sobre su vida y ello traerá consigo interrogantes que la joven, ayudada de las nuevas tecnologías, estará dispuesta a descifrar. Precisamente esa búsqueda de respuestas a las preguntas que una y otra se plantean dará como resultado una agradable sorpresa final.
"El tren de los huérfanos" me ha resultado agradable en términos generales, pese a tratar un tema duro. Las pinceladas a temas históricos que encontramos en sus páginas, la alternancia entre pasado y presente para acercarnos a una historia emotiva, un lenguaje claro y cercano y unas protagonistas hacia las que pronto sientes empatía, especialmente Vivian (dan ganas de adoptarla a medida que vas descubriendo cómo puede sufrir tanto una niña tan pequeña) hacen de la historia una lectura recomendable con la que disfrutar, aunque no es descartable que se derrame alguna que otra lágrima (a mí me pasó al final), prueba evidente de que la autora ha sabido llevarnos a lo largo de la trama y nos ha acabado haciendo partícipes de la misma. Lectura 100% recomendable.
(*Agradecer a "Pero qué locura de libros" y a Ediciones B el ejemplar para su reseña.)
Molly Ayer es una chica de diecisiete años que ha pasado por varios hogares de acogida y utiliza su imagen de gótica como coraza ante los demás. Medio india penobscot por parte de padre, que falleció cuando ella tenía ocho años, y con una madre incapaz de cuidarla, está en el sistema de acogida desde los nueve años, y ha aprendido a no esperar nada de nadie. Lectora empedernida, tímida en el fondo, no se atrevió a pedir en la librería que le trajeran un ejemplar de "Jane Eyre", su novela favorita, y tampoco quiso pedirle a su madre de acogida, con quien no se llevaba del todo bien, su número de tarjeta para comprarlo por internet. Como vio tres ejemplares en la biblioteca intentó quedarse con el más estropeado. Aunque los estudios le van bien, el incidente de la biblioteca puede hacer que acabe en un reformatorio, así que Jack, su novio, del que respeta sobre todo su inteligencia, le propone hacer las cincuenta horas de servicio a la comunidad que le han impuesto como castigo en la casa donde trabaja su madre, ayudando a la dueña, la anciana Vivian Daly, a vaciar su desván de papeles viejos y trastos. La anciana y Molly tendrán más en común de lo que pueda parecer en un primer momento, a pesar de los años que las separan.
Vivian, nacida Niamh Power, llega a Nueva York con sus padres y hermanos desde Irlanda buscando un futuro mejor, pero la desgracia hará que pierda a su familia en un incendio que tuvo lugar en el pequeño apartamento en el que vivían, y a partir de ahí pasa a depender de la Sociedad de Socorro a la Infancia, que se ocupa de niños sin familia que acarrean consigo historias tristes.
"El Socorro a la Infancia nos trata como si hubiéramos nacido en el momento en que llegamos allí, como si, igual que las polillas se liberan de sus capullos, hubiéramos dejado atrás nuestras vidas y, Dios mediante, pronto fuéramos a tener otras nuevas."Semanas después de estar bajo la tutela del Socorro a la Infancia, Vivian será una de las pasajeras de uno de los llamados "trenes de huérfanos", que desde Nueva York partían hacia el Oeste haciendo paradas en distintas estaciones intentando "colocar" a los niños sin hogar.
Christina Baker centra la trama del libro en la historia de dos niñas que quedaron huérfanas casi a la misma edad, aunque en épocas distintas, dando importancia a los hechos acaecidos desde 1929, protagonizados por Vivian y narrados por ella misma, y permite al lector acompañar a la protagonista en sus recuerdos de infancia por una lejana Irlanda, evocando la figura de su abuela paterna, que le regaló un claddagh (cruz irlandesa) que le acompañaría durante toda su vida, y en sus duras experiencias desde el momento en que es elegida por una familia entre los huérfanos del tren pese a lo difícil que esto parecía:
"He captado fragmentos de conversaciones: que los bebés son los primeros que eligen, luego chicos mayores, valorados por los granjeros por sus huesos y músculos fuertes. Las últimas son las chicas como yo, demasiado mayores para convertirse en damas, demasiado jóvenes para que sirvan de buena ayuda en la casa, de escaso uso en el campo. Si no nos eligen, nos devolverán al orfanato."Aunque las experiencias por las que pasa en los diferentes hogares (con los Byrne, los Grote y los Nielsen) van perfilando el carácter de Vivian, ella forma una verdadera familia con las personas con las que va cruzándose, que la ayudan en determinados momentos y que hacen que sienta que pertenece a algún sitio, y cuyo recuerdo mantiene a pesar de los años (su pequeña hermana Maisie, sus compañeros de tren Dutchy y Carmine, la entrañable Fanny que la enseñó a aceptar lo que los demás están dispuestos a dar, la señorita Larsen, que despertaría su amor a la literatura, y la señora Murphy que la ayudará a encontrar un sitio definitivo al que pertenecer). De la mano de la autora, buceando por las páginas del libro y siguiendo los recuerdos de Vivian, el lector es partícipe de esta emotiva historia que para nada nos deja indiferentes.
Escrita con un ritmo ágil, el hecho de tratar la indefensión de los niños sin hogar desde dos planos de tiempo distintos, pasado y presente, bajo el punto de vista de la historia de sus dos protagonistas, no rompe para nada la trama y ayuda a avanzar en la lectura. Los paralelismos que encontramos entre los recuerdos de Vivian, materializados en los objetos que van apareciendo en su desván y las vivencias de Molly, que acabará identificándose con la anciana, dan pie a una novela emotiva, y dura, aunque fácil de leer, que además de acercar al lector a retazos de la historia americana (primeros nativos, Gran Depresión y Segunda Guerra Mundial) le ponen frente a un tema complicado, qué hacer con los niños sin familia, que plantea una difícil situación tanto en el pasado, donde en muchas ocasiones serán considerados como mano de obra gratuita a cambio de cobijo y comida (sin que nadie garantizara que fueran tratados con amabilidad), como en el presente, donde en ocasiones solo suponen una fuente de ingresos extras para las familias de acogida, que no siempre se esfuerzan en dar un mínimo cariño a esos niños sin hogar.
Lo duro de la historia y la forma de narrarla, alternando entre pasajes del pasado y un presente en el que convergen las dos protagonistas hacen que empatices rápidamente con ellas, especialmente con el personaje de Vivian, que resulta el motor de la historia, aunque ésta solo se centre en sus primeros veintitrés años de vida, los que le dieron forma como persona. Estamos ante protagonistas de marcado carácter, que se han visto obligadas a hacerse las fuertes para sobrevivir, y que pese a lucir una coraza han querido y quieren pertenecer a algo, formar parte de un todo, aunque las dos mantienen sus raíces (Vivian conserva el Claddagh que le regaló su abuela y Molly no se ha separado de un amuleto indio que le regaló su padre). Pese a la diferencia de edad, estamos ante dos protagonistas que compartirán secretos y anhelos (Molly será la primera en escuchar de Vivian su experiencia en el tren) y ganas de saber. Un trabajo en el instituto sobre Historia americana centrado en el "acarreo" que llevaron a cabo los indios wabanakis decidiendo qué guardar y qué descartar en sus viajes sirve de excusa para que Molly pregunte a Vivian sobre su vida y ello traerá consigo interrogantes que la joven, ayudada de las nuevas tecnologías, estará dispuesta a descifrar. Precisamente esa búsqueda de respuestas a las preguntas que una y otra se plantean dará como resultado una agradable sorpresa final.
"El tren de los huérfanos" me ha resultado agradable en términos generales, pese a tratar un tema duro. Las pinceladas a temas históricos que encontramos en sus páginas, la alternancia entre pasado y presente para acercarnos a una historia emotiva, un lenguaje claro y cercano y unas protagonistas hacia las que pronto sientes empatía, especialmente Vivian (dan ganas de adoptarla a medida que vas descubriendo cómo puede sufrir tanto una niña tan pequeña) hacen de la historia una lectura recomendable con la que disfrutar, aunque no es descartable que se derrame alguna que otra lágrima (a mí me pasó al final), prueba evidente de que la autora ha sabido llevarnos a lo largo de la trama y nos ha acabado haciendo partícipes de la misma. Lectura 100% recomendable.
(*Agradecer a "Pero qué locura de libros" y a Ediciones B el ejemplar para su reseña.)
A mí también me ha gustado mucho. Saludos
ResponderEliminarPues tomo nota del título que creo que me puede gustar mucho. Parece una historia dura por un lado pero entrañable y tierna por otro.
ResponderEliminarBesos!
Este libro cada vez me apetece más.
ResponderEliminarBesos.
Es un libro que me apetece, que sólo con leer las reseñas que estáis haciendo se nota que merece la pena, pero para el que ahora mismo no me siento con ánimo. Me encantaría leerlo más adelante, cuando me lo pida el cuerpo.
ResponderEliminarBesos.
A mí me encantó. Pensaba que iba a ser melodramático pero resultó muy equilibrado, nada de emociones baratas y al mismo tiempo estremecedor. Muy recomendable.
ResponderEliminarbesos
Me gustan los libros con dos tramas temporales, aunque muchos de ellos me acaban decepcionando. Este me interesa porque me llama la atención el tema de los trenes de huérfanos, y además parece que hay personajes de esos que dejan huella.
ResponderEliminarGracias, un abrazo
Este libro me conquistó con su portada y cuántas más reseñas leo mas me apetece incluirlo en mis pendientes. Abordar un tema que me parece muy interesante desde dos tramas temporales le añade atractivo.
ResponderEliminarUn besin