miércoles, 9 de diciembre de 2020

Mångata. Ricard Ruiz Garzón.

Reseña de un libro juvenil al que he accedido gracias a la iniciativa Masa Crítica de Babelio.


Título: Mångata
Autor: Ricard Ruiz Garzón
Editorial: Edebé
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-683-4916-9
1ª edición: septiembre 2020
172 páginas


Sinopsis (trasera del libro)

«Me llamo Jana y tengo una misión: bailar sobre el lago a la luz de la luna. Os parecerá absurdo, pero es muy muy muy importante para mí. Se lo prometí a mi hermana Zya antes de que se muriera. Aunque va a ser difícil, porque sospecho que me vigilan. Y encima me han quedado dos, y tendría que estudiar.
Ay, perdonad, siempre cuento las cosas desordenadas. Pero creedme: yo la vi bailar, de noche, sobre el agua. Quiero decir flotando, sin hundirse.
Os hablaré de Zya, sí. Me lo contaba todo. Era una artista».

Datos sobre el autor

Ricard Ruiz Garzón (Barcelona, 1973) es escritor y profesor en la Escuela de Escritura del Ateneu Barcelonès. Ganador del 25º Premio Edebé de Literatura Infantil con La Inmortal, es autor de una quincena de libros, entre los que destacan Las voces del laberinto, Los monstruos de Villa Diodati, la serie juvenil Guardianes de sueños y el álbum infantil El mejor regalo del mundo. También ha ejercido como antólogo en Mañana todavía, Riesgo o Insólitas, y ha participado en una docena de volúmenes de relatos. De 1996 a 2016 trabajó como periodista y crítico literario en distintos medios de prensa, radio y televisión, como El País-Babelia, El Periódico, la Cadena SER, TV3, Time Out, BTV, RAC-1 o RNE. Su obra ha sido traducida al portugués, francés, turco e italiano.

@RicRuizGarzon

Impresiones sobre el libro

Es complicado hacer una crítica de Mångata sin contar demasiado, porque estamos ante un libro bastante corto y lleno de sentimientos, a pesar de su brevedad. La historia que el libro narra nos viene de la mano de Jana, la protagonista principal, una chica de quince años que está pasando un mal verano en la casa de vacaciones que su familia tiene junto a un lago. Es una época complicada, porque Jana está pasando por un mal momento, toda su familia lo está haciendo. No es solo que haya suspendido asignaturas en el colegio, que grite y no sepa el motivo que le lleva a tratar mal a su madre y a la abuela Lili, a pesar de que esta última siempre le está contando historias tontas que acaban transformadas en buenos consejos. Ha habido una desgracia en la familia, la muerte de su hermana Zya en accidente de tráfico ocurrida seis meses atrás, y cada miembro de la familia parece asumir de forma diferente esa pérdida, encontrándose Jana algo aislada del resto, como buscando su lugar, como intentando asimilar lo ocurrido y buscando un lugar en la familia, porque si algo tenemos claro al iniciar la lectura es que estamos ante un personaje caótico, que no termina de quererse a sí misma, porque se considera inferior a todos los miembros de su familia y que busca un lugar entre los suyos. 

Quizá entendiendo la muerte de su hermana pueda comprender mejor su vida, pero es algo que va a plantearse a lo largo de todo el libro a modo de una especie de diario en el que la protagonista va a ir contando sus sentimientos, su día a día, sus reflexiones, pero va a ser un acercamiento a los días que transcurren en la casa de vacaciones, las primeras sin Zya, porque Jana necesita asumir la muerte de su hermana y reconciliarse consigo misma. Gracias a esas palabras que pueden parecer caóticas en la forma de estar narradas, vamos conociendo a Jana y a su familia, donde tendrá un papel importante la fallecida Zya, a la que Jana hizo una promesa a priori imposible de ser cumplida: bailar sobre el lago a la luz de la luna, sin hundirse, como ella vio un día hacer a su hermana.

Para organizar su caos y acercarnos la historia, Jana, la narradora, va a usar el abecedario, siendo las letras del mismo las que titulen los capítulos, empezando por A de Artista y terminando por Z de Zya. Todos y cada uno de los capítulos van referidos a una palabra que intenta expresar los sentimientos o acontecimientos a los que Jana como narradora da una especial importancia para tratar de contarnos cómo se encuentra y qué pasa por su cabeza. Como curiosidad, al final de cada capítulo Jana introduce varias palabras que empiezan por la misma letra del título, algunas relacionadas con la personalidad de Zya, que era una artista que había triunfado en redes sociales con una exposición fotográfica de gran éxito. Algunas de las palabras utilizadas son propias de otro idioma, que no puedes ser traducidas a una sola palabra en castellano, como mångata, que es la que da título al libro, de origen sueco y que significa "caminito de plata que forma sobre el agua la luz de la luna". Algunas de las palabras que aparecen al final de los capítulos son conocidas, y sirven de excusa para que Jana amplíe su explicación de cómo se siente en el momento de narrar; otras están tomadas de otros idiomas, y muchas proceden de la exposición con la que Zya triunfó, como viraha (en la India, 'echar de menos a alguien cuando ya no está'), tsundoku (en japonés, 'comprar libros y dejarlos en la pila sin leer') o samar (en árabe, 'no dormir para seguir hablando con amigos').

Estamos ante un libro corto, con muchos capítulos, que no cuesta de leer, aunque personalmente he intentado hacer una lectura pausada, para intentar llegar al fondo de la cuestión, para entender a Jana y conocer algo más de la desaparecida Zya. En pocas páginas el autor nos ha acercado a una familia y a su pérdida, y a la forma de afrontarla por cada uno de sus miembros.  No es una familia corriente, todos destacan. La desaparecida Zya era artista, la abuela Lili cuenta grandes historias que tienen mucha fuerza, Nilo, el hermano, tiene a su novia, los padres destacan por su trabajo, diseñadora de puentes la madre, investigador ecológico el padre, y Jana, que se siente empequeñecida y busca su hueco sin parecer encontrarlo, y con una misión que cumplir. Os recomiendo leer el libro si queréis saber si la protagonista pudo cumplir o no su promesa.

La historia mantiene intriga hasta el final. La familia de Jana parece especial, las mujeres de la misma parecen estar relacionadas con la fuerza del agua. Las historias narradas por la abuela y la forma de comportarse de la desaparecida Zya y la madre dan un toque sobrenatural a la trama. La realidad y la imaginación encuentran un hueco importante en la trama. Frases cortas, párrafos breves y capítulos cortos dan fuerza a la narración y hacen que la lectura se pueda devorar, aunque como he indicado más arriba, es preferible leer poco a poco y disfrutar de la misma en mi modesta opinión.

¿Libro recomendable? Sin duda, y no solo para jóvenes, también para adultos, porque es una reflexión de cómo afrontar las pérdidas y la dificultad de buscar un hueco en la vida, a todos los niveles. Con el libro nos acercamos a palabras nuevas y pasamos un buen rato asistiendo a las reflexiones de una joven protagonista, aunque el tema que plantea pueda ser complicado en muchas ocasiones.

Agradecer a #MasaCríticaBabelio y a la editorial el envío del ejemplar para la reseña.

¡Nos leemos!

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