viernes, 9 de junio de 2017

Círculos. Manuel Ríos San Martín.

Ya son muchas las reseñas que se han publicado de "Círculos", especialmente si nos fijamos en la #YincanaCriminal2017 que hemos estado llevando a cabo varios blogs, a lo largo de los meses de marzo, abril y mayo (aunque algunos aún no la hemos terminado), comentando la misma a través de twitter, porque esta novela viene perfecta para completar la casilla en la que se habla de psicothriller o en la que se menciona una red social, y creo que esta novela que hoy traigo a colación cumple perfectamente no uno, sino los dos requisitos. No sé si quedará algún compañero yincanero por publicar, o soy yo la última (personalmente hubiera querido que mi reseña saliera en la segunda semana de abril, pero más vale tarde que nunca). Sin más, vamos con los datos del libro:

Título: Círculos
Autor: Manuel Ríos San Martín
Editorial: Suma de Letras
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-9129-059-9
Primera edición: enero de 2017
424 páginas

Sinopsis (tomada del propio libro)

Un thriller diferente y aterrador que tiene a la televisión, las redes sociales y las tribus urbanas antisistema como protagonistas.

En Londres, en una sociedad hiperconectada en la que la gente vive obsesionada por la pequeña pantalla, la violencia y las redes sociales, un concursante muere en directo en una programa de televisión. Inmediatamente se convierte en trending topic mundial. ¿Podría ser intencionado?
El inspector Jellineck, un policía desencantado, áspero y harto de la vida se hace cargo de la investigación. Es el único que piensa que el incidente puede ser algo más serio de lo que parece.
Patrizia, una chica en guerra con el mundo, está convencida de que es necesario hacer algo rotundo y se vincula a un grupo de jóvenes activistas que quieren cambiar el rumbo de la sociedad.
... Y entonces, una interferencia en la señal de televisión anuncia:
"Os voy a joder la vida. A todos".
Círculos es una novela interactiva en la que el lector que lo desee tendrá la oportunidad no solo de leer el texto, sino de completar la experiencia lectora con acceso a redes sociales y documentación online.


Datos sobre el autor (tomados del propio libro)

Manuel Ríos San Martín (1965) es licenciado en Ciencias de la Información y ha trabajado en importantes productoras de televisión como Globomedia, BocaBoca y Diagonal; en las que ha ejercido de productor ejecutivo, director o guionista de diversas series y miniseries de televisión. Ha participado, entre otras, en Colegio Mayor, Médico de Familia, Menudo es mi padre, Más que amigos, Compañeros, Mis adorables vecinos, Soy el Solitario, Raphael, Rescatando a Sara, Historias robadas y Sin identidad. Ha dirigido un largometraje, No te fallaré, y ha colaborado en la escritura del guion de las películas Amigos... y Maradona, la mano de Dios. Ha coordinado y coescrito el libro El guion para series de televisión publicado por el Instituto de RTVE.

www.manuelriossanmartin.com
@fantasma


Impresiones sobre el libro

"Círculos" es ante todo un libro diferente, muy visual. Aunque la trama se desarrolle en la ciudad de Londres, cualquier enclave mundial podría haber resultado idóneo para el desarrollo de la misma. Manuel Ríos San Martín desarrolla esta novedosa historia en un futuro incierto, aunque a medida que vamos leyendo descubrimos que por desgracia no tan lejano, ya que los elementos con los que el autor juega a lo largo de las páginas nos resultan muy actuales. Londres se nos presenta como una ciudad caótica que soporta desde hace más de cinco semanas una huelga en el servicio de recogida y limpieza de residuos, aunque la gente se ha acostumbrado a cerrar las ventanas de sus casas para evitar el hedor que la basura desprende, y abrir las pantallas que llevan al mundo de la televisión, los realities e internet. Tablets, móviles, portátiles y enormes pantallas de televisión mantienen a la población más o menos informada y preocupándose por una vida que no es la suya, manteniéndose ajena a los problemas que realmente sufre el sistema. A la huelga en la recogida de basuras habrá que añadirle los extraños sucesos que están aconteciendo en el mundo animal, en el que los animales se atacan unos a otros o bien se dejan morir, hablándose incluso de suicidio. Es una situación extraña la que pinta "Círculos" al inicio de sus páginas, y todo ello rebozado por la gran importancia que parecen tener las distintas cadenas de televisión, que compiten entre ellas produciendo los programas más extraños que pueda uno imaginarse, desde un concurso en el que los participantes se someten a operaciones de cirugía estética que los convierten en seres grotescos a cambio de dinero (Darkestetic), o aquel en el que una concursante a punto está de llegar al orgasmo y todo ello transmitido a través de las cámaras (Plaisir); pero si hay un programa que destaca en ese momento en todas las cadenas de televisión es El Especialista, un gameshow con rivales de diversos países que se emite en toda Europa los viernes por la noche en el mejor horario. Su presentador, Patrick Shultheiss, será un personaje importante en la trama de esta novela.

Precisamente El Especialista será un concurso clave en la historia. La prueba consiste en que un concursante se introduzca en una pecera gigante con dos enormes hembras de tiburón, para tratar de conseguir la llave que abre un apartamento en Miami, nada más fácil. Lo que parecía un concurso de mero trámite acaba en tragedia, puesto que el concursante, Paul Nipkow, será devorado en directo ante las cámaras, y la locura se va a extender por toda la población, entre los que participan como público en el plató y los que siguen la locura desde sus casas. El Especialista era un programa que apenas estaba teniendo éxito, puesto que los tiburones salían cebados y no hacían caso de los concursantes, ni siquiera se les acercaban, pero algo debió ir mal para que la tragedia se produjese. Podía ser un accidente, pero también podría ser un hecho premeditado, para subir audiencias o a saber con qué fin. El responsable encargado de la investigación de los hechos será el inspector Jellineck, un personaje al que no coges cariño porque resulta hosco e insoportable en algunos momentos por su humor negro, y sus adicciones, aunque guarde un secreto que ni siquiera conocen sus compañeros de comisaría y que lo hace más humano a los ojos del lector.

Pieza importante en la trama resultará el personaje de Patrizia, una joven que vive rodeada de pantallas de televisión y ordenadores, que gusta de estar informada de lo que ocurre en todo momento y que se considera una rebelde anti sistema, que no duda en entrar en contacto con un grupo de jóvenes activistas que quieren cambiarlo todo, el grupo Attak, aunque su líder, First, resulte un personaje extraño que no termina de revelar al grupo las verdaderas intenciones de sus planes. Patrizia es una chica rara, que llena su cuerpo de tatuajes según el estado de ánimo que tenga en determinado momento, que se machaca con el ejercicio físico, y que no parece tener nada que ver con su novio Laszlo, chico de buena familia que no comulga con las ideas revolucionarias defendidas por Patrizia, que guarda dolorosos secretos de su adolescencia que sin embargo no es capaz de compartir con Laszlo, y que son responsables del difícil carácter de Patrizia y de sus ideas.

Desde el primer momento sabes qué ha pasado y quién ha sido el responsable de los hechos, Shultheiss, desaparece desde el incidente de los tiburones y se hace dueño de las comunicaciones de la cadena en la que trabajaba lanzando amenazas que son seguidas por toda la población a través de la propia televisión y de las redes sociales. Sabemos que Shultheiss es un psicópata del que nadie parece conocer detalles de su vida, pero a medida que avanzamos en la historia vamos encontrando relaciones entre los diferentes personajes que en ella aparecen. Lo que está claro en esta historia es que como lectores no empatizaremos con ningún personaje, a cual más extraño, pero cada uno de ellos aporta su importancia a la trama.

Conocemos casi desde el primer momento qué pasa y quién es el responsable, pero ello no quita interés a la novela, que se convierte en una cruda crítica social a la realidad que vivimos. El autor nos presenta un futuro no demasiado lejano, más bien actual, en el que la población no parece preocuparse por los problemas que afectan a los demás, en el que desde la distancia y el anonimato todos pueden opinar y jugar con el morbo que provocan situaciones complicadas, un mundo en el que unos cuantos pueden alzarse contra el sistema establecido haciendo uso de la violencia, sin que importen las consecuencias... Por desgracia este libro ha resultado demasiado real, puesto que tras su lectura hemos asistido a demasiados ejemplos de atentados y control de ordenadores que parecían sacados de la mente psicópata de Shultheiss, aunque lo ocurrido en el libro ha quedado como ficción más o menos real y los acontecimientos de estas últimas semanas sí han tenido lugar. Es por esto por lo que sentíamos "miedo" al leer el libro; no porque sea un libro de terror, sino porque el autor ha sabido leer la realidad que vivimos y plasmarla en una historia que si tiene algo bueno es que nos deja pensando. Por desgracia para todos nosotros, no es un futuro lejano el que se refleja en el libro, sino que más bien refleja en parte el presente que ya estamos viviendo.
"El consumo de televisión es voraz, vertiginoso y, si no se apoya en las segundas pantallas, las redes sociales, las páginas de Internet o los comentarios de las otras cadenas, cualquier acontecimiento cae pronto en el olvido. La gente no tiene capacidad para valorar todo lo que se emite, debido a la velocidad con la que unos planos sustituyen a otros y a la gran cantidad de cadenas, de series en la web o de programas grabados en los ordenadores o vistos en cualquier lugar gracias al 5G recientemente implantado." (pág. 174)
"Las noticias locales de la BBC informan del suceso del camión de la basura sin darle excesiva importancia. Las imágenes grabadas con el móvil de uno de los presentes no son buenas y, cuando no lo son, los editores no dan mucho espacio a la información. Es verdad que algunos testigos dicen que se arrojó a una persona al contenedor de basura y que pareció que la trituraba entre gritos terribles, pero no se ha encontrado ningún cadáver en el interior. Si no hay cadáver ni buenas imágenes, no más de veinte segundos de pantalla. Así funciona la televisión. Incluso la BBC." (pág. 149)
Y la historia nos pone de nuevo en alerta de lo que supone dejar nuestra huella en la red, algo que todos sabemos pero a lo que no parece que le demos importancia:
"...Otra cosa son las redes sociales, donde cada vez se personalizan más los anuncios según el gusto de los usuarios. Si estos supiesen la cantidad de información que se saca de ellos, se paralizarían antes de volver a hacer un comentario en Facebook o de entrar en determinadas webs. Todo queda registrado, sus "me gusta", sus favoritos, los segundos que permanecen en una página, los tests aparentemente absurdos que responden, los juegos, los links que pinchas.
Si entras en una web de viajes, esa publicidad te aparecerá inmediatamente en tu muro de Facebook con nuevas ofertas. Y cuando vuelvas a entrar en la página de la agencia te habrán subido el precio. Sabrán quiénes son tus amigos, los estudios que tienes, si ves porno o no, y de qué tipo, si lees determinada prensa, a quién sigues en Twitter, la hora a la que te levantas, tu ritmo cardiaco. Incluso las aplicaciones de lectura de libros están al tanto de por qué página vas, los minutos que lees al día. Lo mismo con los programas de televisión que ves a través de la red. La navegación privada no deja rastro en el ordenador, pero eso no quiere decir que esa información no viaje. Se queda almacenada en las webs a las que accedes, en los diferentes programas espías que ya se han encargado de alojarte en tu disco duro. Y todo eso es susceptible de ser vendido al mejor postor, una agencia de medios, un banco o, simplemente, alguien que vive de hacer chantaje en la red El Big Data lo sabe todo de ti." (pág. 122)
Si algo tiene esta novela es que es muy visual. Está dividida en cinco círculos y un círculo final, y al principio y final de cada uno podemos disfrutar de fotografías, a modo de telenovela, de los personajes principales y alguna de las escenas que se relatan. El autor ha querido que le pongamos cara a Shultheiss y a Patrizia, no dejando nada a nuestra imaginación. Asimismo, encontramos a lo largo de la historia conversaciones de Twitter que se reflejan a modo de viñeta, lo que aporta a la trama agilidad, y demuestra la importancia de las redes sociales. Se nota que el autor ha hecho un gran trabajo a la hora de escribir la historia, y ha dejado a lo largo del libro varios enlaces y una página de la novela donde ampliar información.

En definitiva, una historia que se disfruta y que da un poco de miedo, no por la trama en sí, sino por lo cercano que parece que tenemos los hechos que en ella se narran.

Esta reseña participa en la #YincanaCriminal2017 en el apartado "Es un psicothriller o en la novela se menciona alguna red social."


1 comentario:

  1. Si ya le tenía ganas a este libro por todos los buenos comentarios en la yincana, ahora le tengo mucho más. El problema son los pendientes que tengo en la estantería, que demandan mi atención...
    Besotes!!!

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