Reseña de novela negra, aproximación a un escritor islandés.
Título: La mujer de verde
Título original: Grafarþögn
Autor: Arnaldur Indridason
Editorial: RBA Libros, S. L.
© Arnaldur Indridason, 2001
© traducción, Enrique Bernárdez, 2008
© de esta edición: 2009, RBA Libros, S. A.
Primera edición: febrero 2009
Quinta edición: mayo 2009
ISBN: 978-84-9867-263-3
Formato: Rústica con solapas
297 páginas
Argumento e impresiones sobre el libro
Me gusta la novela negra, y últimamente he leído mucha de la producción de los países nórdicos, pero no había tenido el placer de acercarme a la obra de Arnaldur Indridason. Gracias a "La mujer de verde" he podido disfrutar de su creación, el inspector Erlendur Sveinsson.
La aparición de unos huesos humanos, enterrados en unas obras paralizadas en Reikiavik, que pueden tener en opinión de los arqueólogos una antigüedad de sesenta o setenta años, ponen al equipo del inspector en la investigación de unos hechos que enlazan pasado y presente a medida que se avanza en la lectura del libro. El hecho de tratar el hallazgo como resto arqueológico ralentizaba su recuperación pero de esa manera se evitaba la pérdida de pruebas; los restos de una mano con los dedos señalando hacia arriba, casi a modo defensivo, hacen pensar a los investigadores que la víctima pudo ser enterrada viva. Descubrir su identidad será la labor que lleve a cabo el equipo policial. Como los restos, que podrían ser de los años cuarenta, coinciden en época con un campamento británico o norteamericano asentado por la zona, en tiempo de guerra, las posibles desapariciones de extranjeros serán uno de los puntos a investigar.
Paralelamente al desarrollo de la trama vamos descubriendo pasajes que tienen lugar años antes, en los que la protagonista es una mujer que sufre malos tratos por parte de su marido a los tres meses de su boda. Cuando se casaron, ella tenía una hija enferma y aunque él la aceptó nunca le dio cariño; ni siquiera pidió matrimonio a su mujer, solo le dijo: "Quiero que nos casemos", y ella simplemente aceptó.
A medida que avanzamos en la investigación en época actual y conocemos datos de los capítulos del pasado que se van alternando vamos recogiendo pistas sobre la vida personal del equipo encargado de la investigación. Erlendur se nos presenta como un tipo solitario con problemas familiares. Separado, abandonó a su mujer, Halldóra, y a sus dos hijos, Eva Lind y Sindri Snær hacía veinte años. Su mujer nunca dejó que tuviera contacto con sus hijos, pero ellos lo buscaron al hacerse mayores, aunque ahora la relación entre ellos no pasaba por el mejor momento. Eva Lind, de treinta años, drogadicta y ahora embarazada, hacía dos meses que no le hablaba, pero le llamó pidiendo ayuda y su petición parecía desesperada. La búsqueda que Erlendur hace de su hija por zonas no recomendadas de la ciudad nos pone en antecedentes en temas de drogadicción, desnutrición y maltrato físico hacia las mujeres y los niños, en un viaje a lo más oscuro de la capital de Islandia.
Los mismos problemas de maltrato que Erlendur encuentra en los bajos fondos mientras busca a su hija se ven reflejados en la parte de la historia que se remonta al pasado. La protagonista de los malos tratos en esta época, de la que no conoceremos el nombre hasta el final, había intentado huir, pero hasta el párroco le había hecho ver que una buena mujer no se separaba de su marido y que el matrimonio era sagrado. Temía por la vida de sus hijos, Símon, Tómas y Mikkelína, se aisló del mundo y su existencia pasó a depender de su marido.
Por la zona donde aparecieron los huesos se construyeron en otra época bungalows de veraneo; otro de los ejes de la investigación será hablar con los posibles dueños de estas casas si aún estaban vivos, para recabar información de quién podría ser la víctima, mientras se desarrollaban las labores arqueológicas; cualquier línea de investigación sería buena para intentar avanzar dejando de lado los problemas personales.
Erlendur traslucía una especie de tristeza que se percibía al hablar con él y mirarlo a los ojos. Necesitaba agarrarse al trabajo para no pensar en los graves problemas por los que estaba atravesando su hija. Él mismo, Sigurdur Óli y Elínborg serían los únicos encargados de la investigación del "Caso de los Huesos", como se denominó en los medios de comunicación. Las entrevistas con personas que vivían por la zona desde siempre o con sus herederos abren más abanicos de posibilidades para averiguar la identidad exacta de los restos desaparecidos y al responsable o responsables de que los mismos hubieran aparecido allí, aunque la trama sigue centrándose en el pasado en un matrimonio con tres hijos que vivieron de cerca el maltrato, tema central del libro, y muy bien desarrollado por parte del autor.
Estamos acostumbrados, aquellos a los que nos gusta la novela negra, a que los investigadores encargados de los casos tengan conflictos personales, y en el caso de Erlendur, el personaje creado por Indridason, éste no iba a ser menos. Estamos ante un investigador solitario, con serios problemas familiares de los que se siente culpable y que va arrastrando su culpa día a día, aunque intentará por todos los medios inmiscuirse en la vida de los suyos para tratar de solucionar los problemas que puedan tener; a pesar de las preocupaciones, el trabajo es un bálsamo que le ayudará a seguir viviendo y por eso se centra en resolver un caso que a priori no tiene fácil solución y en el que pondrá todo su empeño.
En una zona como Islandia, que al parecer tiene un índice muy bajo de criminalidad, tiene mérito que el autor haya inventado el personaje de Erlendur y que combinando presente y pasado nos hable de unos problemas que por desgracia afectan a todos los países desarrollados. Me ha gustado la forma en la que el autor nos habla de las dificultades por las que pasan los menos privilegiados de la sociedad en la Islandia de la actualidad y cómo se centra en hablar de los problemas que pudieron sufrir los grupos más desfavorecidos en la guerra y la posguerra, aunque el tema principal que sin duda centra el libro es el maltrato y cómo es vivido por aquellos que lo sufren, ya sean adultos o niños que tienen que crecer soportando una maldad desmedida, o por los agresores, que suelen ofrecer otra imagen cuando se relacionan con otras personas al margen de las que están bajo su voluntad.
He disfrutado con los protagonistas, con sus defectos y virtudes, con la trama y la forma de tratar la historia, me ha caído bien el investigador principal y me ha gustado encontrar aspectos de arqueología en la historia, necesaria para recuperar los restos. Aunque el autor se centra principalmente en la figura del inspector y en hacer partícipe al lector de sus problemas personales, que también tendrán importancia en la historia, se dan pinceladas de cómo son y cómo piensan los miembros del equipo de investigación que le ayudan. Te quedan ganas de conocer más historias de la vida personal de todos ellos y eso es un punto a tener en cuenta en la historia. Sin duda, novela recomendable que resulta creíble y que sin duda se disfruta. A mí personalmente me han quedado ganas de leer más libros de la serie, así que ya tengo un autor más que apuntar a la lista.
Título: La mujer de verde
Título original: Grafarþögn
Autor: Arnaldur Indridason
Editorial: RBA Libros, S. L.
© Arnaldur Indridason, 2001
© traducción, Enrique Bernárdez, 2008
© de esta edición: 2009, RBA Libros, S. A.
Primera edición: febrero 2009
Quinta edición: mayo 2009
ISBN: 978-84-9867-263-3
Formato: Rústica con solapas
297 páginas
Sinopsis: El hallazgo de una costilla humana conduce al descubrimiento de un cadáver enterrado en un edificio en construcción en una urbanización de Reikiavik. El viejo y angustiado inspector Erlendur Sveinsson tendrá que esperar a que los arqueólogos analicen a quién o a quiénes corresponden los huesos, que aparentemente llevan ocultos entre cincuenta y setenta años. Pero Erlendur no tiene paciencia: tratará, entre tanto, de recomponer qué era aquel lugar entonces, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando los americanos y los ingleses ocuparon la ciudad, Y descubrirá una verdad aún más aterradora: el "asesinato de almas".
(Sinopsis tomada del propio libro)
Sobre el autor
Arnaldur Indridason (Reikiavik, Islandia, 1961) es historiador, periodista, crítico literario y cinematográfico. Ha trabajado, durante veinte años, principalmente para Morgunbladid, el diario más importante de Islandia. Es autor de varias novelas policíacas y thrillers. Obtuvo el premio Golden Dagger 2005 con "La mujer de verde". Es autor de "Las marismas", publicada en RBA, ganadora del premio La llave de Cristal a la mejor novela policíaca nórdica del año 2002.
En 2013 se hizo con el VII Premio RBA de Novela Negra con su libro "Pasaje de las Sombras".
Sobre el autor
Arnaldur Indridason (Reikiavik, Islandia, 1961) es historiador, periodista, crítico literario y cinematográfico. Ha trabajado, durante veinte años, principalmente para Morgunbladid, el diario más importante de Islandia. Es autor de varias novelas policíacas y thrillers. Obtuvo el premio Golden Dagger 2005 con "La mujer de verde". Es autor de "Las marismas", publicada en RBA, ganadora del premio La llave de Cristal a la mejor novela policíaca nórdica del año 2002.
En 2013 se hizo con el VII Premio RBA de Novela Negra con su libro "Pasaje de las Sombras".
Argumento e impresiones sobre el libro
Me gusta la novela negra, y últimamente he leído mucha de la producción de los países nórdicos, pero no había tenido el placer de acercarme a la obra de Arnaldur Indridason. Gracias a "La mujer de verde" he podido disfrutar de su creación, el inspector Erlendur Sveinsson.
La aparición de unos huesos humanos, enterrados en unas obras paralizadas en Reikiavik, que pueden tener en opinión de los arqueólogos una antigüedad de sesenta o setenta años, ponen al equipo del inspector en la investigación de unos hechos que enlazan pasado y presente a medida que se avanza en la lectura del libro. El hecho de tratar el hallazgo como resto arqueológico ralentizaba su recuperación pero de esa manera se evitaba la pérdida de pruebas; los restos de una mano con los dedos señalando hacia arriba, casi a modo defensivo, hacen pensar a los investigadores que la víctima pudo ser enterrada viva. Descubrir su identidad será la labor que lleve a cabo el equipo policial. Como los restos, que podrían ser de los años cuarenta, coinciden en época con un campamento británico o norteamericano asentado por la zona, en tiempo de guerra, las posibles desapariciones de extranjeros serán uno de los puntos a investigar.
Paralelamente al desarrollo de la trama vamos descubriendo pasajes que tienen lugar años antes, en los que la protagonista es una mujer que sufre malos tratos por parte de su marido a los tres meses de su boda. Cuando se casaron, ella tenía una hija enferma y aunque él la aceptó nunca le dio cariño; ni siquiera pidió matrimonio a su mujer, solo le dijo: "Quiero que nos casemos", y ella simplemente aceptó.
A medida que avanzamos en la investigación en época actual y conocemos datos de los capítulos del pasado que se van alternando vamos recogiendo pistas sobre la vida personal del equipo encargado de la investigación. Erlendur se nos presenta como un tipo solitario con problemas familiares. Separado, abandonó a su mujer, Halldóra, y a sus dos hijos, Eva Lind y Sindri Snær hacía veinte años. Su mujer nunca dejó que tuviera contacto con sus hijos, pero ellos lo buscaron al hacerse mayores, aunque ahora la relación entre ellos no pasaba por el mejor momento. Eva Lind, de treinta años, drogadicta y ahora embarazada, hacía dos meses que no le hablaba, pero le llamó pidiendo ayuda y su petición parecía desesperada. La búsqueda que Erlendur hace de su hija por zonas no recomendadas de la ciudad nos pone en antecedentes en temas de drogadicción, desnutrición y maltrato físico hacia las mujeres y los niños, en un viaje a lo más oscuro de la capital de Islandia.
Los mismos problemas de maltrato que Erlendur encuentra en los bajos fondos mientras busca a su hija se ven reflejados en la parte de la historia que se remonta al pasado. La protagonista de los malos tratos en esta época, de la que no conoceremos el nombre hasta el final, había intentado huir, pero hasta el párroco le había hecho ver que una buena mujer no se separaba de su marido y que el matrimonio era sagrado. Temía por la vida de sus hijos, Símon, Tómas y Mikkelína, se aisló del mundo y su existencia pasó a depender de su marido.
Por la zona donde aparecieron los huesos se construyeron en otra época bungalows de veraneo; otro de los ejes de la investigación será hablar con los posibles dueños de estas casas si aún estaban vivos, para recabar información de quién podría ser la víctima, mientras se desarrollaban las labores arqueológicas; cualquier línea de investigación sería buena para intentar avanzar dejando de lado los problemas personales.
Erlendur traslucía una especie de tristeza que se percibía al hablar con él y mirarlo a los ojos. Necesitaba agarrarse al trabajo para no pensar en los graves problemas por los que estaba atravesando su hija. Él mismo, Sigurdur Óli y Elínborg serían los únicos encargados de la investigación del "Caso de los Huesos", como se denominó en los medios de comunicación. Las entrevistas con personas que vivían por la zona desde siempre o con sus herederos abren más abanicos de posibilidades para averiguar la identidad exacta de los restos desaparecidos y al responsable o responsables de que los mismos hubieran aparecido allí, aunque la trama sigue centrándose en el pasado en un matrimonio con tres hijos que vivieron de cerca el maltrato, tema central del libro, y muy bien desarrollado por parte del autor.
"- Una se avergüenza de ser la víctima de un hombre así y se abandona a una total soledad e impide a todos que se acerquen, incluso a sus propios hijos, porque una no quiere que nadie mueva un dedo, y menos que nadie ellos. Y allí se queda esperando el próximo ataque, que llegará sin aviso alguno, y está llena de odio hacia algo que no comprende, y la vida entera se convierte en la espera del siguiente ataque, ¿cuándo llegará, cuánto daño le hará, cuál será el motivo, cómo evitarlo? Porque cuanto más satisfago sus caprichos, tanto más asco siente él por mí. Cuanta más sumisión y temor le muestro, tanto más odio descarga él sobre mí. Y si me muestro indócil, entonces ya tiene un motivo para matarme a golpes. No hay forma de hacerlo bien. No hay forma. Hasta que lo único en que piense una es en que todo acabe, da igual cómo. Sólo que acabe."Me ha gustado este libro. Como he comentado es la primera vez que me acerco a su autor, y puedo decir que ha sido una grata sorpresa el descubrirlo. Aunque es un libro de novela negra atípico, porque no hay asesinatos en época actual y la trama se centra en resolver un hecho del pasado, los giros en el tiempo y la historia particular de los propios protagonistas (los del pasado y los del presente) ayudan a enriquecer la historia y el conjunto resulta acertado en general.
Estamos acostumbrados, aquellos a los que nos gusta la novela negra, a que los investigadores encargados de los casos tengan conflictos personales, y en el caso de Erlendur, el personaje creado por Indridason, éste no iba a ser menos. Estamos ante un investigador solitario, con serios problemas familiares de los que se siente culpable y que va arrastrando su culpa día a día, aunque intentará por todos los medios inmiscuirse en la vida de los suyos para tratar de solucionar los problemas que puedan tener; a pesar de las preocupaciones, el trabajo es un bálsamo que le ayudará a seguir viviendo y por eso se centra en resolver un caso que a priori no tiene fácil solución y en el que pondrá todo su empeño.
En una zona como Islandia, que al parecer tiene un índice muy bajo de criminalidad, tiene mérito que el autor haya inventado el personaje de Erlendur y que combinando presente y pasado nos hable de unos problemas que por desgracia afectan a todos los países desarrollados. Me ha gustado la forma en la que el autor nos habla de las dificultades por las que pasan los menos privilegiados de la sociedad en la Islandia de la actualidad y cómo se centra en hablar de los problemas que pudieron sufrir los grupos más desfavorecidos en la guerra y la posguerra, aunque el tema principal que sin duda centra el libro es el maltrato y cómo es vivido por aquellos que lo sufren, ya sean adultos o niños que tienen que crecer soportando una maldad desmedida, o por los agresores, que suelen ofrecer otra imagen cuando se relacionan con otras personas al margen de las que están bajo su voluntad.
He disfrutado con los protagonistas, con sus defectos y virtudes, con la trama y la forma de tratar la historia, me ha caído bien el investigador principal y me ha gustado encontrar aspectos de arqueología en la historia, necesaria para recuperar los restos. Aunque el autor se centra principalmente en la figura del inspector y en hacer partícipe al lector de sus problemas personales, que también tendrán importancia en la historia, se dan pinceladas de cómo son y cómo piensan los miembros del equipo de investigación que le ayudan. Te quedan ganas de conocer más historias de la vida personal de todos ellos y eso es un punto a tener en cuenta en la historia. Sin duda, novela recomendable que resulta creíble y que sin duda se disfruta. A mí personalmente me han quedado ganas de leer más libros de la serie, así que ya tengo un autor más que apuntar a la lista.
No he leído nada de Indridason porque lo creía uno más de la plétora de los autores escandinavos de la novela negra. Pero me gusta lo que cuentas de esta novela así que me la apunto. Feliz Año Nuevo!
ResponderEliminarEra uno de mis eternos pendientes, Agnieszka, y personalmente he disfrutado con este libro. Había leído buenas críticas de sus libros en la red y siempre había querido acercarme a su obra; sin duda no será el único libro que lea suyo.
Eliminar¡Feliz Año Nuevo para ti también! ¡Espero que nos traiga buenas lecturas!