jueves, 10 de febrero de 2022

A quemarropa. Richard Stark.

Seguimos intentando dar salida a la lectura de libros pendientes, y al mismo tiempo, rellenar las casillas de la #YincanaCriminal2021.

Con el título de hoy, A quemarropa, nos vamos a América.

Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:


Título: A quemarropa
Título original: The Hunter
Autor: Richard Stark
Traductora: María Teresa Segur
Editorial: RBA Libros, S.A.
© Richard Stark, 1962
© de esta edición, RBA Libros, S. A., 2011
Depósito legal: M-19-950-2014
Formato: Bolsillo
192 páginas.

Sinopsis (tomada del propio libro):

Parker es un profesional. Cada uno de sus trabajos era garantía de éxito. No importaba lo difícil o peligroso que pudiera ser: si conseguía reunir un buen equipo y los beneficios eran razonablemente elevados, no había banco o caja fuerte que se le resistiera. Pero un día su mujer y sus socios creyeron que sería una buena idea traicionarle y huir con su último botín, y cometieron sin saberlo el mayor error de sus vidas. Pero aún: cuando le dispararon a quemarropa para acabar con su vida, deberían haberse cerciorado de que, efectivamente, Parker jamás sería capaz de levantarse de nuevo para cumplir la más sangrienta y cruel de las venganzas.


Datos sobre el autor (tomados del propio libro):

Richard Stark (Nueva York, 1933 - México, 2008). Es el seudónimo más reconocido del escritor norteamericano Donald Westlake, autor de un centenar de novelas y relatos breves de género negro. Tan prolífico como admirado, la Asociación de Escritores de Misterio de Estados Unidos le concedió tres premios Edgar y le distinguió, en 1993, con el prestigioso título de Gran Maestro del Misterio. En 1990 fue nominado a un Oscar al mejor guion por la adaptación cinematográfica de la novela Los timadores, de John Thompson.


Impresiones sobre el libro

Hace tiempo pude hacerme con una interesante colección de libros clásicos de novela negra en formato bolsillo. Recuerdo una colección que se vendía junto al diario "El País", de la que pude conseguir algunos ejemplares (aunque los libros salían a muy buen precio había que comprar también el periódico y yo en aquel momento no tenía un trabajo fijo) y también me hice con varios títulos de la colección "Grandes clásicos de la novela negra", de la editorial RBA, de la que forma parte el libro que hoy reseño, el número 13 de la colección, aunque no recuerdo si estos libros se compraban de forma independiente o acompañados de algún diario. El caso es que no he leído todos los títulos que conseguí, ni mucho menos, y al afrontar la #YincanaCriminal2021 he echado mano de estos títulos pendientes para completar una de las casillas del apartado "Todo es posible en América".

La verdad es que deberíamos poder comprar tiempo, porque son muchos los títulos que personalmente tengo pendientes de leer, y en muchos casos, cuando me animo a acercarme a esos eternos pendientes, me arrepiento de no haberlo hecho antes, porque muchas veces me llevo agradables sorpresas cuando afronto su lectura, y eso es lo que me ha pasado con el libro que hoy traigo.

Quizá es ir a tiro hecho el afrontar la lectura de un clásico de novela negra, pero hay que introducirse en sus páginas para vernos envueltos por la trama. Con A quemarropa he disfrutado. No estamos ante un libro demasiado extenso, no llega a las doscientas páginas, y está estructurado en cuatro partes, a modo de cuatro grandes capítulos. Desde el principio el autor consigue que entremos fácilmente en la historia por la cuidadosa descripción del ambiente donde se desarrolla la trama y la pormenorizada descripción de la forma de actuar del personaje protagonista, del que solo sabemos que se llama Parker (sin que podamos asociarle un nombre, más allá de los que usa en documentación falsificada para poder acceder a algo de dinero), y que actúa movido por la venganza hacia aquellos que lo traicionaron.

Parker se nos presenta como un personaje duro, que sabe lo que quiere y que hará todo lo posible por conseguirlo. Es un ladrón profesional, un especialista en lo suyo, que hace trabajos limpios y que no se arriesga demasiado; no pertenece al crimen organizado, va por libre, y solía hacer uno o dos trabajos al año, robando dinero en efectivo que era difícil de rastrear. Hacía trabajos en grupo, pero no siempre con las mismas personas, y realizaba un nuevo golpe cuando sus reservas estaban por debajo de los cinco mil dólares. No había sido fichado por estos robos, pero todo se complicó cuando Mal Resnick, un antiguo conocido con el que había trabajado antes, le presentó a Chester, un canadiense muy influyente, y decidieron hacerse con el dinero que se movía por el tráfico ilegal de municiones y armas entre Estados Unidos y Canadá; todo estaba medido e iba a ser un buen plan que les podría reportar un buen pellizco para repartir. Conoceremos los detalles de esta operación para hacernos una idea de cómo se desarrollaron los acontecimientos, y para entender por qué Parker actúa de la manera en que lo hace. Está claro que algo salió mal en esta operación, no en el desarrollo del plan, que resultó perfecto, sino en la manera de repartir el botín. Parker fue traicionado por sus socios, que le dieron la espalda; su propia mujer le disparó y le creyeron muerto, pero ha vuelto para vengarse. Nunca antes había estado en la cárcel ni habían tomado sus huellas a causa de sus robos, pero por culpa de su mujer le condenaron a sesenta días por vagabundo, y ahí sí le tomaron las huellas, aunque estas no acompañaran a su verdadero nombre. A los veinte días de estar recluido agredió a un guardián y añadieron seis meses a la condena, teniendo que pasar ocho meses en una granja penal escardando malas hierbas, pero solo aguantó seis meses, y cuando vio la oportunidad, se fugó. Tenía cosas más importantes que hacer que seguir en ese penal, debía buscar a la que era su mujer para sacarle información de Mal Resnick; lo que lo movía era la venganza: lo traicionaron, lo dieron por muerto, y ahora debían pagar.

Desde el primer momento te metes en la trama. Parker es un personaje duro y demuestra esa dureza en sus actos, pero como lector te ves envuelto de tal forma que empatizas con el personaje, te dejas envolver por su forma de actuar y quieres que consiga su fin. Esta novela se lee muy bien, tiene mucha acción y está muy bien narrada. Es fácil imaginar todos los acontecimientos que en ella se cuentan. Estás leyendo la historia y parece que estás disfrutando una película, porque el ritmo no decae en ningún momento y las escenas tan bien narradas son fáciles de imaginar. A la rapidez con que se lee el libro contribuye también la gran cantidad de diálogos que hay a lo largo de las páginas. Estamos ante una novela negra muy negra, con un personaje potente, una trama bien construida, una historia que recuerda las películas en blanco y negro del mundo del hampa (estaba imaginando una película así, en blanco y negro mientras leía la trama), una sed de venganza que mueve al protagonista y un final que es algo así como justicia poética, que da pie a nuevas historias protagonizadas por él (me consta que las hay, pero este ha sido mi primer acercamiento al personaje, y espero que no sea el último).

Por lo que he podido rebuscar por internet, han hecho varias versiones cinematográficas basadas en el personaje de Parker, pero quizá están un poco edulcoradas. Curiosamente estos días he localizado una película en Netflix con el título Parker, que recuerda un poco la trama en sus inicios, aunque aquí es traicionado por los socios con los que lleva a cabo un robo, y no por su mujer, que también se verá perseguida por los que intentan acabar con él (porque sí, en esta película también le dan por muerto y él "vuelve" para vengarse). Como me suele ocurrir, me quedo con los libros, que tienen la esencia del personaje creado por el autor, y con los que se suele disfrutar mucho más, porque los que leemos bastante tenemos la suficiente imaginación como para recrear la trama en nuestra cabeza, y solemos disfrutar más con esta imagen creada por nosotros que con las adaptaciones que de los libros se hacen, especialmente si no son fieles al original.

Tengo que rebuscar un poco más por mi estantería, aunque creo que no tengo más libros de Richard Stark, seudónimo con el que el escritor norteamericano Donald Westlake escribía novela negra, que por lo que he podido leer acabó vendiendo más ejemplares como autor de novela negra que los que firmaba con su nombre original.

No sé si he sabido transmitir que "A quemarropa", o "The hunter" en su versión original, me ha gustado mucho, que el personaje de Parker me ha encantado, que he empatizado con él a pesar de que sabía que no tenía buenas intenciones y que sus actos iban a llevar a la muerte a alguien, pero he disfrutado con la trama, me ha recordado a esas películas en blanco y negro que disfrutaba de más joven, y me han quedado ganas de volver a leer nuevas historias por él protagonizadas. Voy a tener que repasar de nuevo los títulos que quedan pendientes de lectura de estas colecciones en mi estantería, porque sé que me estoy perdiendo auténticas joyas. Otra cosa será que reseñe esas lecturas (este año no hay yincana pero sí hay un reto sobre escenarios de novela negra al que me apunto), pero voy a hacer todo lo posible por ir leyéndolas. En resumen, libro muy recomendable, con víctima masculina, el propio Parker y el objeto de su venganza, que no debéis dejar pasar si se cruza en vuestro camino, especialmente si disfrutáis con la novela negra en estado puro.

¡Nos leemos!

Esta novela participa en la #YincanaCriminal2021 en el apartado "Todo es posible en América", para completar la casilla "La víctima es un hombre".



1 comentario:

  1. Yo también hice esta colección y recuerdo esta lectura en particular, porque me encantó.

    Una reseña estupenda, como siempre.

    Un beso.

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