Nueva reseña para la #YincanaCriminal2021, en un intento de dar opinión de todos aquellos títulos que he leído, muchos de los cuales estaban pendientes de lectura desde hace tiempo.
Vamos con los datos técnicos del libro:
Título: El hombre de los círculos azulesEsto es lo que nos dice el libro como sinopsis:
«Víctor, mala suerte, ¿qué haces fuera?» Esta misteriosa frase viene acompañando durante cuatro meses los círculos azules que aparecen trazados con tiza en las aceras de la ciudad. En el centro de los círculos se halla un desecho, un residuo, un objeto perdido: un trombón, una bombilla, una pinza de depilar... Al comisario Adamsberg no le hace ninguna gracia. Los círculos y su extraño contenido rezuman crueldad. Él lo presiente: pronto ese hecho estrafalario se convertirá en una tragedia.
Y esto es lo que nos dice el libro sobre la autora:
Fred Vargas (Frédérique Audouin-Rouzeau, París, 1957), medievalista y arqueóloga, se dedica de forma paralela a la literatura policíaca, habiéndose convertido desde sus primeras novelas en un arrollador éxito, no solo en su país sino también en las 32 lenguas a las que ha sido traducida. Original en su concepción del género, obras como Huye rápido, vete lejos, Sin hogar ni lugar, Los que van a morir te saludan, El hombre al revés o Bajo los vientos de Neptuno han hecho a Fred Vargas acreedora de galardones como el Prix mystère de la critique (1996 y 2000), el Gran premio de novela negra del Festival de Cognac (1999), el Deutsche Krimipreis (2004) y el Giallo Grinzane (2006). En 2008 se publicó La tercera virgen, novela a la que han seguido numerosos títulos.
Dejo el enlace a la wikipedia por si alguien quiere ampliar la información sobre la autora.
Impresiones sobre el libro
Necesitaba un libro que se desarrollara en Francia o que estuviese escrito por un escritor francés para completar una de las casillas de la #YincanaCriminal2021, y recordé que tenía varios títulos de Fred Vargas esperando turno de lectura. Los ejemplares de los que dispongo son en formato bolsillo, y la mayoría sé que los compré de segunda mano, con esa manía de acumular libros por si alguna vez (creo que es algo que resultará imposible al menos en mi caso) nos quedamos sin lectura. Como no me había iniciado en la obra de esta autora y no tenía el placer de conocer al personaje creado por ella, el comisario Adamsberg, he escogido este título que es el primero protagonizado por este personaje, y aunque me ha resultado una trama algo extraña, no descarto para nada el continuar con la saga, porque me consta, por opiniones que he leído, que merecen la pena títulos posteriores protagonizados por él. Con esto no quiero decir que el libro que hoy reseño no me haya gustado, al contrario, lo que ocurre es que es como una presentación del personaje, excéntrico y poco valorado en principio por sus compañeros, y aunque encontramos asesinatos y la consiguiente investigación, las muertes no se producen hasta bien avanzado el libro.
Es este un libro de personajes, y en ocasiones de personajes excéntricos, como Mathilde, una mujer que va siguiendo a aquellas personas que le resultan interesantes y que va anotando datos sobre ellos, destacando un ciego llamado Charles Reyer con quien entabla cierta amistad. El comisario Adamsberg se valdrá de estas observaciones de Mathilde para intentar descubrir qué enigma encierran los círculos que aparecen pintados sobre las calles de París.
He comentado que este libro es como una presentación de personajes, y así ocurre con el protagonista. Aquí encontramos por primera vez a Jean-Baptiste Adamsberg, como principal protagonista de la trama. De joven había recorrido descalzo las pedregosas montañas de los Bajos Pirineos, y cuando se hizo policía con veinticinco años trabajó en la investigación de asesinatos en pueblos de piedra. De él decían que estaba asilvestrado, refiriéndose a su insociabilidad y soledad, y ahora, desde hacía quince días, su destino era París. Le habían asegurado que su lugar no estaba en la policía, aunque con su mente brillante había esclarecido varios asesinatos en poco tiempo, y así fue nombrado inspector y luego comisario, y cuando le ofrecieron París como destino lo aceptó. El comisario tenía un don, que a él le desencantaba: podía saber qué iba a decir alguien antes de que lo dijera, lo que le resultaba cansino, porque no había sorpresa en su día a día. París para él era como volver a los minerales y a las piedras que pisaba en los Pirineos, y eso le gustaba, pero su llegada había levantado cuchicheos entre sus compañeros, que no sabían cómo tratarlo y que lo veían como un bicho raro a sus cuarenta y cinco años.
Al comienzo de la historia se habla del asesinato de un hombre en un almacén de tejidos, pero no será esta la trama principal del libro. Adamsberg se interesa por el caso y pronto sabrá quién es el responsable, ante la admiración que este descubrimiento por su parte dejará en sus compañeros. Me recuerda un poco en su manera de actuar, algo extraña, y en sus deducciones, al viejo conocido Hercule Poirot, el personaje creado por Agatha Christie. En este caso el comisario resulta muy intuitivo, conoce los comienzos de las historias y el final de las mismas se dibuja claramente ante él. El caso que nos ocupa en este libro es la aparición de unos círculos azules hechos con tiza y trazados con mucho esmero, en distintas calles y distritos de París. Dentro de esos círculos se encuentran objetos cotidianos, se puede decir que residuos, pero siempre objetos inofensivos, y la aparición de los mismos es seguida con cierta expectación por la prensa local. No parece peligroso que alguien se decida a pintar círculos en las calles y que estos círculos encierren algunos objetos, pero este hecho pronto va a preocupar al comisario, que intuye que no son tan inofensivos como se piensa y que algo malo va a ocurrir, precisamente a consecuencia o aprovechando la aparición de esos círculos. La prensa sigue el desarrollo de la aparición de nuevos círculos, y la policía está investigando también los hechos, aunque es difícil descubrir quién los hace y con qué fin. La población no está asustada, mas bien les divierte este hecho curioso que se está dando en su ciudad, hasta que dentro de uno de los círculos aparece una víctima y ya la cosa cambia.
El libro puede hacerse un poco lento al principio, aunque abundan los diálogos, que en algún momento pueden resultar algo estrafalarios. Ya he comentado al principio que es como una presentación de la figura del comisario y también de algunos personajes extravagantes que intervienen en la trama, que al principio puede parecer que estén allí a modo de relleno, pero su forma de ser y su comportamiento resultarán claves en la resolución de la trama. Quizá he echado de menos un índice de personajes al principio, a semejanza de los que encontramos en los libros de la ya citada Agatha Christie, porque reconozco que cuando he entrado en la historia he tenido que releer algunas páginas para saber de qué personaje se hablaba y la relación de unos y otros, tan importante en este caso para revelar el misterio que el libro encierra, porque eso sí, quizá estemos ante un libro que igual nos den ganas de abandonar, por lo enrevesado de los diálogos, los personajes extravagantes que no sabemos si nos van a llevar a alguna parte, y el hecho de que no haya demasiada acción policial hasta bien avanzado el libro, pero si seguimos leyendo disfrutaremos con la historia, que nos tiene preparado un interesante e inesperado final.
Creo que cuando tenga un hueco, preferiblemente en período vacacional, voy a leer de nuevo esta historia tranquilamente, para entenderla mejor y no perderme nada en relación al comisario Adamsberg y a sus compañeros de trabajo, de los que aquí no he hablado pero que merecen también una mención.
No quiero alargarme con la reseña. He leído por ahí que este libro a muchos no les ha gustado. Personalmente, a mí me ha picado la curiosidad y creo que sí seguiré con la saga, y más teniendo en cuenta que tengo en mi poder algunos títulos. Eso sí, o bien con los libros que tengo o echando mano de la biblioteca, o haciéndome con los títulos adquiriendo libros de segunda mano, voy a intentar leer los libros protagonizados por el comisario Adamsberg en orden, porque algo me dice que el personaje del comisario evolucionará seguro, como también debe hacerlo su relación con los compañeros de comisaría. Ya que tengo leído el primero, tengo parte del camino hecho. Ahora, a buscar el siguiente título de la serie, para disfrutarlo una vez que haya leído más tranquilamente el libro que hoy os traigo, que creo que disfrutaré mucho más en una lectura algo más pausada y exclusiva. Creo que el motivo por el que no me centré tanto como debía es porque estaba alternando la lectura de este libro con otro, aunque creo que en estos libros de intriga, no demasiado extensos, lo mejor para disfrutarlos en cogerlos y leerlos casi de tirón, porque así no se despistan ni los personajes ni la trama, y es más fácil que se disfruten. Y vosotros qué decís, ¿habéis leído este título? Y en caso afirmativo, ¿habéis continuado con los siguientes libros protagonizados por el comisario?
¡Nos leemos!
Esta reseña participa en la #YincanaCriminal2021, en el apartado "Ocurrió en Europa", para completar la casilla: "Una novela de un escritor/a francés o que la acción transcurra en Francia".
Con este protagonsita leí hace años un libro y me gustó, aunque sí, también me resultó un poquito raro. No sé si me animaré con este primer libro, que veo que tiene sus peros, pero si tropiezo con él, puede que sí que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
Efectivamente, Loli, este libro, al ser el primero de la serie, es un poco como de presentación. Ya verás como a medida que vayas conociendo a Adamsberg te enamorarás de él como me ha sucedido a mí, claro que todo el personal de la comisaría tiene su aquel. También descubrirás cómo y de qué manera evoluciona la autora.
ResponderEliminarUn beso.