Anne Holt nació en Larvik (Noruega), en 1958. Creció en Lillestrøn y en Tromsø,y se trasladó a Oslo en 1978, donde reside actualmente con su mujer y su hija.
Licenciada en Derecho en 1986, ha trabajado como abogada, periodista y apoderada de la policía. Fue ministra de Justicia en el gobierno de Thorbjørn Jagland durante unos meses (noviembre 1996-febrero 1997), dimitiendo por problemas de salud.
Debutó como escritora en 1993 con la novela Blind Gudinne (La diosa ciega), cuya protagonista era la detective de policía lesbiana Hanne Wilhelmsen. En 1994, su alabado debut tuvo continuidad con Salige er de som torster (Bienaventurados los sedientos), obra con la que ganó el Premio Riverton, el más prestigioso de novela policíaca de Noruega. Estos títulos se convirtieron en serie de televisión y fueron adaptados al cine. Con la tercera entrega de la serie, La muerte del demonio (1995), consiguió el premio literario más prestigioso de Noruega, el Premio de los Libreros.
En 2001, con Castigo, presentó a un nuevo par de detectives, Inger Johanne Vik e Yngvar Stubø, protagonistas de Crepúsculo en Oslo, que se convirtió en la novela más vendida de cualquier género en Noruega en 2004.
Este mismo año se ha publicado aquí en España la séptima entrega de la subinspectora Hanne Wilhelmsen, la protagonista del libro que hoy vamos a reseñar. Se trata de "1222", que se presenta en la portada como el thriller noruego del año. En este enlace tenéis la ficha del libro, de la mano de la web de Random House Mondadori.
Si me he decidido por este libro es para ir reduciendo el número de lecturas pendientes que voy acumulando por la manía (que creo que le pasa a más de uno, afortunadamente para los escritores) de ir comprando; este libro está en mi poder desde hace algunos meses, la sinopsis y el precio me atrajeron y no pude resistirme. Además, ya había leído algo de esta autora y no me había decepcionado. Sin más, vamos con la reseña:
Título original: Salige er de som torster...
Título: Bienaventurados los sedientos
© Anne Holt, 1994
© de la traducción: Mario Puertas
Roca Editorial de libros, S.L.
(rocabolsillo/criminal)
Primera edición en este formato: mayo de 2012
ISBN 978-84-92.833-73-3
216 páginas
Sinopsis: En Oslo el verano promete ser largo y caluroso. Las elevadas temperaturas del mes de mayo han sorprendido a los noruegos, entre ellos a Hanne Wilhelmsen, que ha sido enviada a investigar un macabro escenario criminal: una caseta abandonada en los arrabales de Oslo regada, literalmente, de sangre. En una de las paredes destacan ocho dígitos escritos también con sangre. No hay rastro de la víctima. Aunque tampoco es seguro que haya una víctima humana hasta que se verifique la procedencia del fluido.
Argumento: El cuartel general de la Policía de Oslo, en la calle Grønland 44, está afrontando su peor época: en seis semanas se han perpetrado tres asesinatos y se han acumulado dieciséis denuncias por violación. En medio de esta debacle la subinspectora Hanne Wilhelmsen tiene que hacer frente al descubrimiento de una leñera cubierta de sangre, y aunque no se sabe si se trata de sangre humana, el hecho complica la difícil tarea de la policía, que se enfrenta a una etapa de violencia en alza. Algo destacable en el escenario es la aparición de una cifra de ocho dígitos, sobre una de las paredes, al parecer escrita también con sangre.
Este curioso escenario es descubierto por la policía en la madrugada de un domingo. Lo excepcional del caso es que el mismo patrón vuelve a producirse una semana más tarde, el domingo 16 de mayo, en esta ocasión en la segunda planta de un aparcamiento. Los hechos tienen lugar el sábado por la noche (la policía los descubre el domingo de madrugada), y el patrón se repite el sábado siguiente, en una caseta cerca del río Loelva. De nuevo se conjugan la sangre y los ocho dígitos, que tendrán un importante papel en la resolución de la historia.
Estos extraños sucesos tienen que investigarse en un momento de gran violencia: escándalos callejeros, violaciones y asesinatos tienen a la policía saturada y a la opinión pública en su contra. Además, los festejos del 17 de mayo (fiesta nacional noruega) no harían otra cosa que incrementar los casos de violencia a investigar. En el reparto de tareas a Hanne le toca hacerse cargo de dos casos de violaciones y tres incidentes de malos tratos, que irían a sumarse a aquellos de los que ya se ocupaba.
La violación, el sábado 29 de mayo, de una estudiante de Medicina, Kristine Håverstad, en su propia casa, complica bastante la situación: aunque han sido varios los casos de violación, a éste se le da prioridad absoluta, porque el modus operandi aquí es distinto.
No confiando en que la policía destine fuerzas suficientes a esclarecer los hechos, tanto la víctima, Kristine, como su padre, el dentista Finn Håverstad, van a iniciar una investigación, fruto de la rabia o de la casualidad, buscando al responsable de la violación.
El inspector Haldbakken, miembro del grupo de homicidios, y la propia subinspectora Wilhelmsen empiezan a pensar que los actos de los sábados podrían tener alguna relación con la violación de la estudiante (casualmente ese sábado no apareció ningún escenario lleno de sangre). Pero ¿cómo se relacionarían?...
Anne Holt nos presenta el personaje de la subinspectora Hanne Wilhelmsen, una mujer joven y guapa, muy buena en su oficio, pero que deja la amistad con sus compañeros reducida a las cuatro paredes de la comisaría; sus asuntos personales eran tema al margen del trabajo. Nadie en la comisaría de Oslo debía saber que compartía su hogar con otra mujer. Su pareja, Cecilie, de su misma edad, no conocía ni a los compañeros de trabajo de Hanne ni a sus padres. Las únicas amistades que compartían eran médicos y enfermeras del entorno de Cecilie.
Con estas premisas podemos pensar que Hanne es una persona fría, pero a medida que avanza la historia nos damos cuenta de su sensibilidad, tanto a nivel personal (en su vida privada) como profesional (en su relación con los compañeros y en la forma de acercarse a las víctimas):
Anne Holt nos presenta el personaje de la subinspectora Hanne Wilhelmsen, una mujer joven y guapa, muy buena en su oficio, pero que deja la amistad con sus compañeros reducida a las cuatro paredes de la comisaría; sus asuntos personales eran tema al margen del trabajo. Nadie en la comisaría de Oslo debía saber que compartía su hogar con otra mujer. Su pareja, Cecilie, de su misma edad, no conocía ni a los compañeros de trabajo de Hanne ni a sus padres. Las únicas amistades que compartían eran médicos y enfermeras del entorno de Cecilie.
Con estas premisas podemos pensar que Hanne es una persona fría, pero a medida que avanza la historia nos damos cuenta de su sensibilidad, tanto a nivel personal (en su vida privada) como profesional (en su relación con los compañeros y en la forma de acercarse a las víctimas):
- Era difícil acostumbrarse a esto. La chica de veinticuatro años, sentada frente a ella y que miraba al suelo, era la cuadragésima segunda víctima de violación de Hanne Wilhelmsen. Llevaba la cuenta porque consideraba que las violaciones eran de lo más execrable. El asesinato era otra historia, de alguna forma lo podía entender. Un momento frenético de emociones desmedidas y, tal vez, de rabia acumulada durante años. Podía, de algún modo, existir cierta comprensión. En ningún caso en la violación.
- Hanne estaba turbada, no acababa de acostumbrarse a las violaciones. Pero era muy competente, y los buenos policías no muestran sus sentimientos, al menos no cuando se sienten consternados.
Estamos ante un thriller de acción, puesto que la historia se desarrolla en muy poco tiempo, y son varios los temas que trata: la violencia desmedida, que hace que la policía se vea desbordada y no pueda acudir a todo, la inmigración (legal e ilegal), la venganza personal de los que creen que nada se va a conseguir por la vía legal. Anne Holt es otra de las autoras que nos recuerda que los países nórdicos no son tan bucólicos como nos podría parecer.
El libro está estructurado en diecisiete capítulos, cuyos títulos son fechas; la acción discurre en apenas un mes, desde el 9 de mayo hasta el 10 de junio (fecha en la que queda concluido el caso). Son capítulos cortos, en los que entramos en la investigación y en las vidas de los protagonistas. Acompañamos a la policía, a las víctimas y al responsable de los hechos, sabiendo qué piensan en cada momento y qué les mueve a actuar así. Es fácil identificarse con las víctimas, que llevan a cabo una investigación paralela, y acabas respaldando sus hechos, no así los del violador.
Está narrado en tercera persona, con un ritmo ágil y lenguaje cercano.
En mi opinión, la lectura de este título supone una buena forma de acercarse a los libros de Anne Holt, y a la realidad noruega. El personaje principal ya aparece en La diosa ciega, y como en todas las series, va evolucionando (hasta 1222, el libro más reciente), pero creo que no es necesario haber leído nada antes para disfrutar con esta buena historia policíaca.Yo la recomiendo, si os gusta este tipo de lectura, por supuesto. A mí personalmente me han quedado ganas de leer algo más de esta autora (es cuestión de rebuscar por casa).