Nueva reseña en el blog, gracias a la iniciativa de #MasaCrítica de Babelio en español.
Título: Diamantes y otros demonios
Autor: Miguel Sandín
Editorial: Cuadernos del Laberinto
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-949275-9-1
Primera edición: Enero 2019
220 páginas.
Sinopsis (tomada del propio libro)
Debo reconocer que hubiera sido extraño que me hubiera acercado a este libro de no ser por esta iniciativa, porque muchas veces, en detrimento de las pequeñas editoriales, nos basamos en las novedades publicadas por las grandes y dejamos de ver títulos que no llaman nuestra atención, y no porque no merezcan la pena, sino porque no han tenido la suficiente publicidad. Hay que agradecer a iniciativas como la de Babelio el hacernos llegar títulos en ocasiones desconocidos para el gran público.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Autor: Miguel Sandín
Editorial: Cuadernos del Laberinto
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-949275-9-1
Primera edición: Enero 2019
220 páginas.
Sinopsis (tomada del propio libro)
Hijo de un importante político, Mario Castejón regresa a Madrid después de haber pasado los siete últimos años en una cárcel de Johannesburgo, a la que fue condenado por intentar salir del país con un contrabando de diamante.
En los dos mil seiscientos sesenta y siete días que ha durado su cautiverio, Mario ha dedicado muchas horas a buscar la forma de resolver dos asuntos pendientes antes de rehacer su vida. El primero es recuperar a Paula, la mujer con la que vivía y la única a la que ha amado. El problema es que ahora ella tiene otra pareja. El segundo es vengarse del hombre que le propuso el negocio, un tipo con un pasado nada tranquilizador.
No serán dos empresas sencillas, pero a la obstinación de Mario se añade el hecho de que esos años en la cárcel le han enseñado a perder el miedo.
Intriga, pasión, jazz y la ciudad de Madrid son los ejes de este emocionante thriller poblado de ritmo e intensidad.
Datos sobre el autor
Miguel Sandín (Madrid, 1963). Licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, donde fue uno de los creadores de la revista Thales y Cuales. Su afición por el teatro le llevó a fundar la compañía Karmesí, de la que fue actor y director. Desde 1990 es profesor de Filosofía e Historia, labor que compagina con la creación literaria.
Además de diversas obras de teatro infantil ha publicado, entre otras, las novelas El gusano del mezcal (Edebé, 2008), Expediente Pania (Edebé, 2009. Finalista del Premio Hache 2011), Por si acaso te escribí (Premium, 2017. Finalista del Premio Nadal 2015), El Lazarillo de Torpes (La esfera de los libros, 2018) o La tripulación del Utopía (Pez de plata, 2019).
(Datos sobre el autor tomados del propio libro).
© Fotografía del autor: Juan Fernández Barredo
Impresiones sobre el libro
No sé muy bien cómo iniciar esta reseña. Este libro tiene algo, no hay duda, hay historia, y me ha gustado, pero quizá le hubieran hecho falta unas pocas más de páginas para desarrollar la trama, o quizá no, y lo que el autor pretendía era exponer el caso, que el personaje lo viviera y nosotros con él como lectores, y que todo se solucionara rápido, y quizá es eso lo que me ha fallado un poco, la facilidad con la que todo ha pasado.
Mario Castejón, el protagonista, ha pasado siete años de su vida encerrado en una cárcel de Sudáfrica porque lo pillaron cuando intentaba sacar diamantes del país de forma ilegal. Está claro que alguien lo ha traicionado, y vamos a descubrir pronto quién puede ser el responsable gracias a pequeñas incursiones que el autor hace a lo largo de la lectura en el pasado del protagonista, antes de llevar a cabo el viaje que cambiaría su vida y rememorando pasajes de su estancia en la cárcel africana. Hay que agradecer en este punto las transcripciones de conversaciones en inglés que el protagonista mantiene con otros presos, bien traducidas en ese mismo momento, pero que favorecen que queramos entender ese inglés, y luego ratifiquemos si hemos comprendido lo que se ha dicho; ha sido todo un ejercicio que se agradece, pero no debe asustaros, porque no son tantas las frases en inglés que salen en el libro, y repito, están traducidas. A mí me han gustado.
¿Cuál ha sido el problema que dejaba intuir un poco más arriba con el tema de la facilidad con la que todo se ha solucionado? Tenemos claro que siete años de la vida de cualquiera son muchos años, y pasar ese tiempo dándole vueltas a la cabeza sobre quién te ha engañado para acabar encerrado en la cárcel dan para mucho, desde señalar al culpable e idear una venganza contra esa persona, como tratar de recuperar lo mejor posible la vida que ese encierro te ha hecho perder. Es mucho tiempo para planear, no hay duda, pero al protagonista, un despojo de la sociedad como se presenta en un primer momento, pronto las cosas parecen irle de cara. Mario es hijo de un importante político, y ha tenido problemas con su padre, con el que cortó toda relación tiempo antes de ser detenido. La situación familiar es complicada, al menos eso es lo que se intuye en las primeras páginas con la vuelta del hijo pródigo, pero el autor no ha querido incidir demasiado en ese tema, apenas lo perfila, y quizá personalmente hubiera disfrutado algo más si esa relación entre los padres y hermana de Mario estuviera más desarrollada. Ya digo que la situación de malestar se intuye, queda clara, el autor va al grano de la cuestión, y queda explicada la dificultad de la relación familiar, pero he echado de menos algo más de extensión en este tema. Lo mismo me ha pasado con el desarrollo de los objetivos por los que el protagonista se mueve a su vuelta a Madrid: quiere recuperar el amor de la que era su pareja, Paula, y quiere vengarse del que cree responsable de sus años en la cárcel. Pensándolo así podíamos prever que estamos ante un thriller, rápido, y efectivo, pero no creo que las cosas se hubieran desarrollado así de tratarse de realidad, porque repito, todo ha sido demasiado fácil, aunque sin perder el interés en la historia, eso que quede claro.
Donde hubo fuego quedan brasas, o eso se dice, pero en siete años es fácil que tu pareja haya rehecho su vida y que esté con alguien, y tú vuelves, y lo pones todo patas arriba. Un par de llamadas, un encuentro a las puertas de tu centro de trabajo, una cena... un acoso para controlar la nueva vida de tu antigua pareja y al final... ¿todo se soluciona? Me ha pasado como con el tema familiar, se entiende la situación, se entienden los sentimientos del protagonista, y de Paula y su actual pareja, pero me hubiera gustado algo más de contenido para explicar este triángulo amoroso, algo más de extensión en la trama, pero repito que si la voluntad del autor era ir al grano en pocas páginas, sin duda lo ha conseguido. Sabe qué quiere contar y consigue contarlo; que yo hubiese gustado de una explicación más densa es problema mío, sin duda.
Y qué decir de la venganza. También en mi modesta opinión se va desarrollando muy rápida, no se encuentra mucha dificultad para llegar al culpable. Demasiados golpes de suerte a pesar de que se pinta al protagonista como alguien que ha perdido mucho y a ojos de los demás es más bien un despojo humano. Pese a hacerme repetitiva, yo hubiera extendido un poco más la trama, aunque reconozco que la investigación del entorno del presunto culpable me ha gustado porque aporta otros matices a la trama.
Y a estas alturas, si alguien ha llegado hasta aquí, igual os estaréis preguntando si me ha gustado el libro o no. Debo reconocer que en conjunto sí, porque se presenta una historia clara y que mantiene el interés del lector hasta el final. Tráfico de diamantes, una venganza que se va fraguando durante siete años en la cárcel, y vuelta a la libertad para recuperar aquello que se ha perdido, todo ello aderezado con toques de amistad, camaradería, y el jazz como telón de fondo, porque nuestro protagonista y su socio son muy aficionados a este tipo de música. Me ha gustado en conjunto, y debo reconocer que no me ha defraudado el autor, a pesar de los peros que he puesto más arriba. Creo que ha querido contar una historia con lo más indispensable y lo ha conseguido. Reconozco que disfruto con los libros algo más largos, y por eso he echado en falta algo más de desarrollo, pero en general me ha gustado la forma de escribir de Miguel Sandín. Debo reconocer que no conocía a este autor, creo que no había leído nada de él con anterioridad, pero se nota que escribe bien, y creo que le daré otra oportunidad si algo suyo cae de nuevo en mis manos. Si tengo que poner un pero, no a la escritura del autor, sino a la revisión del libro, he encontrado algún que otro fallo de maquetación (un par de palabras escritas juntas, el que no haya separación entre una parte de la historia y otro momento distinto de la misma que nada tienen que ver...) que se solucionarán sin duda alguna con una nueva revisión.
"El camarero observó con detalle a ese tipo tan escuálido que la ropa parecía prestada. Supuso que sería un drogadicto y accedió para evitarse problemas. Mario siguió el rumbo de aquel pensamiento con la misma facilidad que si fuera propio. Convivir durante años con demasiada gente destruida en un espacio pequeño hace que interpretar correctamente las intenciones ajenas sea la mejor forma de conservar la vida."
"Hacerse con un teléfono móvil y un ordenador portátil no supuso para Mario la menor dificultad. Su inmaculada Visa platino le convertía, a ojos de los vendedores, en un sujeto apuesto, lozano y fiable. Como además adquirió los productos más caros, le ajustaron los dispositivos para que a través del teléfono pudiese tener en el ordenador acceso inmediato a la red."
¿Recomiendo el libro? Por supuesto, si queréis una historia ligera que se deja leer, y muy rápido, porque si la trama se desarrolla rápido, el libro se lee de la misma forma. Que igual quedáis con ganas de más como a mí personalmente me ha pasado, es posible, pero igual eso es mérito del autor. El libro está plagado de diálogos, de ahí la facilidad para leerlo, y quizá también el problema que yo le achaco, el no haberse extendido más en las tramas personales, en las relaciones entre Mario y aquellos con los que se cruza. Pese a todo, el libro trata bastantes temas, además del tráfico ilegal de diamantes. La diferencia entre presos según el color de su piel en las cárceles de Sudáfrica, la corrupción política en España, la dificultad de las relaciones entre padres e hijos, la homosexualidad, los celos, el ansia de venganza... Son muchos los temas tratados para tan pocas páginas, así que el que se decida a leerlo seguro que encuentra algún punto de los planteados que le resultará sin duda interesante. Lo dicho, si queréis pasar un rato entretenidos, o imaginando qué habrías hecho vosotros en lugar del protagonista una vez fuera de la cárcel, esta es vuestra lectura. No estamos ante un libro pretencioso, se deja leer y se disfruta, así que parte del trabajo está hecho. Por mi parte intentaré buscar algo más del autor a ver cómo se desenvuelve en otro género.
Como siempre, gracias a la editorial y a la iniciativa #MasaCrítica de Babelio que me está acercando a autores a los que difícilmente hubiera llegado por mí misma. De este libro me llamó la trama y esa no me ha decepcionado, a pesar de que me hubiera gustado que se extendiera algo más en algunos aspectos, como he tratado de argumentar en mi reseña.
Hasta una próxima lectura. ¡Nos leemos!