miércoles, 31 de diciembre de 2014

Joyland. Stephen King.

Joyland, el título que hoy presento, pese a estar escrito por Stephen King, autor que para muchos es el maestro del terror, no es para nada un libro de miedo, aunque mantiene su pizca de intriga y de elementos sobrenaturales. Sin más, vamos con los datos del libro.

Título: Joyland
Autor: Stephen King
Título original: Joyland
Traducción: José Óscar Hernández Sendín
Editorial: Random House Mondadori, S. A.
Primera edición: junio, 2013
Formato: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 978-84-15725-08-4
304 páginas.
Precio: 11'95€

Sinopsis: Verano de 1973. Carolina del Norte. Devin Jones entra a trabajar en Joyland, un singular parque de atracciones local. La leyenda de un terrible asesinato cometido en la Casa Embrujada del parque, la pérdida de su virginidad y unos meses plagados de misterio, aventura y grandes descubrimientos cambiarán su vida para siempre.

Datos sobre el autor (tomados del propio libro)

Stephen King (Portland, Estados Unidos, 1947), con más de cincuenta libros publicados, es el maestro indiscutible de la narrativa de terror contemporánea. En 2003 fue galardonado con la Medalla de la National Book Foundation, por su contribución  a las letras estadounidenses, y en 2007 recibió el Grand Master Award, que otorga la asociación Mystery Writers of America. Entre sus títulos más célebres cabe destacar "El misterio de Salem's Lot", "El resplandor", "Carrie", "Christine", "La zona muerta", "Ojos de fuego", "It", "Maleficio", "La milla verde"  y las novelas que componen el ciclo "La Torre Oscura". Algunas de sus novelas han sido escritas con el pseudónimo de Richard Bachman, y es fácil que hayamos visto la adaptación cinematográfica o televisiva de muchas de las obras de este autor.
Sus últimos libros publicados en España son "Joyland", la que hoy reseñamos, "22/11/63", "Todo oscuro, sin estrellas", "La cúpula", y no hace mucho ha salido "Mr. Mercedes".
Más datos sobre el autor en la página web oficial.
© de la fotografía del autor: Dick Dickinson

Argumento e impresiones sobre el libro

Devin Jones cuenta, cuarenta años después, unos acontecimientos que marcaron su vida allá por el otoño de 1973, cuando solo era un chico de veintiún años, virgen y con aspiraciones literarias, con ocasionales pensamientos suicidas y un corazón roto por culpa de Wendy Keegan, la que se suponía era su novia. Durante el verano de 1972 los dos habían trabajado juntos en la universidad (ella como bibliotecaria, él en una cafetería) con el fin de ganar algún dinero y pasar tiempo unidos; en 1973 ella se decide por trabajar en Boston con una amiga y Devin opta por contestar un anuncio que requería personal para trabajar en un parque de atracciones, en labores de mantenimiento. Muchos kilómetros iban a separar a la pareja, pero Devin, recordando estos hechos años después no se arrepiente de la decisión tomada.

El parque de atracciones en el que Devin trabajaría durante el verano y en el que permanecería en otoño era Joyland, construido por Bradley Easterbrook, que tenía como mascota a Howie, el Perro Feliz. Después de pasar una entrevista y dar una vuelta completa por el parque, fue contratado por Freddy Dean (una vuelta en la Carolina Spin, la gran noria, significaba que habías sido admitido entre los trabajadores). Durante el verano tuvo que alquilar una habitación en la pensión de la señora Emmalina Shoplaw, que estaba encantada con albergar a los nuevos trabajadores del parque de atracciones.

El verano que Devin pasará como trabajador en Joyland cambiará su vida, especialmente por las personas que conocerá. En Joyland aprendió a hacer de todo, aunque su ocupación principal estaría en el batallón de los Perros Felices; estaba en el equipo Beagle, cuyo jefe era Gary Allen, y se le daba bien ponerse las pieles (en pleno verano tenían que animar al público infantil vestidos con el traje de la mascota del parque). La amistad que estableció con Tom Kennedy (con quien compartió equipo) y Erin Cook (contratada para que fotografiara al público del parque) se mantuvo a lo largo de los años, aunque también hizo buenas migas con parte del personal fijo. La pitonisa de Joyland, Rosalina Gold, conocida como Rozzie, advirtió a Devin que una sombra se cernía sobre él y que en su futuro había una niña y un niño pequeños, pero no podía decirle quién de ellos tenía la visión.

Si hay algo en este libro es intriga y un punto sobrenatural. Sobre el parque se cierne una leyenda: tiempo atrás una chica, Linda Gray, fue asesinada allí por su supuesto novio, aunque él no pudo ser identificado ni detenido; se creía que el fantasma de la chica seguía en el parque, y Devin pasó todo el verano esperando poder verlo.

En su estancia en el parque conoció a Annie y Mike Ross, madre e hijo a los que veía todos los días mientras se trasladaba desde su pensión al trabajo. Mike estaba enfermo, tenía distrofia muscular de Duchenne, y nunca había visitado el parque de atracciones. La amistad que Devin acaba trabando con con el muchacho y el acercamiento a su madre acaban en una visita planificada al parque, con el beneplácito de los superiores, para que Mike pueda disfrutar de una visita privada en la que pueda vivir momentos felices antes de su esperada muerte. Mike es un chico especial, y tendrá mucho que ver con el cambio de actitud que se opere en Devin a partir de ese período de su vida.

Aunque aparecen fantasmas y se habla de un asesino en serie (el caso de Linda Gray parece estar relacionado con otras muertes en zonas cercanas a ferias), la historia habla del paso a la madurez (es el protagonista el que cuenta la historia con más de sesenta años para explicar cómo fue ese momento en su vida) y es también la historia de aquellos que pese a tener mucho que ofrecer no pueden disfrutar de este momento ni dar todo lo que llevan dentro a los suyos, porque la muerte viene a por ellos antes de hora.

Es una historia amena, con toques de intriga, momentos de desesperación y su dosis de amor, que mantiene el ritmo a lo largo de toda la trama, porque el protagonista nos va introduciendo en un mundo que nos es ajeno, el de los parques de atracciones, con su propia jerga y sus propias reglas de camaradería, recordando aspectos de su juventud ya alejada.

Estamos ante una historia bien escrita, que mantiene la dosis de intriga justa; no es un libro que dé miedo, pero no pierde este toque sobrenatural que adereza la trama y se lee muy bien; como lectores nos metemos en la historia y nos alegramos y entristecemos según afectan los hechos al protagonista y a aquellos que le rodean. Como buen libro de intriga, nos espera una sorpresa final. Me ha gustado recuperar la lectura de la obra de este autor, al que hacía tiempo que no me acercaba, y me ha picado de nuevo el gusanillo de seguir con su obra; sin duda lo tendré de nuevo en cuenta.

¡FELIZ AÑO!





Tocar los libros. Jesús Marchamalo.

Libro cortito, claro ejemplo de libro sobre libros.

Título: Tocar los libros
Autor: Jesús Marchamalo
Cuadernos de Mangana, 29.
© Jesús Marchamalo
© Centro de Profesores y Recursos de Cuenca
ISBN: 84-95964-24-4
64 páginas.
Formato: Rústica con solapas



Cuadernos de Mangana es una colección de textos pertenecientes a distintos autores que han participado en cursos de este Centro de Profesores.

Tocar los libros corresponde a la intervención de Jesús Marchamalo en el curso "La novela española de nuestro tiempo (VI)" de abril de 2004.






Sobre el autor
Jesús Marchamalo (Madrid, 1960) lleva más de dos décadas dedicado al periodismo. Ha pasado buena parte de su carrera en Radio Nacional de España y Televisión Española.
Tiene en su haber diversos galardones, entre ellos el Premio Internacional de Radio, Montecarlo, 1991; el Premio Internacional de Radio, URTI, 1990; el Premio ÍCARO de periodismo 1989, otorgado por el Grupo 16; y el Premio Nacional de Periodismo, MIGUEL DELIBES, 1999.
Es autor entre otros, de los siguientes libros: Manual ilustrado de copia y chuletaje (Miraguano, 1985), Técnicas de comunicación en radio (Paidós, 1994), La venganza, el placer de la justicia salvaje (Espasa, 1995), Bocadillos de delfín, anuncios y vida cotidiana en la posguerra española (Grijalbo, 1996), La tienda de palabras (Siruela, 1999) y Las bibliotecas de la guerra (Galería Sen, 2003), en tirada limitada con grabados originales de Javier Pagola.
Durante ocho temporadas fue presentador y guionista del espacio Al Habla, en La 2 de Televisión Española, dedicado a la difusión del idioma español, y tiene una página, De palabras, dedicada al lenguaje en la revista Muy Interesante.
Dedicado casi en exclusiva al periodismo y a la gestión cultural, colabora asiduamente en diversas publicaciones culturales con reportajes, entrevistas y reseñas relacionados con el mundo de la edición, las bibliotecas, la literatura y la creación literaria.
Más información sobre el autor en su página web.


Aproximación e impresiones sobre el libro

Lo que me ha quedado claro con la lectura de este libro es que se lee de tirón y que deja un buen sabor de boca, porque habla de situaciones ante las que todos los amantes de los libros nos hemos visto en algún momento y es bueno saber que no somos los únicos que tenemos problemas a la hora de coleccionar tan preciado tesoro. Sin duda me hubiera gustado asistir a la conferencia que dio lugar a este libro, porque está lleno de anécdotas sobre escritores y su más preciado botín que me hubiera gustado escuchar in situ.

El autor nos plantea desde el primer momento la necesidad o no de saber el número exacto de libros que se tiene (reconozco que es un dato que yo misma desconozco). Un día de insomnio, en lugar de contar ovejas sintió la necesidad de contar libros, primero a ojo según los centímetros medios de grosor de los libros y los metros de estanterías que tenía en la casa. En el lugar donde trabajaba conviven más de mil volúmenes, palabra que es utilizada cuando se tiene cierta edad. Ahí reúne todo lo que hubiera leído en diecinueve años si hubiera dedicado una semana de media a cada uno. Libros de temática muy variada que todos, incluso los escritores más reconocidos, hemos ido acumulando, que se han ido juntando con los demás sin saber cómo han llegado hasta allí. Walter Benjamín tenía una colección especial de cuentos de hadas, Pedro Salinas coleccionaba tratados de urbanidad, y Aleixandre guardaba novelas policíacas
.
Según el autor, las bibliotecas definen a sus dueños, la lectura es una declaración pública de intenciones. Habla de quiénes somos y de cuáles son las cosas que nos interesan. Compartir lecturas hermana como lo hace compartir los mismos gustos culinarios o zona de veraneo. Cuando se habla de que los libros que poseemos nos definen me da un poco de respeto; me encanta la novela negra y los libros de intriga y misterio, y es lo que abunda en mi biblioteca particular, y es lo que suelo comprar, sobre todo en bolsillo si la economía me lo permite, pero no creo ser una experta en asesinatos ni espero que esto me defina. Leo de todo, ya se puede comprobar últimamente en las entradas variadas del blog, pero a la hora de adquirir, me decanto por este género (aunque también por novela histórica); si alguien que no me conoce ve mis estanterías, que para nada son tan extensas como las del autor (ya lo quisiera yo) podría mal definirme; creo que a lo largo de nuestra vida pasan muchos libros y autores por ella, y que como en todo, para la lectura también tenemos momentos, eso si, disfrutamos compartiendo nuestros gustos con otros que piensan como nosotros.

Según el autor, hay algunos libros que están en todas las estanterías, como "El Principito", "El Quijote" y "El nombre de la rosa" (reconozco que estos tres los tengo), aunque lo que cabe preguntarse es si esos libros que todos tenemos se han comprado para quedar bien o si realmente se han leído. Como siempre en este tema encontraremos de todo.

Con respecto a los libros que leemos, es difícil quedarse con un título o con un solo autor, siempre se nos ocurrirán muchos con los que hemos disfrutado o lo haremos en el futuro. No hace mucho circulaba por facebook un reto en el que te animaban a que te quedaras con los diez libros que más te habían gustado o que al menos te habían marcado. Me resultó complicado hacer el reto, y preferí tirar de los libros que leí en mis inicios, con autores que me inculcaron un amor por la lectura (no puse títulos representativos de la literatura universal, solo títulos que me recordaron que había pasado un buen momento al acercarme a ellos).

A veces es difícil que recordemos el argumento de un libro que leímos aunque dentro de nosotros sabemos que nos gustó y que nos dejó un buen sabor. De joven el autor recuerda a Salgari, Verne o Melville; yo me quedo con Enid Blyton y Agatha Christie (cada uno tiene sus propios recuerdos).

Un problema que plantea el autor es cómo colocar todos esos libros que hemos ido acumulando a lo largo de los años y de los que por supuesto no tenemos intención de deshacernos. Lo ideal es una gran casa, y un buen sueldo del que disponer. El escritor mexicano Sergio Pitol, con más de ocho mil libros en su haber, cuando tenía problemas de espacio derribaba una pared y construía otra habitación. En nuestro caso, con pisos de reducido espacio, es normal que los libros ocupen todas las estanterías casi sin orden ni concierto, y que de allí pasen a ocupar mesas, sillas, o que aparezcan apilados en un rincón de la habitación... a pesar de no tener espacio, seguimos comprando, y nos seguimos emocionando si algún libro nos toca en algún sorteo o si una pequeña editorial se fija en nuestro modesto blog y nos propone el envío de un ejemplar. Adoramos los libros, y en mi caso adoro los libros en papel, y me gusta tenerlos, hasta el punto de que si he leído algún libro interesante de la biblioteca que me ha gustado mucho y no tenía he procurado hacerme con su versión en edición bolsillo, mucho más asequible a mi mermada economía y que por supuesto ocupa menos espacio. Esto se solucionaría si me acostumbrara al uso de libros digitales, pero es algo que aún me cuesta y sigo prefiriendo el tacto del papel, creo que soy de la vieja escuela.

A la hora de ordenar estos libros también hay problemas, y es otro tema que se plantea en la charla. ¿Cómo lo hacemos? ¿Por orden alfabético como en las bibliotecas? Así convivirían uno junto a otros libros que nada tienen que ver en estilo o temática. Si lo hacemos por cronología autores que no se llevaban bien en vida pueden acabar juntos, y si lo hacemos por tamaños el espacio no siempre estará bien repartido. En mi caso uso la ordenación por tamaño y temática... suelo tener los libros que más me gustan en la parte delantera de la balda, y los que menos uso, o simplemente los que tienen más tiempo o están más estropeados, en la parte trasera de esa misma balda, porque todos los que tenemos problemas de espacio sabemos que las baldas de las estanterías se utilizan por encima de sus posibilidades (esperemos que un día no caigan todos los libros que soportan nuestras estanterías).

El autor presenta el caso de escritores que no han tenido más remedio que deshacerse de libros, sobre todo por falta de espacio, aunque con el tiempo es normal que esos autores se hayan hecho con una biblioteca casi tan grande como la que antes poseían. Reconozco que no soy yo mucho de deshacerme de libros, muy al contrario, acepto aquellos que me dan, aunque sean usados, si están en buen estado o si pueden recomponerse. Sólo me he deshecho de aquellos libros que tenía repetidos, porque más joven era muy aficionada (reconozco que influía el precio de la oferta) a hacerme con los primeros títulos de las colecciones en tapa dura que algunas editoriales sacaban a precio asequible al comienzo de las estaciones, y en ocasiones alguno de los títulos se repetía. En estos casos los libros fueron puntualmente donados a la biblioteca o regalados a alguien que los supiera valorar, con gustos parecidos a los míos, pero no me he deshecho de ellos tirándolos a ningún contenedor; si he tenido que deshacerme de alguno por problemas de humedad me ha dolido en el alma, lo reconozco.

Pero, con todo lo que tenemos para leer y con lo nuevo que se publica, ¿por qué conservamos libros que nunca vamos a volver a leer o no vamos a necesitar? Esta es una pregunta que plantea el autor, y según él, los libros denotan autoridad cultural, dotan de prestigio a sus poseedores y son un signo de aspiración intelectual. Aportan soluciones decorativas, dan tono a una casa y abrigan. Quizá tengamos tantos libros por la herencia que vamos a dejar a los que nos siguen, quizá a nuestros hijos o sobrinos, aunque el valor sea exclusivamente sentimental, porque desde que aparecieron las ediciones de bolsillo el valor económico de los libros ha bajado considerablemente (compro libros por leerlos y por el placer de tenerlos, nunca he tenido en mis manos una primera edición como pieza de coleccionista y de tener posibles no creo que los comprara para eso). Los libros envejecen mal, el papel amarillea, se vuelve quebradizo, penetra el polvo en las hojas y los mancha la humedad, pero así y todo seguimos con la idea de tenerlos y disfrutamos comprándolos y leyéndolos.

Tenemos libros que no nos aportan nada, que no nos gustan después de haber leído unas cuantas páginas de ellos, pero aun así los conservamos (es mi caso); suelo darle la oportunidad a los libros, me cuesta dejarlos a medias, y en ocasiones tiendo a releer las páginas si hace tiempo que lo he dejado. No me gusta llevar varios libros a la vez, sobre todo si son de una temática parecida, prefiero disfrutar las lecturas una a una e intercalar libros de menos páginas, pero suelo ser cabezota a la hora de leer, y no me doy por vencida generalmente cuando cojo un libro, aunque en principio no me termine de llenar, porque me he llevado gratas sorpresas en algunos finales que cambian totalmente la idea que tenía sobre un libro que en principio no me llenaba.


Ya no suelo prestar libros, no porque no quiera o porque desconfíe si el libro va a regresar a mis manos (creo que todos sabemos a quién podemos prestar algo y a quién no), sino porque es fácil encontrar muchos de los títulos que tengo en las bibliotecas (si es que cuentan con presupuesto para comprar), y es allí donde vamos muchos a hacernos con las últimas novedades, si no podemos esperar a que salga en bolsillo. Las bibliotecas públicas son cada vez fuente de conocimiento y de satisfacción de deseo en cuanto a lecturas, y se agradece que pongan a nuestro alcance los títulos que no siempre podemos adquirir. Además, en ellas encuentras en ocasiones títulos que están descatalogados o que es difícil que consigas en una librería, a no ser que sea de viejo o de ocasión. Lo que está claro es que los libros llevan la esencia de aquellos a los que pertenecen o han pertenecido; aquellos a los que nos gusta disfrutar de un buen ejemplar en papel, aunque no sea de nuestra propiedad, lo cuidamos por encima de todo, sin escribir en los márgenes, sin subrayar y quitando la sobrecubierta para que no se estropee... hay quien forra los libros para protegerlos, aunque personalmente nunca lo he hecho con los libros de lectura. Dámaso Alonso, según cuenta el autor, era reacio a prestar sus libros porque se los devolvían completamente esguardamillados, es decir, desbaratados, descompuestos y descuadernados.


Como se puede ver, en pocas páginas Jesús Marchamalo trata bastantes temas que tienen que ver con libros, y con anécdotas que sobre ellos afectan a escritores conocidos y a lectores en todas partes y en distintas épocas. Como lectores amantes de los libros nos sentimos identificados con el libro, que trata temas entretenidos sobre los que cualquier voraz lector o coleccionista de libros puede opinar, planteando preguntas y respuestas que cada uno de nosotros a la vez puede responderse, y que se hace corto, porque es un pequeño ensayo que se lee de tirón y se disfruta, y quedas con ganas de seguir conociendo más detalles del tema tratado. Como dije al principio, me hubiera gustado asistir a la conferencia que dio lugar a este libro porque estoy segura de que la hubiera disfrutado. Sin duda habrá que seguir la pista de este autor, si escribe principalmente sobre un tema que personalmente me gusta: los libros.

84, Charing Cross Road. Helen Hanff.

Relato de un libro epistolar, de los que hablan de libros.

Título: 84, Charing Cross Road
Autora: Helene Hanff
Editorial: Anagrama
Traducción: Javier Calzada
ISBN: 84-339-6982-X
Formato: Rústica con solapas
6ª edición
128 páginas

Sinopsis (tomada de la página de la editorial):

En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin dinero, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes difíciles de encontrar que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una gran amistad. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.

Sobre la autora


Helene Hanff (Filadelfia, 1918- Nueva York, 1997), de formación autodidacta, inició su carrera literaria escribiendo obras de teatro y, más adelante, guiones para la televisión, libros infantiles, ensayos históricos y políticos y colaboraciones en el New Yorker y Harper's. La fama le llegó después de publicar 84, Charing Cross Road, un libro que es una delicia para todos los lectores, y que inspiró una película protagonizada por Anne Bancroft y Anthony Hopkins.



Impresiones sobre el libro

El título del libro hace referencia a la dirección en Londres de una librería, Marks & Co., especializada en libros agotados,  a la que se dirige por carta Helene Hanff, una escritora pobre que ama los libros antiguos pero que desea que estos estén en buen estado y a un precio razonable, y eso es algo que no siempre consigue en la ciudad en la que vive, Nueva York.

La correspondencia entre la escritora y la librería londinense especializada se inicia en 1949 y va a continuar a lo largo de los años, creándose una cierta amistad entre los trabajadores londinenses y la exigente lectora (reconozco que la mayoría de los títulos que se citan en las cartas como pedidos de Helen Hanff me resultan desconocidos). A pesar de la distancia que separa Nueva York de Londres, los libros llegan en buen estado, aunque cuando la protagonista no se siente satisfecha con el pedido no duda en protestar vía misiva para que en un próximo envío tomen más en cuenta sus gustos. No obstante, se establece una buena amistad entre cliente y librería, que darán como resultado una asidua correspondencia que finalmente se publicaría en forma de libro dando lugar al ejemplar que hoy reseñamos.

La protagonista sabe valorar los libros, algunos con hojas de tacto suave como si fueran pergamino; los libros a los que ella estaba acostumbrada eran de edición barata y tapas de cartón duro. En el propio sobre en el que introducía la carta en la que solicitaba sus libros, enviaba los dólares para pagarlos, previa conversión de la factura que era enviada desde Londres en libras, chelines y peniques. Cuando ella enviaba más dinero que el necesario para el pago, éste quedaba a cuenta de un próximo pedido. A pesar de que en la librería les resultaría más fácil recibir un giro postal con el importe de la factura, Helen confiaba mucho en el correo aéreo de los Estados Unidos y en el Servicio Postal de Su Majestad.

Si algo rebosa en el libro es la confianza mutua que pronto toman los unos con los otros, dato que también puede apreciarse cuando la autora envía alimentos a los londinenses, que tenían racionada la comida, como regalo de Navidad y por Pascua. Helen no podía entender cómo Estados Unidos permitía que Inglaterra pasara hambre, mientras derrochaba millones en reconstruir Japón y Alemania. Ella contribuía con sus regalos de comida a que los trabajadores de la librería pasaran unos mejores momentos, dentro de sus posibilidades económicas que en principio no eran muchas.

Las cartas enviadas desde la librería están firmadas por FPD. Los señores Marks y Cohen son los propietarios de la librería, en que trabajan seis personas más, pero con el paso del tiempo Helen se enterará de que las misivas son enviadas principalmente por Frank Doel, con el que Helen mantendrá la correspondencia principal. Por Cecily Farr, una trabajadora de la librería que se atreve a escribir a Helen, ésta se enterará de que Frank Doel es una persona encantadora. Todos en la librería estarían contentos si Helen pudiera visitar Londres y su establecimiento en algún momento de su vida, y están encantados con las cartas que reciben de ella y con sus regalos, y todos imaginan cómo podía ser. Ella disfrutaría si pudiera visitar la ciudad algún día, porque según un amigo "la Inglaterra de la literatura inglesa está allí".

A pesar de que en ocasiones los pedidos de Helen tardan tiempo en ser satisfechos (a esa librería no siempre llegan los libros que ella desea, a pesar de que se nutren principalmente de las bibliotecas de viejas mansiones), ella ya no busca en ningún otro sitio, confía plenamente en ellos y en su criterio porque ya conocen sus gustos; además "Londres se encuentra muchísimo más cerca que la calle 17".

Helen ganaba unos cuarenta dólares revisando guiones, y ahora un productor le ofrece escribirlos para una serie televisiva; con el aumento de sueldo podía seguir comprando libros y enviando paquetes a sus amigos a Londres. Los huevos en polvo, las piezas de carne y el jamón que la escritora manda a Londres como agradecimiento a los trabajadores de la librería son muy apreciados por todos, y a las cartas de agradecimiento se une un ejemplar que reúne la obra de poetas isabelinos, que a la autora le interesaba tener, como regalo, aunque con dedicatoria escrita en una postal al margen, y no en la página de guarda del propio libro.

Maxine, una amiga de Helen, visitará de incógnito la librería y la pondrá en antecedentes de todo lo que ve allí, y se incrementarán las ganas de ella por visitar la ciudad, aunque dependa de ir ahorrando poco a poco para poder afrontar el viaje.

Las cartas que se intercambian entre Londres y Nueva York son bastante realistas, al principio tienen un carácter formal, propio de desconocidos que nada tienen en común; con el tiempo algunas rebosarán ironía y sentido del humor (Helen coge confianza con Frank y no se corta a la hora de increparle por no satisfacer rápido sus peticiones o por tardar en contestar sus misivas). El contacto epistolar mantenido entre ambos fue estrictamente profesional, pero dio lugar a una importante amistad.



El libro está basado en la experiencia de la autora, en las cartas que ella escribe y que su editor decide recopilar; en ellas queda patente su ilusión por visitar Londres y pasar por la librería con la que ha mantenido contacto a lo largo de los años, pero, y quizá es esto decepciona un poco el libro, aunque está basado en hechos reales y no puede cambiarse, siempre ilusionada guardando dinero para poder hacer ese anhelado viaje, cuando al final lo consiga, pasados muchos años, una vez publicado el libro, nada de lo imaginado estaría en pie y no todos los miembros de la plantilla de la librería londinense podrían conocerla. Mientras lees el libro, sientes que todo va a acabar bien y que la historia va a tener un final feliz, pero no siempre los sueños se cumplen. De todas formas, este pequeño libro es un homenaje a los libros y a las librerías, y al estar escrito en estilo epistolar se lee casi de tirón y se disfruta. Recomendado para pasar un buen rato leyendo sobre libros y disfrutando de esa afición.

martes, 30 de diciembre de 2014

La mujer de verde. Arnaldur Indridason.

Reseña de novela negra, aproximación a un escritor islandés.

Título: La mujer de verde
Título original: Grafarþögn
Autor: Arnaldur Indridason
Editorial: RBA Libros, S. L.

© Arnaldur Indridason, 2001
© traducción, Enrique Bernárdez, 2008
© de esta edición: 2009, RBA Libros, S. A.
Primera edición: febrero 2009
Quinta edición: mayo 2009
ISBN: 978-84-9867-263-3
Formato: Rústica con solapas
297 páginas

Sinopsis: El hallazgo de una costilla humana conduce al descubrimiento de un cadáver enterrado en un edificio en construcción en una urbanización de Reikiavik. El viejo y angustiado inspector Erlendur Sveinsson tendrá que esperar a que los arqueólogos analicen a quién o a quiénes corresponden los huesos, que aparentemente llevan ocultos entre cincuenta y setenta años. Pero Erlendur no tiene paciencia: tratará, entre tanto, de recomponer qué era aquel lugar entonces, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando los americanos y los ingleses ocuparon la ciudad, Y descubrirá una verdad aún más aterradora: el "asesinato de almas".
(Sinopsis tomada del propio libro)

Sobre el autor
Arnaldur Indridason (Reikiavik, Islandia, 1961) es historiador, periodista, crítico literario y cinematográfico. Ha trabajado, durante veinte años, principalmente para Morgunbladid, el diario más importante de Islandia. Es autor de varias novelas policíacas y thrillers. Obtuvo el premio Golden Dagger 2005 con "La mujer de verde". Es autor de "Las marismas", publicada en RBA, ganadora del premio La llave de Cristal a la mejor novela policíaca nórdica del año 2002.
En 2013 se hizo con el VII Premio RBA de Novela Negra con su libro "Pasaje de las Sombras".



Argumento e impresiones sobre el libro

Me gusta la novela negra, y últimamente he leído mucha de la producción de los países nórdicos, pero no había tenido el placer de acercarme a la obra de Arnaldur Indridason. Gracias a "La mujer de verde" he podido disfrutar de su creación, el inspector Erlendur Sveinsson.

La aparición de unos huesos humanos, enterrados en unas obras paralizadas en Reikiavik, que pueden tener en opinión de los arqueólogos una antigüedad de sesenta o setenta años, ponen al equipo del inspector en la investigación de unos hechos que enlazan pasado y presente a medida que se avanza en la lectura del libro. El hecho de tratar el hallazgo como resto arqueológico ralentizaba su recuperación pero de esa manera se evitaba la pérdida de pruebas; los restos de una mano con los dedos señalando hacia arriba, casi a modo defensivo, hacen pensar a los investigadores que la víctima pudo ser enterrada viva. Descubrir su identidad será la labor que lleve a cabo el equipo policial. Como los restos, que podrían ser de los años cuarenta, coinciden en época con un campamento británico o norteamericano asentado por la zona, en tiempo de guerra, las posibles desapariciones de extranjeros serán uno de los puntos a investigar.

Paralelamente al desarrollo de la trama vamos descubriendo pasajes que tienen lugar años antes, en los que la protagonista es una mujer que sufre malos tratos por parte de su marido a los tres meses de su boda. Cuando se casaron, ella tenía una hija enferma y aunque él la aceptó nunca le dio cariño; ni siquiera pidió matrimonio a su mujer, solo le dijo: "Quiero que nos casemos", y ella simplemente aceptó.

A medida que avanzamos en la investigación en época actual y conocemos datos de los capítulos del pasado que se van alternando vamos recogiendo pistas sobre la vida personal del equipo encargado de la investigación. Erlendur se nos presenta como un tipo solitario con problemas familiares. Separado, abandonó a su mujer, Halldóra, y a sus dos hijos, Eva Lind y Sindri Snær hacía veinte años. Su mujer nunca dejó que tuviera contacto con sus hijos, pero ellos lo buscaron al hacerse mayores, aunque ahora la relación entre ellos no pasaba por el mejor momento. Eva Lind, de treinta años, drogadicta y ahora embarazada, hacía dos meses que no le hablaba, pero le llamó pidiendo ayuda y su petición parecía desesperada. La búsqueda que Erlendur hace de su hija por zonas no recomendadas de la ciudad nos pone en antecedentes en temas de drogadicción, desnutrición y maltrato físico hacia las mujeres y los niños, en un viaje a lo más oscuro de la capital de Islandia.

Los mismos problemas de maltrato que Erlendur encuentra en los bajos fondos mientras busca a su hija se ven reflejados en la parte de la historia que se remonta al pasado. La protagonista de los malos tratos en esta época, de la que no conoceremos el nombre hasta el final, había intentado huir, pero hasta el párroco le había hecho ver que una buena mujer no se separaba de su marido y que el matrimonio era sagrado. Temía por la vida de sus hijos, Símon, Tómas y Mikkelína, se aisló del mundo y su existencia pasó a depender de su marido.

Por la zona donde aparecieron los huesos se construyeron en otra época bungalows de veraneo; otro de los ejes de la investigación será hablar con los posibles dueños de estas casas si aún estaban vivos, para recabar información de quién podría ser la víctima, mientras se desarrollaban las labores arqueológicas; cualquier línea de investigación sería buena para intentar avanzar dejando de lado los problemas personales.

Erlendur traslucía una especie de tristeza que se percibía al hablar con él y mirarlo a los ojos. Necesitaba agarrarse al trabajo para no pensar en los graves problemas por los que estaba atravesando su hija. Él mismo, Sigurdur Óli  y Elínborg serían los únicos encargados de la investigación del "Caso de los Huesos", como se denominó en los medios de comunicación. Las entrevistas con personas que vivían por la zona desde siempre o con sus herederos abren más abanicos de posibilidades para averiguar la identidad exacta de los restos desaparecidos y al responsable o responsables de que los mismos hubieran aparecido allí, aunque la trama sigue centrándose en el pasado en un matrimonio con tres hijos que vivieron de cerca el maltrato, tema central del libro, y muy bien desarrollado por parte del autor.
"- Una se avergüenza de ser la víctima de un hombre así y se abandona a una total soledad e impide a todos que se acerquen, incluso a sus propios hijos, porque una no quiere que nadie mueva un dedo, y menos que nadie ellos. Y allí se queda esperando el próximo ataque, que llegará sin aviso alguno, y está llena de odio hacia algo que no comprende, y la vida entera se convierte en la espera del siguiente ataque, ¿cuándo llegará, cuánto daño le hará, cuál será el motivo, cómo evitarlo? Porque cuanto más satisfago sus caprichos, tanto más asco siente él por mí. Cuanta más sumisión y temor le muestro, tanto más odio descarga él sobre mí. Y si me muestro indócil, entonces ya tiene un motivo para matarme a golpes. No hay forma de hacerlo bien. No hay forma. Hasta que lo único en que piense una es en que todo acabe, da igual cómo. Sólo que acabe."
Me ha gustado este libro. Como he comentado es la primera vez que me acerco a su autor, y puedo decir que ha sido una grata sorpresa el descubrirlo. Aunque es un libro de novela negra atípico, porque no hay asesinatos en época actual y la trama se centra en resolver un hecho del pasado, los giros en el tiempo y la historia particular de los propios protagonistas (los del pasado y los del presente) ayudan a enriquecer la historia y el conjunto resulta acertado en general.
Estamos acostumbrados, aquellos a los que nos gusta la novela negra, a que los investigadores encargados de los casos tengan conflictos personales, y en el caso de Erlendur, el personaje creado por Indridason, éste no iba a ser menos. Estamos ante un investigador solitario, con serios problemas familiares de los que se siente culpable y que va arrastrando su culpa día a día, aunque intentará por todos los medios inmiscuirse en la vida de los suyos para tratar de solucionar los problemas que puedan tener; a pesar de las preocupaciones, el trabajo es un bálsamo que le ayudará a seguir viviendo y por eso se centra en resolver un caso que a priori no tiene fácil solución y en el que pondrá todo su empeño.
En una zona como Islandia, que al parecer tiene un índice muy bajo de criminalidad, tiene mérito que el autor haya inventado el personaje de Erlendur y que combinando presente y pasado nos hable de unos problemas que por desgracia afectan a todos los países desarrollados. Me ha gustado la forma en la que el autor nos habla de las dificultades por las que pasan los menos privilegiados de la sociedad en la Islandia de la actualidad y cómo se centra en hablar de los problemas que pudieron sufrir los grupos más desfavorecidos en la guerra y la posguerra, aunque el tema principal que sin duda centra el libro es el maltrato y cómo es vivido por aquellos que lo sufren, ya sean adultos o niños que tienen que crecer soportando una maldad desmedida, o por los agresores, que suelen ofrecer otra imagen cuando se relacionan con otras personas al margen de las que están bajo su voluntad.

He disfrutado con los protagonistas, con sus defectos y virtudes, con la trama y la forma de tratar la historia, me ha caído bien el investigador principal y me ha gustado encontrar aspectos de arqueología en la historia, necesaria para recuperar los restos. Aunque el autor se centra principalmente en la figura del inspector y en hacer partícipe al lector de sus problemas personales, que también tendrán importancia en la historia, se dan pinceladas de cómo son y cómo piensan los miembros del equipo de investigación que le ayudan. Te quedan ganas de conocer más historias de la vida personal de todos ellos y eso es un punto a tener en cuenta en la historia. Sin duda, novela recomendable que resulta creíble y que sin duda se disfruta. A mí personalmente me han quedado ganas de leer más libros de la serie, así que ya tengo un autor más que apuntar a la lista.


lunes, 29 de diciembre de 2014

Tituladlo como queráis. Lauro Olmo.

Nueva reseña de un libro de relatos.

Autor: Lauro Olmo
Título: Tituladlo como queráis
© Lauro Olmo
© Ediciones Libertarias, S. L.
ISBN: 84-7683-254-0
Octubre 1993.
Formato: Rústica con solapas.
96 páginas


Sinopsis: Los títulos agrupados en este libro pertenecen a distintos momentos de la trayectoria de Lauro Olmo. Unos se editaron en libros, antologías, revistas y suplementos literarios; otros son inéditos. Con un estilo peculiar, se decidió recopilarlos en este libro. Hay un fondo común que unifica los títulos, que quizá proceda de esa ventana abierta sobre la ciudad que aparece en la portada y a través de la cual el escritor observa y medita, aunque a veces sale a la calle y se convierte en un co-protagonista en el río convencional en que todos vamos inmersos.


Sobre el autor
Lauro Olmo (1921-1994) nació en Barco de Valdeorras (Orense), aunque residió desde muy joven en Madrid, donde desarrolló una fecunda labor de creación literaria. Como prosista algunos de sus títulos son "Golfos de bien", "La peseta del hermano mayor" y "El gran sapo" entre otros. Como autor teatral tuvo un gran prestigio, destacando entre sus obras "La camisa", "La pechuga de la sardina", "El cuarto poder"... Algunos de sus títulos teatrales fueron traducidos, estrenados y adaptados, tanto a la radio como a la televisión, nacional e internacional. Él mismo realizó adaptaciones de autores como Brecht, Anouilh, Chejov y Arniches.
Tuvo varios premios: Leopoldo Alas por su libro "Doce cuentos y uno más", Valle Inclán, Larra, Nacional de Teatro y Álvarez Quintero, de la Real Academia Española, por su obra teatral "La camisa". Estuvo casado con la escritora teatral Pilar Enciso, fallecida en 2008.

Impresiones sobre el libro

Varios son los relatos que componen esta antología: 
La ventanilla, La Maimónides, Perito en gambas, El instructor, El túnel, El segundo terrón, Don Poco, Tituladlo como queráis, Catalina, La peseta del hermano mayor, Tinajilla, Sabañón, Cabrito, Berto (estos cuatro últimos de "Golfos de bien") y Los niños y los pájaros del Barrio-Pozas.

De nuevo afronto la reseña de un libro de relatos. Debo reconocer que no sabía nada de este autor y que encontré este libro por casualidad, rebuscando en las estanterías de una de las bibliotecas que frecuento entre autores cuyo apellido empezara por O. El libro ha resultado una grata sorpresa, aunque eso sí, tienen que gustarte los relatos, porque en un libro que no llega a las cien páginas han acumulado quince relatos, la mayoría de cinco páginas de extensión. Me ha gustado la forma de narrar de este autor, aunque lo haya descubierto tarde, y me han quedado ganas de acercarme a su obra, así que indagaré por ahí buscando algo de lo mucho que pareció publicar antes de morir, quizá algo de su teatro. Si para algo me ha valido el apuntarme a retos es para descubrir autores y obras que en otras circunstancias casi con seguridad hubiera dejado de lado.

El libro presentado es una recopilación de relatos, que si por algo me han gustado es porque dejan ese punto final de sorpresa que no siempre esperas y que te deja un buen sabor. Editado en 1993, los relatos están escritos como pertenecientes a otra época, en concreto a la posguerra, y eso es lo que más me ha llamado; algunos relatos retrotraen nuestra imaginación a tiempos difíciles vividos en España, cuando la gente pasaba hambre y con una peseta podían hacerse milagros. Muchos de estos escritos están protagonizados por chavales, e incluso tienen continuidad entre ellos. "La peseta del hermano mayor" tiene como protagonista a un niño que enferma y a su hermano, que hace todo lo posible por conseguir un objeto (no sabemos bien qué) que vieron en el escaparate de una tienda y que el enfermo deseaba con todas sus fuerzas, y que se convertirá en símbolo de su recuperación. Los cuatro relatos siguientes, agrupados bajo el epígrafe "Golfos de bien" presentan en un total de veintidós páginas escritas las vidas de Tinajilla, Sabañón, Cabrito y Berto, contadas por un narrador que convivió con ellos y que los rememora al cabo del tiempo.

   "Cuando Don Ramón entraba, todos nos levantábamos y decíamos:
   -¡Buenos días, don Ramón!
   Aquello era la jaula. A ninguno de los de la panda nos divertía. Por eso, casi siempre hacíamos novillos.
   De lo que os voy a contar tuvo la culpa Sabañón. Aquel día solamente él y yo nos enjaulamos. Los demás desaparecieron al grito de: ¡marica el último!
  Y no es que Sabañón y yo fuésemos maricas, es que él tenía que presentarle al maestro un hermanito suyo, y yo... Bueno, yo tenía que contaros esto."

Tinajilla era el hermano de Sabañón. Lo llamaban así porque su madre de pequeño lo dejaba en un rincón del patio si tenía que salir dentro de una tinaja, y allí el niño hacía sus necesidades si no podía aguantar; estuvo así hasta que la tinaja se rompió. Con seis años, llegado el turno de ir al colegio, acostumbrado al mote, no sabía ni decirle su nombre al profesor.

Tampoco estará dispuesto el narrador a que nadie olvide la historia de Sabañón, un chico de mucha sensibilidad que velaba por su hermano. En el relato asistimos a los juegos en la calle entre camaradas que no temen a los peligros propios del progreso, chavales dando patadas a un balón, pelotas que acaban pinchadas y vidas que quedan entre las ruedas de los coches. Pero no todo van a ser desgracias entre las anécdotas de este grupo de amigos, conectados entre sí por los recuerdos de un narrador que rememora una anécdota de Cabrito, que acaba empotrándose contra una tienda con una bicicleta, adelantando el parto de una mujer. 
"Berto no era un chulo. Lo que pasa es que en los barrios se le da al asunto un poco de sal chulesca, sal que se mama en la cuna, que es un trocito de calle donde juega el niño."
Telesforo, un chico bizco de otro barrio que estaba pendiente a la conversación que Berto mantenía con sus amigos recibió una bofetada de éste por un malentendido, lo que traería como consecuencia una lucha a pedradas entre grupos de barrios rivales, con sus defensas y maniobras de ataque, y con una lista de bajas al final de la historia que acaba teniendo su gracia.

En estos relatos el autor parece revivir su infancia, o al menos se pone en la piel de cómo sería para aquellos que la vivieron en ese época antes de ser adultos.

En "Los niños y los pájaros del Barrio-Pozas", la historia que cierra el libro, se rememora un desahucio que pudo presenciar el propio narrador, incluso fue protagonista del mismo, el de "los últimos de Pozas". Son casos que hay que vivir aunque ocupen páginas de periódicos, porque en ocasiones su importancia se difumina con noticias sensacionales o escándalos políticos y financieros. (Cuando lees este texto te das cuenta de que la realidad no ha cambiado demasiado en los últimos años, y que las malas noticias se siguen repitiendo así pase el tiempo). El 16 de mayo de 1970 se procedía a desalojar a cuatrocientas familias, la mayoría humildes, que convivían en el triángulo comprendido entre las calles de la Princesa, Alberto Aguilera y Serrano Jover. Para homenajear a todos ellos el narrador cita tres o cuatro anécdotas llenas de humanidad, como el de dos hermanos que ante el incendio de su casa no dudan en salvar sus pájaros, una niña de tres años que se enfrentó a las fuerzas del orden que llegaron a su casa llamándoles "malos", y una mujer mayor que todos los días alimentaba a los pájaros que se colaban en su casa y que temía que pensaran que se había muerto si no la veían. Estamos ante un relato contra la especulación y a favor de la lucha de un barrio por conservar lo que consideraban suyo; gente humilde unida que no teme enfrentarse a fuerzas superiores por preservar sus propiedades aunque sepan de antemano que todo está perdido.



En estos relatos hay crítica social, finales inesperados, historias centradas en otra época que tienen como protagonistas a personas humildes y que están narradas desde el punto de vista de un observador que en ocasiones es partícipe de la trama. A pesar de ser relatos cortos abundan los diálogos que ayudan a centrar la narración. El autor, como observador o protagonista, y con un vocabulario cercano, consigue que nos metamos en las historias y disfrutemos con las andanzas de los que por allí se presentan. Lectura rápida y ágil, recomendada para los lectores de relatos y el público en general, porque nos acerca a otro tiempo vivido, y nos deja con ganas de sobrevivir (aunque sea en el recuerdo) a esas penurias.

Amaranta. Martha Faë.


Reseña de un libro destinado al público infantil que encontré hace unos días en amazon en descarga gratuita y que he podido disfrutar.


Título: Amaranta
Autora: Martha Faë
Autoeditado
Primera edición: 2013
© Ilustración: Paco Regueiro
Se puede conseguir en amazon.
Longitud de impresión: 153 páginas
ASIN: B00GW2YIZI


Sinopsis: Amaranta tiene ocho años ¡y medio!, edad suficiente para saber que los monstruos no existen, aunque eso que le aterriza en la cara cada noche... ¡ella sabe que es REAL! Después de consultar con todos los médicos de Madrid y de pedir consejo a sus amigos, Amaranta se embarca en una aventura donde descubre que lo que le aterrorizaba no es tan fiero, y que necesitará ayuda para deshacerse de una maldición que pesa sobre él. El trabajo conjunto podrá romper el hechizo. ¿Lo lograrán?

Una princesa que no se quiere casar, un dragón que avergüenza a sus superiores, una niña con imaginación, una familia en la que la abuela es la más moderna, un bosque animado, la mejor peluquería del barrio de Malasaña, una ardilla cotilla... El mundo de Amaranta es realmente único.

Sobre la autora
Martha Faë nació en México D. F. en 1970, trasladándose a Madrid a temprana edad. Ha vivido en Florencia, Roma, Glasgow y St. Andrews (Escocia). Estudió Filología Italiana e Inglesa y dejó inacabado un doctorado en Literatura Gótica por culpa de la crisis. Durante muchos años trabajó como profesora de inglés y traductora de textos. "Amaranta" es su primera novela infantil.
Más datos sobre la autora en su página web.


Argumento e impresiones sobre el libro

En un prólogo y veinte capítulos la autora nos brinda, casi a modo de cuento, la historia de una niña de poco más de ocho años con un gran sentido de la imaginación. Es la propia protagonista, Amaranta, la que cuenta su historia. Su tía Marita le regaló un cuaderno con las hojas en blanco (lo importante no era el valor del objeto, sino lo que hiciera con él) y gracias a este cuaderno todos conocimos su verdadera historia.
Amaranta siempre había sido una niña con ilusión; con cinco años quería ser princesa y diseñó su propio cabecero de cama, y ahí empezaron sus problemas. Con ocho años y con el cuaderno en sus manos iba a hacer una versión ilustrada de su autobiografía. Tenía una cabeza redonda y un pelo metamórfico (antes era liso, pero ahora estaba ondulado porque según su abuela los sueños quedaban allí detenidos porque la niña no dormía bien). Su habitación le gustaba de día, pero de noche algo se escondía en ella y le saltaba, sin que sus padres pudieran encontrarlo. Como todas las noches tenía pesadillas y no podía conciliar el sueño sus padres la llevaron de médico en médico, buscando una solución; con ocho años era toda una experta en tipos de médicos. Serían sus compañeros de colegio, Valeria, Andrei, y especialmente Bo Wang, los que darán pistas a Amaranta sobre lo que ocurre en su habitación: sin duda el responsable de sus desvelos es un dragón y ataca a Amaranta porque ella le da miedo (no le da de comer, le da golpes y le grita).
Como niña imaginativa Amaranta sueña con vivir en otro mundo, con otro idioma y eligiendo qué querer ser; en ese mundo fantástico sería princesa y se llamaría Tamarán. Jugando en su habitación un día aburrido de lluvia descubriría que el cabecero de su cuarto era mágico y que allí aparecía una diminuta puerta con la que acceder a ese otro mundo que había deseado tener, un mundo en el que había "libre decoración" y en el que aparecían ante ella todos los objetos que imaginaba. Allí se haría amiga de una ardilla parlante, Ardicó, que le informó que podía decorar lo que quisiera, pero no poner animales o criaturas mitológicas como los niños. Amaranta se presenta ante Ardicó como la princesa Tamarán, pero en ese mundo mágico conocido como El Bosque no puede haber dos princesas porque ya tienen una, la princesa Enedina, capaz de enamorar a un dragón solo con su voz según los rumores y que no sale de la habitación de su castillo ni siquiera para atender a sus múltiples pretendientes. Hay una conexión clara entre Amaranta y la princesa: las dos tenían el mismo cabecero en la habitación; eran puertas gemelas para acceder de un mundo a otro, solo hacía falta el deseo de hacerlo.
En sus incursiones en El Bosque Amaranta pudo conocer al soldado Gondra, un dragón al que sus compañeros dragones estaban juzgando acusado de desacato a la autoridad y de pensar por cuenta propia, sin seguir las normas del resto de dragones. Pronto descubrirá la protagonista que Gondra y el dragón que se presenta en su cuarto son el mismo, y con la ayuda de su abuela, Bo Wang y el abuelo de éste comprenderá que un secreto, tal vez una maldición, se cierne en torno a él y que los dos, niña y dragón, deberán unir fuerzas para conseguir sus objetivos.


Estamos ante una historia destinada principalmente al público infantil, pero que claramente puede disfrutarse por todas las edades. La protagonista es una niña despierta e imaginativa, que disfruta con su entorno familiar y con sus amistades, pero que aun así quisiera vivir otra vida (creo que eso nos ha pasado a todos de pequeños), sobre todo cuando los días tristes y lluviosos no la dejan jugar fuera de su casa. A pesar de su edad se presenta como una persona valiente, decidida a afrontar los problemas propios y que no duda en echar una mano si alguien lo necesita, aunque eso suponga vivir una aventura en un mundo paralelo del que nadie tiene noticias. En la historia se valora el papel de los mayores: la abuela de Amaranta se presenta como una mujer comprensiva en la que se puede confiar; el abuelo de Bo Wang es símbolo de sabiduría y de sus conocimientos sobre el mundo de los dragones sacarán consejos para afrontar los problemas. La amistad es otro de los valores que se advierten en la trama, puesto que ante los problemas Amaranta pide y sigue el consejo de sus amigos, sin importarle que éstos sean de otro país: Andrei, rumano y Bo Wang, chino, parecen saber más del problema que cada noche tiene en su habitación que cualquier adulto de Madrid. En parte la historia es un canto a la amistad, entre personas de distintos sitios y de los humanos con otros seres. Imaginación, amistad, animales que hablan, dragones que son de trapo en un mundo y soldados en el otro, castillos, princesas, puertas que parten de los cabeceros de las camas y son el acceso a otro mundo... Es una historia sin duda entretenida y que se disfruta. Los capítulos finalizan con ilustraciones de Paco Regueiro que resumen bien algún momento importante del capítulo narrado; esa alternancia entre literatura e ilustración ayuda a seguir la trama, y hay que decir que los dibujos están bastante conseguidos.

Si hay que poner un pero quizá sea el de la maquetación del ebook. Conseguí mi ejemplar que estaba en descarga gratuita en amazon no hace demasiados días. Ahora hay a la venta una copia que está revisada en 2014, y espero que hayan subsanado alguno de los errores de maquetación. En algún momento, sobre todo hacia la mitad y al final de la historia se mezclaban algunas frases, con lo que era un poco difícil seguir la historia (se conseguía leyendo entre líneas y con tranquilidad). Si el libro está destinado a un público infantil y no se subsanan estos pequeños fallos, quizá a ellos les cueste más seguir la trama. Con todo, y teniendo en cuenta que es un fallo de fácil solución, debo decir que es un libro recomendable que se lee en un par de tardes y que ayuda a dejar volar la imaginación, y que saca alguna sonrisa, ya que la narradora es una niña y deja su impronta infantil en lo que cuenta. Grato descubrimiento el de este libro y su autora.
Os dejo el enlace al blog de la novela.

domingo, 28 de diciembre de 2014

La barraca. Vicente Blasco Ibáñez.


Reseña de un clásico de la literatura española.


Datos sobre el libro

Título: La barraca
Autor: Vicente Blasco Ibáñez
Editorial: Alianza Editorial

Diseño cubierta: Alianza Editorial
Ilustración: Joaquín Sorolla, La vuelta de la pesca (fragmento), 1904. Colección particular.
©  Herederos de Vicente Blasco Ibáñez
©  Alianza Editorial, S.A., Madrid, 2004
ISBN: 84-206-5784-0
Colección: Biblioteca Blasco Ibáñez
Formato: rústica, bolsillo
200 páginas


Sinopsis (tomada del propio libro):
Sobre las tierras del tío Barret, que se atrevió a romper las cadenas y a cortar la cabeza del amo, don Salvador, con la consiguiente ruina de su familia, pesa una maldición.
Convertidas en símbolo de la lucha contra los terratenientes, nadie debe cultivarlas. La hostilidad se desata contra un forastero, Batiste Borrul, que, con el sueño de sacar a su familia adelante, decide arrendarlas, desatando así una tempestad de odio y resentimiento que culmina trágicamente.
"La barraca", ejemplo de novela naturalista, fue publicada en 1898.


Datos sobre el autor

Vicente Blasco Ibáñez, escritor, periodista y político español, nació en Valencia en 1867 y falleció en Menton (Francia) en 1928. Fue autor de una vasta producción narrativa. De ideas republicanas, se estableció en Madrid y sufrió dos breves exilios en los que tomaría contacto con el movimiento naturalista francés. En 1894 fundó "El Pueblo" (diario de Valencia), periódico defensor del republicanismo. Fue elegido dos veces como diputado a las Cortes. En 1916 publicaría la novela que le dio fama internacional, "Los cuatro jinetes del Apocalipsis". En 1923 con la dictadura de Primo de Rivera se retiró a Francia, donde escribiría novelas más para gustar al público que como luchador político.
Como su obra es muy extensa y sobre su biografía se podrían dar más datos, dejo el enlace a su ficha en Lecturalia.



Impresiones sobre el libro


Merece la pena acercarse a los clásicos, y por supuesto a los autores españoles que entrarían en esta categoría. "La barraca" es uno de esos libros no demasiado extenso que quizá muchos hemos dejado de lado porque sabíamos de qué iba. A este hecho ha contribuido gratamente la excelente adaptación televisiva del libro protagonizada por Álvaro de Luna y dirigida por León Klimovsky, emitida por TVE en 1979. Tuve oportunidad de disfrutar de la serie no hace mucho en formato dvd, y debo reconocer que esta lectura me ha hecho rememorarla gratamente, puesto que es una fiel adaptación del libro publicado en 1898.

Estamos claramente ante un ejemplo de literatura naturalista, llena de descripciones, que nos hace partícipes de la historia y nos imbuye en la trama. Aunque en el libro se abusa de la utilización de verbos esdrújulos, esto no impide seguir la historia (levantábase, marcábase...), muy al contrario, la enriquece. El autor usa el despertar un día cualquiera en lo que constituye la albufera de Valencia para poner al lector en antecedentes de una historia que tuvo lugar años antes en las que eran tierras del tío Barret, tierras que son a la vez protagonistas de la trama y motivo por el que surgen conflictos entre los que por allí vivían y una nueva familia que llega a la zona buscando mejorar su modo de vida.

El espacio se había limpiado de tenues neblinas, transpiración nocturna de los húmedos campos y las rumorosas acequias. Iba a salir el sol. En los rojizos surcos saltaban las alondras con la alegría de vivir un día más, y los traviesos gorriones, posándose en las ventanas todavía cerradas, picoteaban las maderas diciendo a los de adentro con su chillido de vagabundos acostumbrados a vivir de gorra: "¡Arriba, perezosos! ¡A trabajar la tierra para que comamos nosotros!..."
Una vez que la albufera se despierta, vamos poco a poco conociendo a los protagonistas que la pueblan, como Pepeta,  y su marido Toni, más conocido como Pimentó. Pepeta dirige todas las mañanas sus vacas para que los parroquianos puedan tener su leche, y las ordeña cada día por las calles de Valencia. Ella es una mujer sacrificada, luchadora, que hubiera querido tener hijos, pero que tiene que conformarse con cuidar de su marido, Pimentó, que siempre estaba borracho y huía del trabajo, pero que era respetado en la albufera porque había conseguido que nadie trabajara las tierras malditas que se habían llevado el esfuerzo del tío Barret y habían supuesto la desgracia para su familia. En el barrio de pescadores donde se concentraba la prostitución Pepeta encuentra a Rosario, que harta de pasar hambre junto a sus hermanas se dedica a este oficio por culpa de un terrateniente, don Salvador, que no supo valorar el esfuerzo enorme de sus padres para trabajar unas tierras que no eran las suyas y que llevó la desgracia a su familia. Son precisamente estas tierras las protagonistas de la historia: son tierras abandonadas que nadie osa trabajar y que parecen estar malditas; Rosario y sus hermanas están muy agradecidas a Pimentó y a los demás habitantes de la albufera que han impedido que alguien se atreva a acercarse a ellas. Las tierras de don Salvador son como un símbolo de advertencia a los demás terratenientes de la zona; si no se portan bien con los agricultores y no aflojan un poco con sus pretensiones pueden dejar de sacar partido a sus tierras, y eso a nadie conviene. Esta regla establecida acaba rompiéndose con la llegada de una nueva familia, al frente de la cual estaba Batiste, dispuesta a trabajar las tierras de la barraca maldita, buscando un futuro mejor que saliera de su propio esfuerzo.

La llegada de Batiste y los suyos será motivo de enfado en la albufera, aunque éste solo pensará en trabajar la tierra y conseguir con su esfuerzo acabar con la mala suerte que les ha ido acompañando a lo largo de su vida. No necesitan a nadie, solo el esfuerzo de sus manos y la ayuda de la familia y de su viejo caballo Morrut para adecentar unas tierras largo tiempo abandonadas y que con el sudor de todos acabarán dando su fruto. Su llegada a la zona y ese esfuerzo por trabajar e intentar contentar a los terratenientes dueños de las tierras (los herederos de don Salvador) no será bien acogido por los demás y por ese motivo les harán la vida imposible, bajo las órdenes de Pimentó, tanto en los campos como en la fábrica donde trabajará la hija mayor; incluso en la escuela de don Joaquín, el profesor, que intenta inculcar en los niños de la zona algo de cultura para que no sean tan bestias como lo son sus propios padres. Don Joaquín está contento con los tres hijos pequeños de Batiste, porque se esfuerzan bastante y sus padres pagan puntualmente las dos monedas que cobra cada sábado (los padres de otros niños se hacían los despistados), aunque teme por ellos cuando salen del colegio, porque puede ver en los ojos de los demás niños el mismo odio que ve en los ojos de sus padres. Precisamente este odio ancestral a no perder los pocos privilegios que los agricultores habían conseguido de los terratenientes es lo que lleva a éstos a hacer la vida imposible a la nueva familia que se instala en la barraca tanto tiempo abandonada, y como consecuencia de este odio los más débiles serán los más perjudicados. Pascualet, el hijo pequeño de Batiste sufrirá las consecuencias más fuertes de este odio, y su sacrificio servirá para que durante algún tiempo las gentes de la zona comprendan que han actuado mal, aunque este hipotético remanso de paz apenas dure.
"...Todo su cuerpo estremecíase de cólera, con esa terrible cólera del pacífico que cuando rebasa el límite de la mansedumbre es para caer en la ferocidad."
En apenas diez capítulos el lector se hace una idea de cómo debía ser un día a día en el campo dependiendo de las inclemencias del tiempo, del reparto del agua en la huerta y de las relaciones entre los agricultores de la zona. Del mismo modo, conocemos la difícil situación de estos trabajadores del campo que daban su vida y esfuerzo por sacar adelante unas tierras que no eran suyas mientras los propietarios de las mismas vivían en la ciudad disfrutando de las rentas y del fruto de su trabajo, exigiendo el mismo pago año tras año sin importar si la cosecha había sido buena o mala o si la persona que trabajaba estas tierras había tenido algún percance que le impidiera llevar su cosecha a buen puerto.

Los personajes que encontramos en la trama están bien definidos, como lectores tomamos pronto partido por la nueva familia que llega con idea de buscar un futuro mejor, aunque también podemos entender las razones que llevan a los otros a comportarse como lo hacen. La lectura resulta una buena aproximación a un tiempo y un espacio del que poco conocemos; la huerta valenciana en el siglo XIX, con huertas en manos de terratenientes que viven de las rentas y del duro esfuerzo de los que trabajan esas tierras es algo que se nos escapa a los que vivimos en ciudad, pero gracias a estas lecturas nos aproximamos bastante a cómo debió ser ese ambiente y qué se respiraba por allí. En la novela encontramos fuerza, tesón, odio, trabajo, deseos de una vida mejor, perseverancia y decepción... tristeza en algún momento, pero en conjunto resulta una lectura agradable muy bien narrada con la que sin duda se disfruta. Recomendable sin duda para quienes quieran acercarse a la lectura de esos clásicos españoles que tenemos abandonados. La obra de Blasco Ibáñez es muy extensa, y sin duda en ella encontraremos variada producción. Un autor a tener en cuenta.


sábado, 27 de diciembre de 2014

Latidos. Tamara Villanueva.


Reseña de un libro muy corto (en realidad no sé si podrá tener la característica de libro) que en su día descargué de amazon y que he leído con vistas a adelantar retos.

Título: Latidos
Autora: Tamara Villanueva
Edición: Autoeditado
Longitud de impresión: 22 páginas (aproximado)
ASIN: B00E1GNRGS
1ª edición: Julio, 2013

© De la obra: Tamara Villanueva Navarro
© Edición, diseño y portada: Tamara Villanueva Navarro

Sinopsis: Unidos por el destino, separados por las dudas, se vuelven a encontrar cuando su hija va a nacer, pero las circunstancias no serán las más adecuadas.
¿Hasta dónde estaríamos dispuestos a dar por la vida de un hijo?




Sobre la autora

Tamara Villanueva Navarro nació en septiembre de 1987. Publica siempre como Tamara o Tamara VN. Es la mediana de tres hermanos y reside en Madrid. Además de escribir y llevar blogs, trabaja como maestra. Lleva (sola o acompañada) tres blogs de contenido diverso:
- El arte de enseñar
- Acompáñame
- El arte de las palabras, donde la autora publica sus escritos.

Impresiones sobre el libro

Estamos ante una corta historia de amor, con dos protagonistas principales, estructurada en un prólogo y cinco capítulos.
Conocemos al personaje masculino en el prólogo; lo han llamado al hospital para decirle que su hijo estaba a punto de nacer y que la vida de la madre corría peligro, pero hacía ocho meses que nada sabía de ella y tampoco sabía que iba a ser padre. En el hospital dos ideas principales cruzaban su mente: un hijo y que ella se moría, pero ¿cómo iba a morirse una mujer joven de parto?
La única preocupación que la movió a ella a avisarle era que se encargara de su hijo si finalmente le pasaba algo; él estaba dispuesto a tener otro hijo, no quería a éste si ella tenía que morir. La quería a ella.

En los cinco capítulos siguientes conocemos la historia de estos dos protagonistas, cómo se conocieron y lo más importante y extraño, por qué dejaron de estar juntos. No conocemos sus nombres, no importa mucho cómo se llaman, lo único importante es su relación. Como muchos, se conocieron gracias a amigos y a partir de ahí su vida se llenó de momentos, aunque él pensaba que era poca cosa para ella y ella creía que no podía darle todo lo que él necesitaba. Se habían dicho muchas veces que si la cosa no funcionaba lo dejarían y un día él tomó la decisión por los dos. 
Como pasa en las parejas, cuando dejas una relación empiezas a valorar todo lo que has perdido, y así él veía que ella era distinta del resto, que nunca le reprocharía ni le pediría nada que él no pudiera darle. Pronto se arrepentiría de la decisión, pero tenía que ser fuerte, aunque en el fondo quería a alguien que lo mirara como ella, sabiendo lo que pensaba y cuándo necesitaba un abrazo o espacio para vivir; sabía que necesitaba llenar ese espacio con ella.
Cuando dejan la relación están en un barco con amigos, y ella, cansada de fingir, decide vivir la vida, bebiendo y pasando de mano en mano sin que eso le importara demasiado. Aturdida por la situación, a punto de tirarse de un trampolín, él sube y la rescata. Había hecho como si no le importara, pero en el fondo quería estar con ella; tras una noche de reproches y dudas volvieron a estar juntos y, enajenados por la situación, se casaron en una ermita con dos mujeres que visitaban la iglesia como testigos. La historia feliz duró apenas un mes, él se sintió de nuevo mal por no tener nada que ofrecer y ella, que sólo lo quería a él, no a su dinero ni a su prestigio, no aguantó más la situación y se fue.


Estamos ante una historia corta, pero intensa, aunque hubiera sido más redonda si hubiera tenido algunas páginas más. Sabemos que la pareja se quiere, no puede estar el uno sin la otra y viceversa, pero aún así no pueden vivir juntos, no ya por el sacrificio que eso supone, más bien por no hacerse daño el uno al otro. Cuando las cosas se complican, uno de ellos toma la decisión de romper con la relación, pero en el fondo se necesitan y no pueden parar sin estar juntos. Ahora que todo está a punto de acabar, en la sala de espera de un hospital, él retoma todos los buenos momentos y recapacita sobre su forma de actuar y los motivos que lo llevaron a hacerlo así. Es una historia de reproches a uno mismo, de no saber valorar las cosas cuando se tienen, y con un punto de esperanza que empieza con la palabra "fin", con el nacimiento de su hija, aunque el lector se queda con ganas de más... cómo será todo a partir de ahora, si se llamará la niña como la madre ha elegido, el porqué de la muerte de la madre... son muchos los interrogantes que quedan sin respuesta, o al menos buscando la imaginación del lector. Es una historia abierta, que deja paso a la elucubración, tanto a la hora de ir disfrutándola como en el momento de llegar a su final. Se devora en un rato, y como ya he indicado, quedas con ganas de más, pero en general, está bien llevada la historia y la trama se disfruta, aunque es un poco triste en general. Lo bueno, su precio, aunque yo tuve la oportunidad de conseguirla en descarga gratuita.

Si os interesa, podéis conseguirla en el siguiente enlace a un precio de 0'89€. Lectura rápida para pasar un pequeño rato imaginando el antes y el después de la relación, de estas historias abiertas que pueden gustar o no dependiendo del momento en que afrontemos su lectura. A mí personalmente me ha gustado, porque me ha hecho recordar que no siempre valoramos lo que tenemos y que a veces perdemos momentos de nuestra vida en complicarnos sin más. 

viernes, 26 de diciembre de 2014

Alas de fuego. Laura Gallego.

Reseña rápida de una novela de fantasía, escrita por una autora española, y dirigida principalmente a un público juvenil.

Título: Alas de fuego
Autora: Laura Gallego García
Editorial: Laberinto
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-8483-205-8
240 páginas.
Primera edición: mayo 2004
Sexta edición: noviembre 2008
© Laura Gallego, 2004
© Ediciones del Laberinto, 2008

Sinopsis (trasera del libro):

La Reina Marla, de sólo diecisiete años, es la soberana de una nación resplandeciente. Ahriel, un ángel femenino, está a su lado desde que nació, con la misión de guiarla y protegerla, y de guardar el equilibrio en los reinos humanos. Pero cuando descubre una conspiración para iniciar una sangrienta guerra, Ahriel es traicionada y encerrada, con las alas inutilizadas, en la espantosa prisión de Gorlian, un mundo primitivo, salvaje y brutal, de donde nadie ha logrado escapar jamás. Ahriel deberá aprender no sólo a sobrevivir en Gorlian, sino también a ver las cosas desde el punto de vista humano... a ras de suelo.

Sobre la autora
Laura Gallego (Quart de Poblet, 1977) es Licenciada en Filología Hispánica. Empezó a escribir muy joven, casi siempre literatura fantástica, y comenzó a publicar en 1998 cuando obtuvo el Premio Barco de Vapor con su obra "Finis Mundi", que volvió a ganar dos años después con "La leyenda del Rey Errante".  Ha publicado numerosas obras y ha sido traducida a varios idiomas, entre ellos el inglés, el francés, el italiano, el alemán, el coreano y el rumano. Cabe destacar entre su producción la trilogía "Memorias de Idhún".
Más información sobre la autora en su página web.



Impresiones sobre el libro


A expensas de poder resultar repetitiva, tengo que indicar de nuevo que ésta ha sido mi primera aproximación a los libros de Laura Gallego. Compré en su momento "El Libro de los Portales", pero reconozco que lo dejé olvidado en la estantería y han sido muchos libros los que lo han adelantado a la hora de leerlo, pero no creo que tarde demasiado en ponerme con él, porque he de reconocer que me ha gustado el estilo de la autora. El libro que hoy reseño, pese a ser un ejemplo de literatura fantástica destinada a un público más bien juvenil, se disfruta, o al menos yo lo he conseguido.

Lo que tenemos que tener claro a la hora de acercarnos a este libro es que es pura fantasía; nos habla de un mundo de reinos peleados entre sí, y regentados por reyes o princesas, que a su vez están protegidos por ángeles que los custodian. Si no nos atrae la fantasía, difícilmente podemos disfrutar con la trama, pero está narrado como si fuera un cuento de los que leímos en nuestra infancia y te imaginas sin ningún problema el devenir de los acontecimientos. En ocasiones viene bien un punto de fantasía a la hora de disfrutar de una buena lectura.

La protagonista principal de la trama es Ahriel, un ángel femenino que desde siempre ha estado protegiendo a la reina Marla guiándola por el buen camino; Ahriel es un ángel protector, imponente, alta, serena, segura, iba recubierta con armadura de oro y destacaban en ella unas grandes alas blancas. Marla es pequeña, pelirroja e impaciente, aunque podía dominar sus nervios.

El asesinato del embajador del reino de Saria con un puñal forjado en Karishia (donde estaba la corte de la reina Marla) podía desatar la guerra entre reinos; se había montado una conspiración con ese fin.

Los ángeles, seres corpóreos y materiales no intervenían en asuntos humanos salvo cuando éstos amenazaban con alterar el equilibrio. Simplemente observaban.

Declarada la guerra por parte del reino de Saria, la reina Marla proyecta un plan para asesinar al rey Ravard, el soberano de Saria. El padre de Marla siempre creyó en la paz entre reinos pero su hija era mucho más ambiciosa. En estos planes no podría contar con la protección de Ahriel, que siempre buscando el equilibrio, nunca había creído en la idea de un imperio por la fuerza. Con ayuda de un nigromante y de Kab, el jefe de la guardia, la reina Marla inmoviliza a Ahriel impidiendo que pueda volar (para un ángel eso era peor que la muerte), y la destierra a un lugar inhóspito en el que Ahriel tendrá que enfrentarse a numerosos peligros para salvar su propia vida pero en el que también descubrirá que es más fuerte de lo que ella misma creía. En ese lugar apartado del que nadie puede salir, la prisión de Gorlian, se encontrará con criaturas deformes e incompletas y grupos humanos que luchan por la supervivencia en una cárcel sin guardianes ni barrotes y que parece estar regentada por una extraña criatura al que muchos veneran porque trafica con armas, el Rey de las Ciénagas. Sobrevivir en este mundo inhóspito y conseguir escapar de él será la tarea a la que tendrá que enfrentarse el ángel Ahriel, que contará para ello con la estimable ayuda de un joven, Bran, gracias al cual conseguirá burlar los peligros que la Ciénaga y la Cordillera suponen dentro de la prisión de Gorlian, lugar del que nadie ha podido salir jamás. En la lucha por la supervivencia los que están en esta prisión se roban, matan y estafan entre ellos; son desechos de la sociedad y nadie se acuerda de ellos. Solo sobreviven los más fuertes y los más listos; las alianzas entre ellos duran poco, aprenden a no confiar en nadie. Fue la reina Marla la creadora de esta prisión y el destino final de quienes se interponen en su camino. En esta prisión Ahriel descubrirá que es más humana de lo que ella misma creería.

Gorlian es una prisión creada con magia y el tiempo allí pasa mucho más deprisa que en el exterior; Ahriel no podía volar porque sus alas estaban atrapadas con magia negra. Poco a poco va adaptándose a su nueva situación, perdiendo casi la esperanza de salir de allí, y transformando sus propias emociones que provenían de su conciencia, enseñadas desde su nacimiento:
"Los ángeles no amaban, porque aquel tipo de emociones hacían que perdiesen objetividad. Y, por descontado, los ángeles no amaban a los humanos."
Lo que tendría también claro Ahriel es que la reina a la que había cuidado y protegido desde la cuna no había actuado bien, y ahora no lucharía por ella, sería fiel a la justicia y a ella misma. Desde fuera se estaba organizando un plan para acabar con la reina Marla, y Ahriel podía ser un punto decisivo si conseguían que saliera del lugar en el que estaba privada de libertad. Sabina, la heredera del reino de Saria, una chica de la misma edad que Marla, y Yarael, su ángel protector, serán parte importante para que el plan funcione.


En definitiva, libro que rebosa fantasía por los cuatro costados, que nos lleva con la imaginación a un mundo poblado de reyes y princesas que luchan por conquistar otros reinos, unos llevados por el sabio consejo de sus ángeles guardianes y otros dejándose guiar por hechizos y magia, con seres extraños que luchan por sobrevivir en un lugar inhóspito, protagonista a su vez de la historia. Un libro en el que encontramos un cúmulo de aventuras, sentimientos encontrados (justicia, confianza ciega, odio, venganza...) e incluso una historia de amor que da paso a un final sorprendente. Estamos ante una historia cerrada, que se disfruta de principio a fin, aunque las páginas finales del libro dan a entender que sigue abierta en la segunda parte del libro, Alas negras, que espero poder disfrutar algún día.

No había leído nada de esta autora, supongo que por su mayoría de libros centrados en mundos fantásticos que se alejan bastante de la novela negra con la que suelo disfrutar. Me ha gustado acercarme a su obra y por supuesto no descarto retomarla más adelante. El estilo es directo y la historia rebosa imaginación, te transporta a otros mundos y se avanza mucho en la lectura: son de estos libros que se leen rápido, y en mi opinión están recomendados para todas las edades, sobre todo si queremos salir de la monotonía y dejar volar nuestra imaginación. Yo sinceramente lo he disfrutado.