Gracias a Babelio y a su iniciativa #MasaCrítica he podido acceder a la lectura de uno de los títulos que la Editorial Alrevés publica dentro de su colección #sinficción, dirigida por Marta Robles, y que tiene como fin acercar al público lector trabajos de investigación sobre los casos, cada vez más frecuentes, que se están dando dentro de la crónica negra española en los últimos años. No por ser conocidos los hechos que se tratan allí el lector va a disfrutar menos con la historia tratada; está claro que esta colección habla de casos que hemos podido seguir por televisión, radio y por otros muchos medios, pero los periodistas que se encargan de escribir estos libros, al menos es el caso del que aquí os traigo, son capaces de hacer la historia amena (si podemos usar ese calificativo cuando de narrar actos luctuosos se trata) e introducir datos desconocidos para el lector, o echar mano de otros que completan la trama.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Título: Olor a muerte en Pioz
Autora: Beatriz Osa
Editorial: Editorial Alrevés, S. L.
(Colección Sinficción, 5)
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-17847-27-2
Primera edición: febrero del 2020
256 páginas
Sinopsis (tomada del propio libro):
¿De dónde procedía ese hedor? ¿A qué se debía el silencio sepulcral que rodeaba el número 594 de la calle Sauces, en Pioz? Siguiendo el rastro del insoportable olor, el 17 de septiembre del 2016 la Guardia Civil descubrió su origen: se trataba de los cuatro cadáveres de una familia brasileña metidos en seis bolsas de basura. Llevaban muertos un mes.
En un primer momento, todo apuntaba a la obra de un sicario, o a un ajuste de cuentas entre narcos. Nada encajaba con crímenes vistos antes en España. Así arrancó la investigación de uno de los asesinatos más brutales de nuestra historia.
Patrick Nogueira tenía diecinueve años cuando asesinó y descuartizó a sus tíos, Marcos y Janaína, y a sus primos, David y Carolina, de uno y tres años. Patrick lo retransmitió en directo a través de las redes sociales a su mejor amigo; un crimen del siglo XXI con implicaciones internacionales y que aún cuesta entender.
Datos sobre la autora (tomados del propio libro):
Beatriz Osa (Madrid, 1979) es periodista. Tras pasar por la Cadena SER, la revista Zero y Telecinco, desde el 2006 está en La Sexta, donde ha trabajado en Informativos y en el programa Más vale tarde. Actualmente edita Expediente Marlasca, siguiendo toda la información de sucesos, con un interés especial en dos secciones: «Caso cerrado» y «Tras la pista», por la que fue premiada en el 2016 por la Fundación QSD.
Impresiones sobre el libro
"El olor a muerte es imborrable y caprichoso. No el de las primeras horas, cuando el latido y la respiración acaban de extinguirse, sino el que lo embarga todo a medida que avanza la descomposición. Para el olfato experto es inconfundible. Basta con que una brisa de azufre roce la memoria para que el resto de los sentidos se pongan también en alerta al reconocerlo. Intenso, penetrante, dulce y fétido a la vez. Quien lo ha olido sabe que volverá a olerlo, aunque nada a su alrededor se esté pudriendo y sin que la combinación de putrescina y cadaverina flote siquiera en el aire. Es una huella química única que, en cambio, el olfato profano tardaría días o incluso semanas en poder identificar".
La autora comienza su relato haciendo alusión al título, y creo que está bien escogido, porque algo así debieron sentir los habitantes de la urbanización La Arboleda, en Pioz, un pueblo de Guadalajara, tras soportar durante muchos días un terrible hedor que al principio achacaron a aguas estancadas y al abandono de la casa situada en el 594 de la calle Sauces. Pero no iban a ser aguas estancadas, pronto se iba a descubrir un horror del que difícilmente pudieron recuperarse aquellos que tuvieron que hacerse cargo de cuatro bolsas en cuyo interior yacían los cuerpos troceados de una familia, un matrimonio y sus dos hijos pequeños. La verdad es que fue un caso extraño, del que fuimos conscientes a través de los medios de comunicación. Recuerdo que se habló de ajuste de cuentas, y eso podía entrar mejor en nuestra mentalidad, en nuestra comprensión, pero la investigación pronto viró hacia la figura de Patrick Nogueira Gouveia, un sobrino de Marcos Campos Nogueira, una de las cuatro víctimas. Quien podría pensar que el asesino sería alguien tan cercano a la familia.
Patrick te mira desde la portada del libro; no parece una persona angelical, a pesar de que quiera adoptar la pose de buen chico, pero está claro que algo raro pasaba por su mente si fue capaz de llevar a cabo tan terrible hecho. Lo más impactante de todo el caso, aunque debo reconocer que todo el caso es chocante para cualquier persona que esté en su sano juicio, es que el protagonista, el culpable de los hechos tuvo la sangre fría de acabar con tres de los miembros de su familia, niños incluidos, y contar esa acción a un amigo que estaba al otro lado del océano, en Brasil, a través de un chat de whatsapp. Marvin, que era el amigo, en lugar de hacerle entrar en razón y avisar a la policía, parecía alentarlo en su forma de actuar, quedando ansioso de nuevas noticias sobre el destino del tío de Patrick. Porque sí, nuestro protagonista mantuvo su frialdad a la espera de la llegada de su tío, el último al que asesinaría después de haber acabado con toda su familia.
Estamos ante un caso morboso, del que conocemos bastantes detalles gracias o por culpa de los medios de comunicación, que en ocasiones nos han bombardeado cuando se trata de casos luctuosos adelantándose a las propias investigaciones policiales, impidiendo a veces que los hechos se desarrollen por el cauce normal. Otra cosa distinta es cuando el caso está juzgado y sentenciado. Como lectores o espectadores queremos saber más detalles de lo ocurrido en realidad, y esta colección de libros que ha planteado la editorial Alrevés nos ayuda a acercarnos a casos de los que creíamos saberlo todo pero que nos van dando apuntes que desconocíamos, porque en general nos quedamos con la noticia de pocos minutos que sale en algún programa de televisión y no incidimos más en esos casos, hasta que una nueva aberración nos golpea de nuevo y nos hace olvidar la barbarie de la que son capaces algunos seres humanos, si se les puede llamar así.
Beatriz Osa ha sabido resumir muy bien el caso que aquí nos trae, nos ha ido acercando poco a poco al asesinato que tuvo lugar en Pioz, y en veintinueve capítulos no demasiado largos nos va acercando al tema, partiendo del inicio, el descubrimiento de los cuatro cadáveres dentro del chalet de Pioz, desmembrados dentro de bolsas de plástico y en alto grado de descomposición, los inicios de la investigación, centrados en bandas que podrían buscar venganza por deudas de uno de los asesinados, y como pronto, muy pronto, las sospechas cayeron en un sobrino de diecinueve años, la lucha de los cuerpos policiales por conseguir que regresara a España (tras los asesinatos había vuelto su país de origen, Brasil) para detenerlo y juzgarlo, haciendo énfasis en la propia actitud de Patrick, que prefería ser juzgado y condenado en España, temiendo cuál sería su situación si entraba en una de las cárceles de Brasil. Todos estos hechos van a ser narrados de forma minuciosa, de manera ágil, y van consiguiendo que el lector entre en la trama, que forme parte de la investigación, que intente ponerse en la piel de las víctimas y del verdugo, aunque esto último se plantea muy complicado, y así nos lo hace ver la autora, porque parece que Patrick no ha querido desvelar los motivos que le llevaron a actuar como lo hizo y cuál fue la secuencia de sus actos la fatídica noche en la que decidió acabar con su familia.
Como buen libro de investigación, de no ficción, la autora no solo se centra en los hechos ocurridos, sino que recuerda a algunos otros personajes que por desgracia se han hecho famosos por su forma de actuar hacia el prójimo, para reforzar algunos de los argumentos que se exponen en la trama. Así, volvemos a releer los nombres de Ana Julia Quezada, Antonio Anglés o José Enrique Abuín entre otros, y nos damos cuenta de que algo falla en esta sociedad en la que la vida no parece tener casi importancia. Y estos nombres salen a relucir de nuevo cuando la autora habla de la UCO, y de la labor llevada a cabo por los encargados de investigar algunos de estos casos. Es este recuerdo a casos de los que ya hemos oído hablar y las anécdotas de las que echa mano la autora como introducción a los distintos capítulos sirviendo de hilo conductor con el tema que quiere exponer algo que ayuda a avanzar en la trama, y además aprendemos. Me ha encantado el inicio del capítulo once, por poner un ejemplo, que la autora titula "El 17", sobre el primer asesinato de la historia, que al parecer tuvo lugar en Atapuerca, en la Sima de los Huesos. Si queréis saber más sobre él, no tenéis más que leer el libro, al igual que si queréis meteros un poco más en la piel de Patrick, e intentar saber cómo fue su detención, su juicio, y qué ha sido de él, así como saber qué pensaba de él su propia familia.
Sin llegar al morbo, pese a las transcripciones del juicio, de las declaraciones de algunos de los implicados y del caso en sí, por sí mismo complicado, y difícil de entender las motivaciones que pudieron llevar a alguien a actuar de la forma en que lo hizo, pese a algunas fotografías familiares y de la investigación que aparecen en la parte central del libro, la historia relatada por Beatriz Osa supone un buen acercamiento a un hecho escabroso que tuvo lugar en la reciente historia de nuestro país, allá por el verano del 2016, y que ha ocupado titulares de prensa y televisión. Personalmente he disfrutado con el enfoque del libro, no se ha regodeado en detalles y supone un buen acercamiento a los hechos ocurridos. En ningún momento se redime a Patrick, se ofrecen los datos de lo que pudo haber pasado y se acercan al lector la investigación y el juicio. Este tipo de lectura es recomendable para aquellos que quieran conocer detalles más profundos sobre las noticias que nos bombardean desde la sección de sucesos de los diferentes programas de radio y televisión, o los titulares de prensa que a veces nos acompañan sin incidir demasiado en los pormenores de lo realmente ocurrido. Estamos ante un texto escrito por una periodista de investigación, y eso se nota. Personalmente disfruto con la prensa escrita, siempre me han atraído los sucesos y creo que el libro responde bien al tema tratado, un acercamiento a la figura de Patrick, su forma de actuar y las consecuencias de sus actos, acercados al lector de una forma amena, que he agradecido.
Sé que va a sonar a disculpa, y en realidad lo es. El libro se lee muy rápido, los capítulos cortos ayudan a ello, y el hecho de tratar de un tema que no es para nada desconocido para el lector ayuda a esa rapidez en la lectura. ¿Cuál ha sido el problema para tardar tanto en reseñar? No sé si os está pasando, pero a pesar de estar tantas horas en casa, debo hacer frente al teletrabajo, la casa, y el cuidado de un familiar que no está pasando por su mejor momento, y este confinamiento, además, no me está cundiendo tanto a la hora de leer como yo pensaba. Me falta tiempo, y más tiempo me falta para afrontar las reseñas tal y como yo quisiera, así que pido disculpas a Babelio y a la editorial si he tardado más de la cuenta en afrontar la reseña de este libro. Si os gustan los libros de investigación, basados en hechos reales, disfrutaréis de este título sin duda. Si preferís la ficción y no queréis acercaros a lo que son capaces de hacer las mentes enfermas en la vida real, mejor buscad otra cosa. Si este libro tiene algo de malo es precisamente eso, que está basado en hechos que por desgracia son reales, no ha salido de la imaginación de la autora, se basa en la realidad, y eso es lo que de verdad asusta. Por mi parte, retomaré la colección si tengo la suerte de que algún título de los anteriormente publicados caiga en mis manos.
Gracias a la editorial Alrevés y a Babelio por haber facilitado el ejemplar para su reseña, y de nuevo disculpas por el retraso en publicar.
¡Nos leemos!
Patrick te mira desde la portada del libro; no parece una persona angelical, a pesar de que quiera adoptar la pose de buen chico, pero está claro que algo raro pasaba por su mente si fue capaz de llevar a cabo tan terrible hecho. Lo más impactante de todo el caso, aunque debo reconocer que todo el caso es chocante para cualquier persona que esté en su sano juicio, es que el protagonista, el culpable de los hechos tuvo la sangre fría de acabar con tres de los miembros de su familia, niños incluidos, y contar esa acción a un amigo que estaba al otro lado del océano, en Brasil, a través de un chat de whatsapp. Marvin, que era el amigo, en lugar de hacerle entrar en razón y avisar a la policía, parecía alentarlo en su forma de actuar, quedando ansioso de nuevas noticias sobre el destino del tío de Patrick. Porque sí, nuestro protagonista mantuvo su frialdad a la espera de la llegada de su tío, el último al que asesinaría después de haber acabado con toda su familia.
Estamos ante un caso morboso, del que conocemos bastantes detalles gracias o por culpa de los medios de comunicación, que en ocasiones nos han bombardeado cuando se trata de casos luctuosos adelantándose a las propias investigaciones policiales, impidiendo a veces que los hechos se desarrollen por el cauce normal. Otra cosa distinta es cuando el caso está juzgado y sentenciado. Como lectores o espectadores queremos saber más detalles de lo ocurrido en realidad, y esta colección de libros que ha planteado la editorial Alrevés nos ayuda a acercarnos a casos de los que creíamos saberlo todo pero que nos van dando apuntes que desconocíamos, porque en general nos quedamos con la noticia de pocos minutos que sale en algún programa de televisión y no incidimos más en esos casos, hasta que una nueva aberración nos golpea de nuevo y nos hace olvidar la barbarie de la que son capaces algunos seres humanos, si se les puede llamar así.
Beatriz Osa ha sabido resumir muy bien el caso que aquí nos trae, nos ha ido acercando poco a poco al asesinato que tuvo lugar en Pioz, y en veintinueve capítulos no demasiado largos nos va acercando al tema, partiendo del inicio, el descubrimiento de los cuatro cadáveres dentro del chalet de Pioz, desmembrados dentro de bolsas de plástico y en alto grado de descomposición, los inicios de la investigación, centrados en bandas que podrían buscar venganza por deudas de uno de los asesinados, y como pronto, muy pronto, las sospechas cayeron en un sobrino de diecinueve años, la lucha de los cuerpos policiales por conseguir que regresara a España (tras los asesinatos había vuelto su país de origen, Brasil) para detenerlo y juzgarlo, haciendo énfasis en la propia actitud de Patrick, que prefería ser juzgado y condenado en España, temiendo cuál sería su situación si entraba en una de las cárceles de Brasil. Todos estos hechos van a ser narrados de forma minuciosa, de manera ágil, y van consiguiendo que el lector entre en la trama, que forme parte de la investigación, que intente ponerse en la piel de las víctimas y del verdugo, aunque esto último se plantea muy complicado, y así nos lo hace ver la autora, porque parece que Patrick no ha querido desvelar los motivos que le llevaron a actuar como lo hizo y cuál fue la secuencia de sus actos la fatídica noche en la que decidió acabar con su familia.
Como buen libro de investigación, de no ficción, la autora no solo se centra en los hechos ocurridos, sino que recuerda a algunos otros personajes que por desgracia se han hecho famosos por su forma de actuar hacia el prójimo, para reforzar algunos de los argumentos que se exponen en la trama. Así, volvemos a releer los nombres de Ana Julia Quezada, Antonio Anglés o José Enrique Abuín entre otros, y nos damos cuenta de que algo falla en esta sociedad en la que la vida no parece tener casi importancia. Y estos nombres salen a relucir de nuevo cuando la autora habla de la UCO, y de la labor llevada a cabo por los encargados de investigar algunos de estos casos. Es este recuerdo a casos de los que ya hemos oído hablar y las anécdotas de las que echa mano la autora como introducción a los distintos capítulos sirviendo de hilo conductor con el tema que quiere exponer algo que ayuda a avanzar en la trama, y además aprendemos. Me ha encantado el inicio del capítulo once, por poner un ejemplo, que la autora titula "El 17", sobre el primer asesinato de la historia, que al parecer tuvo lugar en Atapuerca, en la Sima de los Huesos. Si queréis saber más sobre él, no tenéis más que leer el libro, al igual que si queréis meteros un poco más en la piel de Patrick, e intentar saber cómo fue su detención, su juicio, y qué ha sido de él, así como saber qué pensaba de él su propia familia.
Sin llegar al morbo, pese a las transcripciones del juicio, de las declaraciones de algunos de los implicados y del caso en sí, por sí mismo complicado, y difícil de entender las motivaciones que pudieron llevar a alguien a actuar de la forma en que lo hizo, pese a algunas fotografías familiares y de la investigación que aparecen en la parte central del libro, la historia relatada por Beatriz Osa supone un buen acercamiento a un hecho escabroso que tuvo lugar en la reciente historia de nuestro país, allá por el verano del 2016, y que ha ocupado titulares de prensa y televisión. Personalmente he disfrutado con el enfoque del libro, no se ha regodeado en detalles y supone un buen acercamiento a los hechos ocurridos. En ningún momento se redime a Patrick, se ofrecen los datos de lo que pudo haber pasado y se acercan al lector la investigación y el juicio. Este tipo de lectura es recomendable para aquellos que quieran conocer detalles más profundos sobre las noticias que nos bombardean desde la sección de sucesos de los diferentes programas de radio y televisión, o los titulares de prensa que a veces nos acompañan sin incidir demasiado en los pormenores de lo realmente ocurrido. Estamos ante un texto escrito por una periodista de investigación, y eso se nota. Personalmente disfruto con la prensa escrita, siempre me han atraído los sucesos y creo que el libro responde bien al tema tratado, un acercamiento a la figura de Patrick, su forma de actuar y las consecuencias de sus actos, acercados al lector de una forma amena, que he agradecido.
"(...) ¿los psicópatas pueden reinsertarse? Según Robert Hare, una de las mayores eminencias en psicopatía del mundo, es un imposible, pues carecen de cura. Además advierte de que la sociedad nunca podrá defenderse de ellos, ya que son quienes hacen las reglas. Y ese es el origen del riesgo, que solo ellos saben cuándo los demás merecen su castigo".
"Es un trabajo sucio, socialmente desagradecido. Como al escritor con su personaje de ficción, ya de entrada al abogado defensor se le presuponen todo tipo de vínculos con su cliente. ¿Lo defiende porque se cree su versión? ¿Cómo puede hacerlo sabiendo el delito que cometió? ¿Por qué no le deja pudrirse en prisión? La sociedad no suele mirar con buenos ojos a los abogados del diablo".¿Ha servido este libro para descubrir al lector qué pasaba por la mente del asesino cuando decidió cometer esos actos tan deleznables? Sinceramente, creo que esa no es la finalidad que ha perseguido la autora cuando ha decidido escribir este libro, porque creo que ni el propio culpable lo tenía claro. Lo que se pretende con este libro es dar a conocer unos hechos y la investigación que llevaron al esclarecimiento de esos actos, incidiendo en la personalidad del inculpado, su forma de actuar y relacionarse y cómo se desarrolló el juicio posterior, así como las consecuencias que debieron soportar las familias de los afectados, asesino y asesinados, unidos por lazos de sangre. Un buen acercamiento, sin duda, al desarrollo de los hechos.
Sé que va a sonar a disculpa, y en realidad lo es. El libro se lee muy rápido, los capítulos cortos ayudan a ello, y el hecho de tratar de un tema que no es para nada desconocido para el lector ayuda a esa rapidez en la lectura. ¿Cuál ha sido el problema para tardar tanto en reseñar? No sé si os está pasando, pero a pesar de estar tantas horas en casa, debo hacer frente al teletrabajo, la casa, y el cuidado de un familiar que no está pasando por su mejor momento, y este confinamiento, además, no me está cundiendo tanto a la hora de leer como yo pensaba. Me falta tiempo, y más tiempo me falta para afrontar las reseñas tal y como yo quisiera, así que pido disculpas a Babelio y a la editorial si he tardado más de la cuenta en afrontar la reseña de este libro. Si os gustan los libros de investigación, basados en hechos reales, disfrutaréis de este título sin duda. Si preferís la ficción y no queréis acercaros a lo que son capaces de hacer las mentes enfermas en la vida real, mejor buscad otra cosa. Si este libro tiene algo de malo es precisamente eso, que está basado en hechos que por desgracia son reales, no ha salido de la imaginación de la autora, se basa en la realidad, y eso es lo que de verdad asusta. Por mi parte, retomaré la colección si tengo la suerte de que algún título de los anteriormente publicados caiga en mis manos.
Gracias a la editorial Alrevés y a Babelio por haber facilitado el ejemplar para su reseña, y de nuevo disculpas por el retraso en publicar.
¡Nos leemos!