Tomo ilustrado de cuarenta páginas que nos acerca a la vida de algunos compatriotas y sus inventos. La lectura de este volumen ha sido posible gracias a la iniciativa #MasaCrítica dedicada a los libros ilustrados y es la primera vez que tengo la oportunidad de disfrutar de uno de esos títulos acompañados de ilustraciones que la iniciativa ofrece.
Un recorrido por la vida y obra científico-tecnológica de los inventores españoles más célebres de los siglos XIX y XX.
Inventores como Ramón Silvestre Verea, que destacó en el campo del cálculo, Leonardo Torres Quevedo, cuyo funicular para el transporte de personas fue pionero en todo el mundo, Isaac Peral y su primer submarino de propulsión eléctrica, Mónico Sánchez y su aparato portátil de rayos X con el que lograron salvarse muchas vidas durante la I Guerra Mundial, ingenieros como Juan de la Cierva o Emilio Herrera, pioneros en el campo de la aeronáutica, y Ángela Ruiz Robles, mujer adelantada a su tiempo que, preocupada por la educación de calidad, fue capaz de inventar en los años 50 el precursor del actual libro electrónico.
Datos sobre el ilustrador (tomados del propio libro).
Resulta interesante el volumen que la Editorial Premium nos trae acercándonos a las figuras de inventores españoles en algunos casos desconocidos para el público en general (me incluyo), que idearon sus inventos en un afán de mejorar las condiciones en sus trabajos y para acercar esas mejoras al resto de la población. Conocemos así a Ramón Silvestre Verea, el primer inventor que aparece en el libro, que ideó una máquina para plegar periódicos "en su empeño de facilitar a la población el acceso a la prensa escrita" y acabó desarrollando la Verea Direct Multiplier, una calculadora capaz de realizar multiplicaciones directas y que fue "una enorme contribución al futuro desarrollo de los ordenadores".
En el libro recorremos asimismo la vida de Leonardo Torres Quevedo, y su patente de un funicular aéreo de cables múltiples para el transporte de personas, así como su proyecto de globo dirigible semirrígido que se emplearía en la I Guerra Mundial, y la invención del Telekino, predecesor del actual mando a distancia entre otros logros.
También nos acerca el libro a la vida de Isaac Peral y Caballero, inventor más conocido por el gran público, y su "aparato de las profundidades", el primer submarino dotado de propulsión eléctrica. Conoceremos también a Mónico Sánchez Moreno, que acabaría ideando un aparato de rayos X portátil que necesitaba menos energía y podía conectarse a cualquier toma de red eléctrica, continua o alterna. Muchos de los aparatos eléctricos hoy usados están inspirados en los principios científicos por él desarrollados. Conoceremos algo más de la vida de Juan de la Cierva, que con amigos construye un aeroplano de dos alas al que añadieron un motor y que logró volar en el verano de 1912. Buscando mejoras en los aparatos acabó inventando el «autogiro», predecesor de los actuales helicópteros.
Emilio Herrera Linares será otro protagonista de las pequeñas biografías sobre inventores que aparecen en el libro, gracias a su "escafandra estratonáutica", que quería emplear en una ascensión en globo para estudiar la estratosfera. La NASA se inspiraría en sus diseños para desarrollar los trajes espaciales que utilizaron en 1969 los astronautas de la misión Apolo XI.
La vida de Ángela Ruiz Robles cerrará este acercamiento a las vidas de los inventores españoles de los siglos XIX y XX que han sido escogidos para conformar el libro. Es la única inventora de la que se habla en el libro. Aunque reconozco que de algunos de los inventores que aquí aparecen nunca había oído hablar, supongo que hubo más mujeres que aportaron su trabajo para mejorar las condiciones de vida o avanzar en el día a día. Si más adelante alguien decide hacer un nuevo libro sobre inventores españoles, me gustaría que la proporción de mujeres fuera más destacada, aunque al menos se han hecho eco de su invento, precursor del actual libro electrónico, al que los lectores debemos agradecer mucho.
El libro resulta un buen acercamiento a la biografía de unas personas que dedicaron su vida a buscar mejoras que repercutirían en todos. Algunos de los inventores de los que se habla y sus inventos respectivos no son conocidos por el público en general, y desde este punto de vista se agradece la labor llevada a cabo por la editorial. Aunque estamos ante un álbum ilustrado de apenas cuarenta páginas, en las que se resumen las vidas de siete personas y sus logros, es mejor leerlo poco a poco, para poder así asimilar la información que se nos está volcando. Desde este punto de vista, la lectura del libro puede conseguir que nos entren ganas de investigar más sobre los inventos o en cómo consiguieron unos compatriotas, en un momento en que la ciencia estaba en pañales, obtener reconocimiento en algunos casos internacional. Ha sido una sorpresa conocer desde cero a muchos de ellos, y las repercusiones que tuvieron sus inventos. Se aprende con este volumen, de eso no hay duda, aunque si hay que poner algún punto negativo, o al menos mejorable, decir que en ocasiones hay demasiado texto acumulado en pocas páginas; quizá hubiera sido más entendible o más preciso si no se agolpara tanta información en tan pocas páginas, porque en ocasiones se dan muchos datos sobre los inventos, y eso dificulta un poco la lectura. Quizá estemos ante un libro con un lenguaje demasiado técnico en ocasiones, a pesar de su corta extensión, que puede resultar difícil de seguir para el público infantil al que parece va dedicado.
Las ilustraciones son precisas, pueden gustar más o menos, pero están identificando claramente lo que se indica en el texto, y consiguen su función. Como álbum ilustrado, destaca la tapa dura, la calidad del papel y el acabado. Estamos ante un tomo susceptible de estar en cualquier colegio, biblioteca o colección particular, para poder ser consultado y servir de base para indagar más en la vida de estos inventores que en el libro aparecen. Si hay que poner un pequeño pero, y este sí me ha decepcionado, es una falta de revisión en el texto y en la redacción.Hubiera hecho falta una segunda o tercera lectura, porque he encontrado alguna que otra falta ortográfica, y teniendo en cuenta que el libro va destinado a jóvenes estudiantes, esas cosas deberían cuidarse al 100%.
A pesar de esos pequeños peros que he encontrado, el libro en sí me ha gustado, y también conocer la historia de inventos e inventores de los que nunca había oído hablar. Reconozco que cuando pienso en inventos españoles me viene a la cabeza la fregona y el caramelo con palito del que tanto disfrutamos siendo niños, pero este libro habla de inventos más relacionados con la ciencia, con la electricidad, con mejorar las comunicaciones, con llegar con la educación a los más desfavorecidos... Seguro que hay muchos más ejemplos que están esperando a ser recopilados en un libro y presentados de forma amena para el público en general. Desconozco si la editorial tiene pensado ampliar el catálogo con nuevos inventos e inventores o si ya tienen algo publicado de este tipo, pero sería una buena idea hacerlo si no lo tienen, eso sí, cuidando un poco más la redacción, haciéndola más cercana, y revisando para evitar las posibles faltas.
¿Recomiendo el libro? Sin duda. Como acercamiento a personajes que han formado parte de la historia de nuestro país y a sus méritos resulta muy interesante. Es el típico libro que te deja con ganas de aprender más, y si consigue que alguien que lo lea busque más información sobre lo leído, habrá contribuido a difundir la cultura, y eso es importante, no hay duda.