miércoles, 4 de noviembre de 2015

"En la piscina vacía", de Félix Sabroso.

La presente reseña forma parte de una lectura conjunta que se llevó a cabo hace algunas semanas en twitter, gracias a la generosidad de la editorial Suma de Letras y a la labor de los blogs organizadores. Se pudo seguir la lectura conjunta bajo el hashtag #PiscinaVacía. Sin más, vamos con los datos del libro y mis impresiones.

Título: En la piscina vacía
Autor: Félix Sabroso
Editorial: Suma de Letras
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-8365-763-8
Primera edición: octubre de 2015
248 páginas

Sinopsis (trasera del libro): 
La culpa se mueve entre el remordimiento y la expiación, bordeando piscinas vacías
Un conocido escritor que está pasando por una época de sequía creativa asiste a una fiesta en casa de su editora y atropella por accidente al joven con el que ha acudido. A partir de ese momento comienza un juego en el que la experiencia y la imaginación del protagonista se solaparán confundiendo sus límites. Una lucha entre el instinto de supervivencia de un hombre que quiere olvidar y el poder de la culpabilidad que lo corroe.
´
Félix Sabroso elabora un thriller psicológico que esconde una realidad distorsionada, caleidoscópica, que mantiene al lector expectante hasta el final. Una profunda revisión de los sentimientos más repulsivos y nobles del ser humano a través de un protagonista inolvidable. Un Raskolnikov del siglo XXI.

Sobre el autor

Félix Sabroso Cruz (1965) ha estrenado con éxito entre España y latinoamérica más de una docena de textos teatrales, tres de los cuales han sido publicados. También ha dirigido y escrito junto a la cineasta Dunia Ayaso las películas Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí, El grito en el cielo, Descongélate, Los años desnudos y La isla interior. Además es guionista de numerosos formatos televisivos. El tiempo de los monstruos, su nueva película, está pendiente de estreno (al parecer protagonizará una gala especial fuera de concurso en la XII edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, que se celebrará entre el 6 y 14 de noviembre). En la piscina vacía es su primera novela.
Ó fotografía: Jau Fornés

Impresiones sobre el libro

Es difícil iniciar esta reseña, y creo que no soy la única a la que le habrá pasado esto, por los comentarios que se pudieron leer en twitter y por algunas de las reseñas que se están publicando. Cuando terminé la lectura del libro mi comentario fue que no sabía realmente si me había gustado o no, debía sopesarlo, y a día de hoy no tengo claro la sensación que me dejó.

Estamos ante un libro difícil, por lo que cuenta o cómo lo cuenta, o quizá sea simplemente un libro que no hemos sabido entender del todo; supongo que dependerá del momento en que se pueda leer, y en lo receptivo que esté el lector en ese momento... Creo que es un libro que da pie a varias interpretaciones, o al menos creo que es lo que ha pasado en esta lectura conjunta. Lo que está claro es que se ha vendido como un thriller psicológico y muchos nos tiramos de cabeza pensando que sí lo sería, aunque le falte ese punto de intriga y esas ganas de seguir leyendo que acompaña a este género.

No sé si el autor ha querido jugar con el lector en su libro en cuanto a la historia, que ha dado pie a varias interpretaciones, pero no hay que dejar de reconocer que posee un alto dominio del lenguaje, que se plasma en las expresiones utilizadas, aunque en ocasiones este lenguaje haga más complicado el entendimiento de la trama.

El protagonista principal es un escritor de moda que lleva más de dos años pasando por una sequía literaria; a su editora, Adriana, le urge que se ponga de nuevo a escribir, y a ser posible sin salirse del guion con el que ha triunfado. Un grave hecho que acontecerá en la fiesta de cumpleaños de Adriana será el detonante de toda la trama en la que el lector conocerá la lucha del escritor por encontrarse a sí mismo. Será el protagonista principal el encargado de narrar su historia en primera persona, y no es un personaje que resulte muy atrayente a primera vista, puesto que puede resultar un tanto pedante. En cuarenta capítulos no demasiado extensos, algunos incluso de una sola página, y con una letra y espaciado entre líneas bastante grande, el autor completa una historia que parecía ser una cosa y acabó siendo otra, al menos yo he tenido esa impresión.

Después de un extraño inicio narrado en primera persona, en el que difícilmente podemos saber qué nos deparará la historia, las últimas líneas del primer capítulo me dieron ganas de seguir leyendo:
"...Voy a ir a lo que considero sin duda el verdadero arranque de la cuestión. Daré un salto mortal para situarme directamente en el momento en que maté a Víctor. Aquella imborrable noche en la que destrocé a ese muchacho de tal modo que no lo reconoció ni su madre."
Si nos basamos en estas líneas podíamos esperar una novela policíaca con su investigación y sus giros, pero no hay nada de investigación. Ya lo advierte el autor más adelante:
"...¿cómo es posible que retrase la subtrama policial? Sencillamente porque no va a haberla: ya advertí que esto iba del egoísmo y sus resultantes."
¿Es quizá en eso en lo que ha fallado el libro? ¿Esperábamos una subtrama policial? Quizá en mi caso disfruto más con las investigaciones y no tanto con los pensamientos de un narrador, Me atrajo la portada del libro, y el que lo tacharan de thriller psicológico, pero quizá es difícil de entender. Sin querer chafarle la historia a algún posible lector, mi teoría se centra en el hecho de que autor y muerto compartan el mismo nombre, unido a las paranoias que pueda tener un escritor que ahora está en el dique seco, aunque quizá no lo haya entendido bien. Igual no era el momento de leer este libro, es posible que pueda sacarle más partido a la historia más adelante.