Nueva entrada en el blog gracias a la iniciativa #SoyYincanera. Como suelo decir, un placer acercarse a autores cuya obra no conocía; merece la pena salir de la zona de confort que muchos tenemos y descubrir otros nombres de la literatura.
Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:
Título: Tierras de niebla y mielMarta Abelló (Barcelona, 1972). Apasionada lectora, comenzó a escribir sus primeras historias a los ocho años alentada por su admiración por Enid Blyton. Ha participado en numerosas antologías de relatos en España y Latinoamérica, y ha obtenido diversos premios literarios.
Reconozco que no tenía claro qué es lo que iba a encontrar en la lectura de este libro, pero como siempre, me dejé guiar por la intuición de las responsables del grupo y debo confesar que ha sido todo un placer adentrarme en esta trama de aventuras, amoríos, crímenes, desigualdades sociales, bandolerismo, mujeres que tratan de luchar contra lo que se espera de ellas en sociedad y prefieren dejar una vida acomodada y lanzarse a forjar su propio futuro y otras que se contentan con vivir lo que les ha tocado; se habla también de la figura del sacamantecas y se hace hincapié en ritos paganos que se daban por la zona en la antigüedad, toda una amalgama de temas que dan como fruto una historia muy bien hilada y con la que sin duda he disfrutado, creo que principalmente porque no tenía muy claro qué es lo que iba a encontrar, y he podido aprovechar la lectura sin tener la referencia de las expectativas, disfrutando a medida que pasaba las páginas, que es lo que mejor puede pasarte con un libro.
La protagonista principal, Martiza de Icaza, se embarca hacia Cádiz, su ciudad natal, junto a su doncella Erlinda, huyendo de un matrimonio infeliz allá en Nueva Orleans. En las primeras páginas acompañaremos a Martina en ese viaje lleno de esperanza para volver a disfrutar junto a sus padres la felicidad que dejó atrás tres años antes cuando se embarcó rumbo a América con el que era su esposo Conrado Lefebvre.
La esperanza se trunca al llegar a la casa familiar, donde descubre que algo malo les ha pasado a sus padres, con lo que se verá obligada a pedir ayuda a su tía Balbina, la viuda de su tío, que regenta una pensión humilde, La Gaviota, donde ofrece cobijo a Martina y Erlinda a cambio de su trabajo en la pensión. Había desavenencias entre la familia de Martina y la propia Balbina, de modo que esta forma que la tía tiene de acoger a su sobrina no es más que un pago a la manera en que la familia la trató a ella. Están muy claras en el libro las diferencias sociales entre unos protagonistas y otros, y la forma en que estos se relacionan entre sí, haciendo la autora uso de un lenguaje refinado cuando es preciso, y de vulgarimos cuando vienen a cuento. Los dialectos andaluces que pone en boca de unos y otros también están conseguidos, con lo que en conjunto estamos ante una obra bien ambientada con numerosos personajes bien definidos, aportando cada uno su personalidad según dónde se haya criado.
Son varios los ambientes que vamos a conocer a lo largo de la trama, así como ya he indicado son muchos los personajes a los que vamos a enfrentarnos. Ese elevado número de personajes que aparecen hace que al principio pueda ser complicado entrar en la historia, pero poco a poco, a medida que se avanza en la trama se ve de forma clara cuál es la historia principal y cómo se van desarrollando los acontecimientos. La historia se sitúa a finales del siglo XIX, y la autora nos ofrece gracias a su prosa un retrato de una España llena de contrastes. La trama se desarrolla en el sur de España, en territorio andaluz, y los contrastes son evidentes en esta zona, con grandes diferencias entre la vida en las grandes mansiones y la miseria de las calles, el ambiente de los señores y las complicaciones a las que tienen que enfrentarse en el día a día sus criados, y el pueblo llano, que ve peligrar su vida por la rapiña de algunos que tratan de hacerse a toda costa con algunas de sus pertenencias.
En las páginas del libro encontramos riqueza y marginalidad, es patente la buena ambientación que consigue la autora con su prosa, haciéndonos partícipes de las muchas diferencias entre los dueños y señores de las casas de buena familia y los miembros de su servicio, así como las diferencias entre estos miembros del servicio y las personas allegadas que acuden a las casas para ayudar en el abastecimiento del hogar (también son patentes las clases dentro del servicio y la autora ha sabido reflejarlo muy bien). Queda muy marcada la diferencia entre el mundo rural y el de las clases pudientes, la de aquellos que luchan cada día con sus manos para conseguir el sustento de los suyos y aquellos que disfrutan de un desahogo económico desde su nacimiento, aunque eso no suponga que estén libres de todo mal, porque si algo queda claro en la novela es que las enfermedades no entienden de riqueza y pueden afectar a ricos y pobres por igual. El modo de afrontar los problemas será distinto según la posición económica de cada uno, teniendo los pudientes la posibilidad de acabar con sus males acudiendo a médicos, o en casos más estrictos, a sanadores que creen en la magia y en los ritos ancestrales para acabar con los problemas, sin importar qué medios sean necesarios para conseguir el fin. Porque sí, los ritos ancestrales tienen gran importancia en la trama, y en este caso el dolmen de Menga tendrá un papel destacado, así como los ritos que se supone tenían lugar en torno a él y al culto a Melkart, y a la diosa madre que veneraban los antiguos habitantes de la zona, ya desde el Neolítico.
Ha sido un placer encontrar datos arqueológicos en el libro, así como citas a excavaciones en torno al dolmen, y hallazgos de vestigios pasados. Estos datos arqueológicos, unidos a la proliferación de leyendas y temas mágicos en la zona escenario de la novela han supuesto un gran aliciente para mí a la hora de disfrutarla. Si además añadimos que la época en la que se desarrolla la trama, finales del siglo XIX, era una época convulsa en España, con la pérdida reciente de las últimas colonias, las marcadas desigualdades sociales entre la población, el bandolerismo presente en territorio andaluz y que adquiere gran importancia en la trama, estamos ante una novela con la que disfrutamos sin duda.
Ya he comentado al principio que no sabía bien qué iba a encontrar tras las páginas de este libro. A priori podría parecer que estamos ante una novela histórica, porque hace referencia a acontecimientos pasados y los toma como base para desarrollar la trama, pero a medida que como lectores nos adentramos en las páginas del libro encontramos mucho más. No estamos ante una novela negra, pero casi, y digo esto porque serán varios los crímenes a los que asistiremos a lo largo de la trama, algunos fruto de la mente perturbada de un individuo ejemplo de lo que en la época se conocía como el "sacamantecas", con todas las consecuencias que ello pudiera acarrear; otros crímenes son casi sin sentido, por conseguir algo que otro tiene, sin que la vida de los habitantes de la zona sea muy tenida en cuenta, y también se habla de crímenes rituales, buscando un fin; todos estos ingredientes se pueden encontrar en este libro que ha sido una delicia descubrir.
A pesar de su extenso número de páginas, es un libro que se lee casi sin pensar, porque la historia está dividida en treinta y seis capítulos, subdivididos a su vez, y algunas partes son muy cortas, lo que favorece que se avance en la lectura. Además, como la intriga y la aventura están servidas desde casi el inicio de la trama, porque son muchos los secretos que los personajes guardan y muchas las ganas que tienen otros por descubrirlos, el disfrute está garantizado.
Por si fuera poco, además de los secretos que se guardan hay asesinatos principalmente de mujeres y el cuerpo de la guardia civil que investiga los hechos, tenemos bandoleros a los que acabas cogiendo cariño como si de Curro Jiménez y su banda se tratara, hay malos muy malos y buenos muy buenos, y sobre todo hay personajes con sus luces y sombras, todo ello muy bien combinado, que hacen de esta novela un libro que sin duda se disfruta.
Sé que me repito mucho últimamente, pero ha sido un placer acercarme a esta historia escrita por Marta Abelló, y me he quedado fascinada al saber que este es su sexto libro, y yo no tenía el placer de conocerla. Sin duda, va a ser una autora a la que voy a tener que seguir la pista, y si alguna historia anterior suya cae en mis manos, no voy a dudar en leerla. En esta trama ha dado mucha importancia al dolmen de Menga, y a los ritos que en el pasado se hacían en torno a él. No sé si en sus otros libros hace alusiones también a temas del pasado, pero habrá que investigarlo y seguirle la pista. Hace muchos años tuve el placer de visitar el dolmen y el torcal de Antequera, también escenario de la novela, en un viaje cultural con mis compañeros de la universidad, y la lectura de este libro me ha dado ganas de volver por allí, Me he sentido transportada de nuevo, a mis estudios ya lejanos y a la zona que en su día visité. Me ha gustado la forma que ha tenido la autora de envolverme en la historia, mezclando diversos géneros y consiguiendo un resultado final más que notable.
No voy a contar qué pasa al final ni cómo se desarrolla la trama, ni voy a hablar de más personajes, que se podría hacer sin duda, porque creo que "Tierras de niebla y miel" es de esos libros que es mejor ir descubriendo poco a poco, sin que nadie te haya contado demasiado sobre él. No sé si sería aventurar mucho, pero se podría hacer una versión cinematográfica o televisiva del mismo, creo que la historia daría para ello. A ver si alguien con posibilidades lo lee y se anima. Mientras tanto, a la espera de una posible versión en pantalla grande, recomiendo la lectura de este libro a todo aquel al que le guste disfrutar de una buena historia que combine de forma magistral distintos ingredientes.
¡Nos leemos!
Este libro participa en la #YincanaCriminal2021 en el apartado Made in Spain. La acción transcurre en un ambiente rural.
#SeguiremosBailando