domingo, 20 de julio de 2014

La funeraria. Juan Luis Cano.

Aprovechando el mes del humor organizado por el blog de Laky, "Libros que hay que leer", traigo la reseña de un libro entretenido, que si bien no saca carcajadas, deja que se nos escape alguna que otra sonrisa a lo largo de su lectura.  Como el escritor es español, también nos vale para adelantar el "Reto 25 españoles", así que cumple su doble objetivo: lectura entretenida y adelanto de retos.

Datos sobre el libro

Título: La funeraria
Autor: Juan Luis Cano
Editorial: Espasa
1ª Edición: febrero de 2009
  Juan Luis Cano, 2009
  Espasa Calpe, S. A., 2009

Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-670-3092-1
246 páginas

Diseño cubierta: Víctor Monigote

Sinopsis (trasera del libro): Que el negocio de su familia fuese la funeraria de Carabanchel durante muchos años le ha ofrecido a Juan Luis Cano la coartada perfecta para embarcarse en una historia castiza e irónica, ambientada en los ya míticos años sesenta, que gira en torno a ese oficio.
A pesar del título, es una novela en la que el humor es una constante a lo largo del libro, gracias a unos personajes singulares y a sus insólitas peripecias.

"Celso Marqués era un vividor y fundó una funeraria. Lo hizo en un buen momento, cuando la gente se moría más. Por aquel entonces, con la estela de penuria que había dejado la reciente guerra, los que no cayeron quedaron con los bolsillos vacíos y los estómagos huecos. No se comía demasiado, más bien poco, algunos más bien nada. A paso lento la situación fue mejorando y los clientes disminuyeron, aunque nunca tanto como para dejar de hacer el negocio rentable."
Así empieza el libro que hoy reseñamos.


Argumento

El libro gira en torno a la figura de Celso Marqués, su familia, y el negocio que fundó, una funeraria, que será precisamente la que dé título al libro. Al frente de "La Paz Servicios Funerarios" está este hombre que no duda en pedir a sus amigos que no tardaran en morirse porque de ellos dependía la comida de sus hijos. Casado con doña Lourdes, era padre de cuatro hijos, tres de ellos varones. Cuando se jubiló del negocio familiar fue sustituido por su hijo mayor, Celsito, y él se dedicó a la pesca, a la caza y a ocuparse de las dos familias ilegítimas que había formado a espaldas de su mujer oficial. Mientras estaba bien de salud no había problema, puesto que las dos mujeres (una gitana y una criada) recibían puntualmente una paga para ocuparse de sus respectivos vástagos (a los que también había llamado Celso). Cuando se puso malo, las dos mujeres acudían a por su paga y él les lanzaba los billetes desde su ventana, hasta que el médico lo descubrió y se lo comunicó a su legítima mujer...

Como se puede ver en lo explicado en el argumento, La funeraria no es para nada un libro lúgubre, es más bien un retrato de personajes en situaciones esperpénticas en ocasiones. Cada uno de los personajes tiene una personalidad definida y ayudan con su forma de actuar a enriquecer la trama. Junto al personaje de Celso Marqués, fundador del negocio familiar, vividor, mujeriego, con una vida al margen de la de su familia oficial, destaca su mujer legítima, doña Lourdes, la matriarca, que decide tomar las riendas de la economía familiar desde el momento en que conoce los deslices de su marido, aunque sin salir de su habitación. Para no desfallecer en tan arduo trabajo contará con las visitas casi diarias del médico don Benito, que no tendrá reparos en difundir entre el vecindario los cotilleos de la familia, y el cura don Anselmo, preocupado por el alma de doña Lourdes, empeñada en confesar sus pecados y los de aquellos que la rodeaban; médico y cura no dudarían en acabar con las existencias de anís de la casa.

Celsito y Lucas, los hijos mayores del matrimonio, se harán cargo del negocio familiar, ayudados por Pablito, un trabajador de la funeraria que gustaba de pasar más horas en la taberna que en el negocio y al que no le importaba echar alguna que otra cabezadita dentro de los féretros expuestos. A ellos se unirá Pepito, el más débil de los hermanos, que iba para cura pero que abandonaría el seminario para mayor disgusto de doña Lourdes. Junto a ellos Luisita, la hermana que nunca sonreía y que tenía los mismos intereses religiosos que su madre, hasta que hizo una visita a Toledo...

Como se ha indicado con anterioridad, en el libro se detectan notas de humor, tanto en la forma de actuar de los personajes principales como en aquellos que los rodean. En algunos momentos del libro podemos estar reviviendo gags del programa de humor en el que participaba el autor, con la muerte de un miembro de una familia gitana, cadáveres que no estaban muertos, o el traslado de un féretro al cementerio en taxi, por citar algunos.

Además de la familia, el médico y el cura, tendrá relevancia un supuesto miembro de la aristocracia, Horacio López de Gauna y Solís, conde de Na Xamena, que ayudaba en la funeraria de vez en cuando; vivía en un psiquiátrico cercano, porque su familia lo tildaba de loco para hacerse con su herencia. Otro de los personajes a destacar, que pulula por el libro desde el principio es el señor Pedrón, un vecino mayor que acudía día y noche a la funeraria, porque prefería morir allí para no dar un espectáculo en su casa. También cobrará importancia uno de los hijos ilegítimos del fundador, al que en la casa conocerían como Segundo, para evitar los posibles errores con la repetición de nombres.

Algunos de los personajes que intervienen en la trama acaban como usuarios de la propia funeraria (el propio Celso Marqués apenas dura dos capítulos), pero la forma que el autor tiene de contarnos estos hechos no es para nada oscura; la muerte es un hecho que se acepta, como la propia vida, al menos nos hace ver que los protagonistas lo aceptan como algo cotidiano.

El lenguaje empleado por el autor resulta claro y la lectura se hace ágil. La trama no es para nada seria, a pesar del escenario donde se desarrolla, y la historia narrada da paso a anécdotas, intentos de secuestro e incluso una incipiente historia de amor con fatales consecuencias. Es un libro entretenido, que se lee fácilmente. Ya he comentado más arriba que no te saca carcajadas, pero sí consigue más de una sonrisa, y eso se agradece. Le tenía echado el ojo desde hace tiempo, y me he acordado de él gracias al mes temático organizado en la blogosfera. No me he arrepentido de la lectura de este libro, puesto que no me ha ocupado demasiado tiempo y he disfrutado con la historia. Me ha servido para acercarme a la obra de un autor del que solo conocía su faceta radiofónica y últimamente sus intereses políticos. Es desde luego una lectura recomendable, ideal para estos días de calor, aunque tiene el inconveniente de que dura poco entre las manos.


Datos sobre el autor


Juan Luis Cano nació en el barrio madrileño de Carabanchel, donde como ya hemos dicho su familia paterna tuvo una funeraria.
Estudió periodismo y trabajó en publicaciones como ABC, Interviú y Diario As, además de Madrid FM y Antena 3 Radio. Conocido por el programa humorístico de radio que presentó junto a Guillermo Fesser (Gomaespuma).
Su empresa, del mismo nombre que el programa de radio, lleva casi 18 años publicando libros, cómics y discos, así como programas de radio y televisión.
Su pasión por los toros le lleva a escribir su primera novela sobre un niño que sueña con ser torero Hincaito. La historia de un chico que lidiaba sueños (2000), y luego una biografía novelada del matador Curro Vázquez, Pasa un torero (2005).
Residente en Torrelodones (Madrid), se presentó como candidato en las elecciones municipales de 2007, en un partido formado por ciudadanos (Vecinos por Torrelodones) como respuesta a supuestos escándalos urbanísticos.
(Fuente: Wikipedia)

Navegando por la red he descubierto un vídeo de poco más de un minuto en el que el autor nos presenta su libro. Si queréis acceder a él no tenéis más que pinchar en el enlace:
http://video.es.msn.com/watch/video/la-funeraria-juan-luis-cano/qi1g3w4r

2 comentarios:

  1. No lo conocía y no tiene mala pinta.

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  2. No lo conocía pero no es un libro que me llame especialmente y mi lista de pendientes agradece no anotarme un título más
    Besos

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