Una tumba entre las rocas. Elly Griffiths.

Retomamos las reseñas en el blog disfrutando de un personaje al que ya tuvimos ocasión de conocer en una lectura conjunta, gracias también a la iniciativa de #SoyYincanera.

Sin más, vamos con los datos técnicos del libro:

Título: Una tumba entre las rocas

Título original: The House at Sea's End

Autora: Elly Griffiths

Traductor: Jofre Homedes Beutnagel

Editorial: Maeva Ediciones

Formato: Rústica con solapas

ISBN: 978-84-19110-12-1

336 páginas

P.V.P.: 21,90 €

Lanzamiento: 12 abril 2022

Sinopsis (tomada del propio libro)

EL MAR LO DEVUELVE TODO, ¿INCLUSO LA VERDAD?

La sombra de la Segunda Guerra Mundial se proyecta sobre este escalofriante misterio.

Un equipo de arqueólogos que investiga la erosión costera en la bahía norte de Norfolk se pone en contacto con la arqueóloga Ruth Galloway al hallar los restos de seis cuerpos enterrados al pie de un acantilado.

La arqueóloga y el inspector Harry Nelson se unen una vez más para desentrañar el pasado, aunque la situación es de lo más incómoda, pues Nelson debe evitar a toda costa que su esposa Michelle sospeche de su relación.

Las pruebas revelan que los cadáveres corresponden a seis hombres jóvenes que fueron asesinados hace más de setenta años. El misterio de su muerte parece remontarse a la Segunda Guerra Mundial, una época en la que Gran Bretaña vivía con inquietud una posible invasión de los alemanes.

Datos sobre la autora (tomados del propio libro)

Elly Griffiths (Londres, 1963) tuvo la idea para crear la serie de Ruth Galloway cuando su esposo comenzó a estudiar Arqueología, y también contó con la inspiración de su tía, que le contaba leyendas y mitos de Norfolk. 

Los ecos del pantano y El umbral de la mentira se han publicado con gran éxito en nuestro país.

La serie de Ruth Galloway ya ha conquistado a los lectores de doce países.

Con Los misterios de Justina Jones, publicado en MAEVAyoung, la autora se introduce en las novelas de misterio juveniles con una protagonista atrevida e inteligente. 

Foto autora: © Sara Reeve

Impresiones sobre el libro

Suelen resultar muy interesantes las lecturas que se proponen desde la iniciativa #SoyYincanera, y si un autor o un determinado protagonista nos ha calado, resulta gratificante volver a repetir con él. Este es el caso de la autora y del libro que hoy traigo al blog. Ya tuvimos oportunidad de leer un título anterior de esta serie, protagonizada por Ruth Galloway, una arqueóloga forense que se ve envuelta en el misterio y acaba colaborando con la policía, a cuyo frente está el inspector Harry Nelson. Cuando desde #SoyYincanera propusieron la lectura conjunta de "El umbral de la mentira", el título que precede al que hoy reseñamos, debo reconocer que no tenía ni idea de qué iba a encontrar entre sus páginas, pero la combinación de arqueóloga forense e investigación criminal me atrajo sin ninguna duda, y me apunté de cabeza a su lectura. Se me vino a la cabeza la escritora Kathy Reichs, creadora de la antropóloga forense Temperance Brennan, pero aunque hay diferencias, estos libros también se disfrutan. Bueno, a lo que iba, que cuando propusieron la lectura del nuevo libro protagonizado por Ruth Galloway, ni me lo pensé y lo agradecí. El segundo título me dejó tan buenas sensaciones que corrí a comprar el primero (eso sí, en edición bolsillo) y lo devoré, aunque no publiqué reseña en el blog. No es imprescindible haber leído los libros anteriores para disfrutar con la saga, porque las investigaciones que se plantean quedan resueltas en cada título, pero como suele pasar con las series, personalmente recomiendo leerlas en orden, si ello es posible, porque así se disfruta más de la evolución de los personajes, y conocemos los motivos de su forma de actuar y cómo han llegado a la situación en la que ahora se encuentran. No obstante, y esto es un punto a favor de la autora, en cada uno de los títulos hace referencia a acontecimientos del pasado, sin nombrar demasiado para no destripar las historias; hace someras alusiones para que los lectores no perdamos el hilo y podamos seguir la historia (una de las razones que me llevó a leer el primer título eran las alusiones continuas al personaje de Erik, un antiguo colega de Ruth, del que también se habla en este libro, y del que quería saber más). Quedé atraída por el personaje de Ruth, que sin ser una mujer de acción se ve envuelta en complicadas historias que hacen peligrar su vida. Es una mujer con la que podemos sentirnos identificadas, con sus miedos, sus defectos, sus imperfecciones... buena en su profesión, y ahora ejerciendo también de madre.

Me gustó el personaje de Ruth Galloway que descubrí en las dos entregas anteriores, y en este libro no me ha decepcionado. Disfruto con las intrigas que surgen en torno a ella y su equipo de investigadores, así como con los policías a los que le une algo más que el haber colaborado con ellos en casos anteriores, y sé que si se sigue publicando aquí en España voy a intentar seguir devorando la serie. Al parecer es esta una saga bastante larga (buceando por internet he encontrado hasta catorce títulos protagonizados por la arqueóloga forense), pero de momento aquí en España la editorial Maeva solo ha publicado los tres primeros. Los dos primeros me gustaron por esa mezcla de intriga y las continuas alusiones al mundo de la Arqueología y la Mitología. En este tercer título esas alusiones pasan más desapercibidas, porque en lo personal conocemos aspectos de la vida de Ruth, que se está adaptando a su vuelta a las clases como profesora en la Universidad tras su baja por maternidad, por lo que su tiempo no le da para participar en demasiadas actividades arqueológicas, y por otro lado, la investigación que este libro plantea, que surge con el descubrimiento por parte de un equipo de arqueólogos que trabaja en un estudio sobre la erosión en la costa, de restos humanos de poco más de setenta años, hace que las alusiones a la arqueología de época antigua, que es con la que de verdad disfruto, casi brillen por su ausencia, aunque hay que reconocer que en cuanto a arqueología moderna, el tema está muy bien tratado. Los restos humanos encontrados, correspondientes a seis jóvenes, son más recientes, posiblemente de la Segunda Guerra Mundial, y las investigaciones revelarán el posible origen alemán de los cuerpos. 

La investigación de estos asesinatos, porque está claro que los restos encontrados revelan que los jóvenes murieron de forma violenta, pone a la policía a indagar entre los habitantes más mayores de la zona, que puedan tener recuerdos de esa difícil época, en la que el país vivía el miedo de una posible invasión por parte de tropas alemanas. La ambientación que la autora magistralmente describe, en una zona de costa que lucha contra la erosión producida por el empuje de las olas y el cambio climático, quedaría acentuada ante una posible invasión del enemigo, en pueblos costeros poco habitados, con la ayuda de un faro para atajar una posible incursión enemiga. La autora pone al equipo investigador en conversaciones con los mayores de la zona, y de este modo es fácil reconstruir la unidad de un pueblo frente a un miedo que lejos de paralizarlos les dio alas, actuando guiados por unas ideas que pudieron tener consecuencias en el futuro.

La autora relata muy bien el miedo al que pudieron verse enfrentados los habitantes de pequeños pueblos costeros ante la llegada del enemigo. Nos habla de la lealtad mal entendida, de los secretos que se guardan hasta la tumba, de la defensa del honor que algunos tienen tan arraigado. Pero si hay un tema que destaca por encima de todo, y ejemplo de ello será la propia protagonista, es el de la maternidad y la forma de afrontarla. Sabemos que Ruth es madre soltera, y no es difícil averiguar quién es el padre de la criatura (los que hemos leído los libros anteriores lo teníamos más que claro). Ruth pasa por una etapa complicada en su vida. No sabe si está siendo una buena madre; quiere a su hija, pero también desea volver a su trabajo, retomar un poco su vida anterior, y se siente presionada por algunos de los que la rodean, que pueden considerar que no es buena madre solo por el hecho de que quiera recuperar su vida. La conciliación del trabajo con la vida familiar es un tema que se plantea en el libro, así como la necesidad de algunas mujeres de demostrar al mundo que una madre puede con todo. Además de la maternidad, de la necesidad de adaptarse a una nueva situación, el libro, además de recordar el miedo de los habitantes ante la amenaza alemana durante la Segunda Guerra Mundial, nos habla de un pasado más reciente, la guerra de Bosnia y sus fosas comunes, en la que los cuerpos eran trasladados continuamente, lo que dificultaba las identificaciones. Este tema saldrá a colación porque al presente de Ruth va a acudir una antigua amiga, Tatjana, que trabajaba de intérprete y cuyo pasado tiene mucho que ver con el horror de la guerra en los Balcanes. Este libro es del 2011, tiene gracia que no aprendamos de nuestros errores y que esta historia aquí narrada nos recuerde a una guerra que estamos viviendo ahora mismo con la invasión de Ucrania.

Estamos ante una lectura ágil, que resulta entretenida y amena. La historia atrapa, los personajes están bien perfilados y la ambientación ayuda a mantener el punto álgido de la trama. No sé cómo se las arregla la protagonista, pero aunque no esté involucrada en la investigación al cien por cien por todos los problemas que su reciente maternidad le acarrean, como lectores vamos a sufrir por su bienestar. He decidido no hacer un listado de los personajes que aparecen, solo decir que todos tendrán su importancia, y que los acontecimientos del pasado que salen a la luz con el descubrimiento de la tumba de seis jóvenes tendrán su repercusión en el presente. Se sucederán las muertes, aunque los finados sean personas de avanzada edad, y los investigadores centrarán sus pesquisas en ellas también. La intriga se mantiene a lo largo de las páginas, y nos esperan sorpresas, porque como todo buen libro de estas características, empiezas dudando de uno y acabas convirtiéndolos a todos en sospechosos, aunque no solo vale saber quién es el responsable de los hechos, sino también qué motivo le lleva a actuar así.

En definitiva, una lectura interesante que deja con ganas de seguir conociendo detalles de la vida de Ruth Galloway, y del inspector Harry Nelson, buen profesional pero que presenta deficiencias en lo personal que es preferible que descubráis por vosotros mismos, si no habéis tenido oportunidad de acercaros al libro. Si se siguen publicando los títulos de esta serie, prometo seguirles la pista. La autora me ha dejado con ganas de más, y eso se agradece.

¡Nos leemos!